Al menos seis universidades guardan cientos de obras de arte y bibliotecas incautadas a pol¨ªticos e intelectuales durante el franquismo
Las colecciones particulares de Max Aub, Am¨¦rico Castro o Alejandro Lerroux fueron distribuidas, despu¨¦s de ser depuradas, por el r¨¦gimen franquista en diversos centros educativos, seg¨²n destapa la investigaci¨®n del catedr¨¢tico Arturo Colorado
A finales de marzo de 2023, el Museo del Prado hizo p¨²blico un informe del catedr¨¢tico y profesor em¨¦rito de la Universidad Complutense de Madrid Arturo Colorado Castellary donde desvelaba que la pinacoteca nacional pose¨ªa, al menos, 70 cuadros incautados por las...
A finales de marzo de 2023, el Museo del Prado hizo p¨²blico un informe del catedr¨¢tico y profesor em¨¦rito de la Universidad Complutense de Madrid Arturo Colorado Castellary donde desvelaba que la pinacoteca nacional pose¨ªa, al menos, 70 cuadros incautados por las autoridades franquistas tras la Guerra Civil. Estas obras pertenec¨ªan tanto a particulares ¨Dla mayor¨ªa exiliados o fallecidos durante la contienda¨D como a colecciones religiosas y privadas. El objetivo de la investigaci¨®n era determinar cu¨¢ntas estaban en manos del museo nacional, localizar a sus due?os o descendientes y devolverlas. Ahora, Colorado ha elaborado un nuevo estudio (Las universidades beneficiarias de las confiscaciones franquistas de bienes art¨ªsticos y patrimoniales) donde da a conocer los centros p¨²blicos educativos que guardan cientos de obras de arte requisadas, adem¨¢s de miles de libros pertenecientes a las bibliotecas del escritor Max Aub, del historiador Am¨¦rico Castro o de los expresidentes republicanos Jos¨¦ Giral y Alejandro Lerroux, entre otros. El catedr¨¢tico subraya tambi¨¦n que las universidades, con alguna excepci¨®n, no est¨¢n interesadas en devolver este patrimonio o han puesto trabas a la investigaci¨®n.
Durante la Guerra Civil decenas de miles de obras de arte fueron distribuidas en museos, almacenes, sedes de partidos pol¨ªticos y sindicatos, b¨²nkeres o cajas fuertes bancarias para evitar su destrucci¨®n por los bombardeos de la aviaci¨®n franquista. La Junta del Tesoro Art¨ªstico, el organismo que la Rep¨²blica cre¨® para llevar a cabo la operaci¨®n, fotografi¨® y embal¨® miles de las m¨¢s importantes para su evacuaci¨®n. Sin embargo, otras incautadas por el sindicato anarquista FAI-CNT, la Agrupaci¨®n Socialista Madrile?a, las Brigadas Internacionales o Socorro Rojo, carec¨ªan de cualquier tipo de documentaci¨®n cuando fueron entregadas a la Junta republicana. Se almacenaban y se proteg¨ªan en la medida de lo posible.
Terminada la guerra, los franquistas crearon el Servicio de Defensa del Patrimonio Art¨ªstico Nacional (SDPAN) para devolverlas a sus propietarios. El problema era que 8.710 de las 17.000 hasta ahora localizadas carec¨ªan de documentaci¨®n o sus due?os hab¨ªan muerto o huido al exilio. As¨ª que las autoridades las distribuyeron por despachos oficiales, museos, conventos o iglesias. Adem¨¢s, algunas fueron reclamadas por desaprensivos que las identificaron como de su propiedad, personas que vieron la oportunidad de rapi?arlas.
Lo que ahora ha descubierto Colorado es que las universidades tambi¨¦n fueron beneficiarias de estas cesiones. ¡°Al menos fueron seis las que recibieron bienes patrimoniales, si contabilizamos tan solo los env¨ªos gestionados desde Madrid: la de Murcia, la de Verano de Santander, Alcal¨¢, Valladolid, Oviedo y Complutense de Madrid¡±.
