Santos voladores: las ¡®historias de lo imposible¡¯ que pueblan los imaginarios religiosos
Un libro del historiador Carlos Eire se enfoca en las levitaciones, en las bilocaciones y la cultura de lo milagroso en las creencias cat¨®licas
?D¨®nde se sit¨²a la barrera entre lo posible y lo imposible? ?C¨®mo se combinan ambas dimensiones en nuestras vidas ideales y cotidianas? Carlos Eire, catedr¨¢tico de Historia y Estudios Religiosos de la Universidad de Yale, acaba de publicar un libro ins¨®lito titulado They Flew. A History of the Impossible (Volaron. Una historia de lo imposible). La obra es el culmen de toda una vida dedicada a estudiar lo prodigioso, incluidas las creencias en el M¨¢s All¨¢. En 1995, por ejemplo, se edit¨® en Cambridge University Press su From Madrid to Purgatory. The Art and Craft of Dying in Sixteenth-Century Spain (De Madrid al Purgatorio. El arte y el oficio de morir en la Espa?a del siglo XVI), y en 2009 Princeton University Press sac¨® A Very Brief History of Eternity (Una muy breve historia de la eternidad) lo que confirma, entre otras cosas, su extraordinario don para titular.
El propio Eire reconoce que su ¨²ltimo libro es fruto de reflexiones elaboradas a lo largo de 40 a?os y, haci¨¦ndonos part¨ªcipes de su entusiasmo, confiesa c¨®mo a¨²n recuerda la extra?eza y fascinaci¨®n con que en 1983 escuch¨® las palabras de la gu¨ªa que ense?aba el convento de la Encarnaci¨®n de ?vila, donde vivi¨® Teresa de Jes¨²s: ¡°Esta era la clausura, aqu¨ª com¨ªan las monjas, aqu¨ª dorm¨ªan, aqu¨ª cocinaban, aqu¨ª rezaban, en esta escalera se cay¨® la santa y se rompi¨® el brazo¡±. Y luego, como si nada: ¡°Este es el lugar donde Teresa y Juan de la Cruz levitaron juntos por primera vez¡±.
Un tema cada vez m¨¢s candente hoy en d¨ªa es el de los imaginarios religiosos de Occidente con un inter¨¦s creciente por el sur de Europa. El nuevo libro se centra sobre todo en la cultura de lo milagroso en Italia, Espa?a y sus colonias americanas en el siglo XVII. Eran muchos los sucesos extraordinarios registrados en aquel entonces, unas veces atribuidos a Dios y otras al demonio. Entre todos ellos, destacaban las levitaciones ¡ªo vuelos¡ª y la bilocaci¨®n. Para el lector actual, ambos t¨¦rminos evocan m¨¢s bien el mundo del ocultismo y el espiritismo de la segunda mitad del siglo XIX y la primera mitad del XX, pero tanto los episodios de levitaci¨®n como los de bilocaci¨®n ¡ªaunque todav¨ªa no fueran denominados as¨ª¡ª hab¨ªan sido inseparables de las biograf¨ªas de los santos tiempo atr¨¢s.
Ambos fen¨®menos se consideraban ¡ªy siguen consider¨¢ndose¡ª dones sobrenaturales, carismas o milagros que a veces acompa?an los ¨¦xtasis de los m¨ªsticos. Levitar o flotar ser¨ªa lo mismo que quedarse suspendido en el aire; pero suspenderse significa tambi¨¦n embelesarse, sentir una admiraci¨®n o asombro tales que uno se olvida moment¨¢neamente de todo, qued¨¢ndose como paralizado. Por otro lado, estar en dos lugares al mismo tiempo supone transportarse, o sea, extasiarse, arrobarse, sentir una emoci¨®n intensa de alegr¨ªa. Ambos fen¨®menos nos conducen a los terrenos de la espiritualidad m¨¢s ¨ªntima y sutil, casi evanescente, ya sea desde un punto de vista literal o figurado, simb¨®lico o aleg¨®rico. Y es que precisamente todo eso que puede resultar tan falso, absurdo, rid¨ªculo y desestimable como las apariciones (teofan¨ªas o hierofan¨ªas) constituye el n¨²cleo o esencia del estudio de la religi¨®n. Tambi¨¦n en otras culturas y contextos, como el hinduismo, el budismo, la antig¨¹edad grecolatina o el chamanismo, las ¡°historias de lo imposible¡± se multiplican hasta el infinito.
Un amplio elenco de levitadores
Quiz¨¢s lo que pueda resultar m¨¢s novedoso para quienes no son expertos en la ciencia de la santidad, sea el amplio elenco de levitadores que ofrece el libro (entre ellos, Cristina la Asombrosa, la m¨ªstica belga a quien Nick Cave dedic¨® una canci¨®n en 1992; Jos¨¦ de Cupertino, el humilde fraile italiano que muchos juzgaban tarado sobre el que se hizo una pel¨ªcula en 1962; o el famoso Padre P¨ªo, canonizado en 2002). A prop¨®sito de la bilocaci¨®n (transvecci¨®n, teleportaci¨®n, viaje m¨ªstico o doppelg?nger) llama la atenci¨®n el caso de la venerable Mar¨ªa Jes¨²s de ?greda, que nunca sali¨® de esta localidad y de quien se afirmaba que hab¨ªa sido vista en Nuevo M¨¦xico predicando el evangelio a los ind¨ªgenas. La monja soriana, famosa por su voluminosa correspondencia con el rey Felipe IV, escribi¨® una obra monumental, una especie de evangelio de la Virgen seg¨²n el cual su supuesta visita en carne mortal a Zaragoza ¡ªo bilocaci¨®n¡ª en el a?o 40 habr¨ªa resultado decisiva para asegurar el ¨¦xito del cristianismo.
Otro tipo de vuelos no menos interesantes son los que se atribu¨ªan a supuestos seres demon¨ªacos como las brujas o a los impostores religiosos denunciados por los reformadores protestantes, as¨ª como por la Inquisici¨®n cat¨®lica. Sin perder un ¨¢pice de inter¨¦s, tanto la persecuci¨®n de las primeras como las denuncias de los segundos nos resultan menos po¨¦ticas que los milagros de las cr¨®nicas hagiogr¨¢ficas. Cabe preguntarse si, en ¨²ltimo t¨¦rmino, de lo que se trata en el fondo es de poes¨ªa ¡ªuna forma de lenguaje, en este caso religioso¡ª o de lo sobrenatural en un sentido estricto, pues en ¨²ltimo t¨¦rmino nos quedamos en vilo ¡ªen suspenso¡ª sin saber c¨®mo interpretar las maravillas atribuidas al poder de la creencia, ll¨¢mese fe.
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