La Universidad de Murcia fue agraciada con una entrega, el 23 de julio de 1942, de ocho pinturas de los siglos XVII y XIX. Una portavoz de esta instituci¨®n explica que acaban de ¡°comenzar un proceso de catalogaci¨®n y puesta en valor del patrimonio art¨ªstico, compuesto por unas 700 obras¡±, de las que de ¡°algunas se desconoce su procedencia¡±. No obstante, la instituci¨®n cree que las ocho pinturas a las que se refiere Colorado pueden ser ¡°ocho cuadros que aparecen en el inventario como donaci¨®n directa hecha en 1948 por ?lvaro D¡¯Estoup Barrio, marqu¨¦s de Corvera¡±.
A la Universidad de Verano de Santander, germen de la actual Universidad Internacional Men¨¦ndez Pelayo, se le entregaron, el 10 de julio de 1942, un total de 29 bienes patrimoniales: esculturas, cruces, telas y ropas lit¨²rgicas, piezas de orfebrer¨ªa y objetos de culto de varios tipos. A la Universidad de Alcal¨¢ se le dio, el 25 de enero de 1943, un retablo escult¨®rico en relieve, de la segunda mitad del siglo XVI, dedicado a La vida de santa ?gueda. Esta obra se podr¨ªa identificar con la que se encuentra actualmente en la capilla de san Ildefonso. ¡°Sin embargo, en la ¨²ltima edici¨®n de 2016 del estudio sobre los bienes de la universidad como patrimonio de la humanidad se habla escuetamente de este retablo, atribuido a Ambrosio de Bengoechea, pero ni una palabra sobre su origen¡±, afirma el catedr¨¢tico.
Fuentes de este centro indican que el retablo fue cedido en 1943, ¡°cuando la universidad alcala¨ªna actual a¨²n no se hab¨ªa creado¡±. ¡°Se lo entregaron, en realidad, al Instituto Nacional de Administraciones P¨²blicas [que estaba ubicado en la universidad]¡±, edificio cedido por la Sociedad de Condue?os. Esta ¨²ltima es una entidad privada local que adquiri¨® por suscripci¨®n popular en 1850 la manzana universitaria para que no fuese derribada dado su completo abandono. La universidad, creada en 1499 por el cardenal Cisneros, no se refund¨® hasta 1977 sobre las edificaciones que salvaron los condue?os. ¡°Sab¨ªamos algo, pero nosotros solo velamos por la integridad del conjunto. Y la vista de todos est¨¢. Alcal¨¢ perdi¨® much¨ªsimo patrimonio durante la Guerra Civil, quiz¨¢s la que m¨¢s¡±, indican las fuentes oficiales universitarias consultadas.
Colorado sostiene que la Universidad de Valladolid recibi¨® un ¡°tratamiento especial¡±, pues se le entregaron numerosos bienes entre 1941 y 1943: una escultura de la Virgen Dolorosa, de la escuela de Pedro de Mena, que proced¨ªa del convento de las Magdalenas de Alcal¨¢ de Henares, un Cristo de marfil y una talla an¨®nima de la primera mitad del siglo XVIII, identificada como Ver¨®nica o Virgen al pie de la cruz de medio cuerpo, de madera policromada. Pero, adem¨¢s, se le dieron numerosas piezas de orfebrer¨ªa y ropas lit¨²rgicas, as¨ª como dos c¨¢lices de plata (g¨®tico y renacentista) y 95 kilos de monedas de plata, cobre, bronce y otras aleaciones. ¡°Quiz¨¢s tanta generosidad pueda entenderse, si es que podemos llegar a entender estas entregas y desv¨ªos masivos de obras durante la posguerra, por el incendio que sufri¨® la universidad el 5 de abril de 1939, que devor¨® sus dependencias, cat¨¢strofe todav¨ªa no clarificada y que apenas tuvo eco en la prensa de la ¨¦poca debido a la censura imperante¡±.
La Universidad de Oviedo fue premiada con 19 pinturas de entre los siglos XVIII y XIX y nueve piezas de orfebrer¨ªa, porcelana y cer¨¢mica. Su vicerrectora, Pilar Garc¨ªa Cuetos, anuncia que ¡°el vicerrectorado tiene organizada para el pr¨®ximo 16 de enero una conferencia en la que, bajo el t¨ªtulo Patrimonio y Guerra Civil. Fondos art¨ªsticos depositados en Asturias durante la posguerra, se explicar¨¢ cu¨¢les son las obras que est¨¢n en dep¨®sito y cu¨¢l es la situaci¨®n con respecto a su identificaci¨®n¡±. ¡°La mayor parte son retratos, y de ellas, se ha logrado identificar aproximadamente la mitad, porque el recibo que las acompa?a no es concreto y sobre alguna pieza es muy inespec¨ªfico y no incluye referencia fotogr¨¢fica¡±. La instituci¨®n lleva a?os realizando un trabajo de identificaci¨®n exhaustivo, a?ade Ana Quijada, responsable de Bienes Culturales y Protocolo de la Universidad de Oviedo.
Las obras, seg¨²n las responsables universitarias, llegaron a Oviedo ¡°tras una petici¨®n del rector de ese momento, ya que la instituci¨®n hab¨ªa perdido sus bienes tras el incendio de 1934. Hoy se encuentran depositadas en dos sedes: el n¨²cleo del Edificio Hist¨®rico y la Facultad de Derecho¡±.
La Universidad Complutense fue la gran beneficiada. Recibi¨® el 13 de diciembre de 1945 un total de 34 pinturas, 30 litograf¨ªas y un grabado. Colorado se queja de la escasa, casi nula, colaboraci¨®n de este centro con ¨¦l. ¡°Me he encontrado con una barrera infranqueable. Resulta incomprensible que una universidad niegue una informaci¨®n que deber¨ªa ser transparente, especialmente para los investigadores¡±. El catedr¨¢tico, que lo es precisamente de la Complutense, recuerda que esta instituci¨®n recibi¨® tambi¨¦n en la posguerra numerosas bibliotecas de pol¨ªticos exiliados, de ¡°docentes a los que no solo se les abri¨® expediente y se les expuls¨® de su c¨¢tedra, sino que sus libros fueron confiscados previa depuraci¨®n de los considerados como peligrosos¡±. Este peri¨®dico ha intentado sin ¨¦xito recabar la versi¨®n de la universidad.
Entre las bibliotecas a las que se refiere Colorado destaca la de Francisco Barn¨¦s, ministro de Instrucci¨®n P¨²blica y Bellas Artes durante la Rep¨²blica, con 4.000 vol¨²menes. Tambi¨¦n la de Pedro Rico, alcalde republicano de Madrid, con 2.000 ejemplares, o la del coronel Jos¨¦ Sicardo, al que los expedientes denominan ¡°jefe militar rojo¡±. Pero tambi¨¦n hay colecciones pertenecientes, entre otros, a Jos¨¦ Giral Pereira y Alejandro Lerroux, presidentes de Gobierno, al historiador Am¨¦rico Castro o al poeta Enrique D¨ªez-Canedo. ¡°Son decenas de miles de libros. Una vez m¨¢s se podr¨ªa intentar entender esta generosidad, dado que la Ciudad Universitaria de Madrid, especialmente la Facultad de Filosof¨ªa y Letras, sufri¨® grav¨ªsimos destrozos al ser frente de guerra; pero, tambi¨¦n una vez m¨¢s, no se pueden justificar las confiscaciones franquistas de los bienes de los exiliados y sus masivos desv¨ªos¡±.
Por su parte, la Universidad de Oviedo se qued¨® con las bibliotecas de los socialistas Adriano Flores, Luis Freijaner Malingre y Luis Mart¨ªnez Garc¨ªa, todos ellos calificados de ¡°rojos¡± por el R¨¦gimen; la de Valencia recibi¨® la colecci¨®n particular de libros del escritor Max Aub y la de Fernando Llorca D¨ªez, yerno de Blasco Ib¨¢?ez y del catedr¨¢tico Emili Gonz¨¢lez Nadal, parcialmente devueltas en los a?os sesenta. A la de Murcia fue a parar una parte de la biblioteca de 3.000 vol¨²menes de Mariano Ruiz Funes, destacado penalista que hab¨ªa sido ministro de Agricultura y de Justicia, catedr¨¢tico de Derecho y que march¨® al exilio en M¨¦xico donde morir¨ªa en 1953.
Para completar el panorama, tambi¨¦n fueron incautadas y depuradas las bibliotecas de agrupaciones populares, ateneos obreros, organizaciones pol¨ªticas y sindicales republicanas, como la biblioteca del Ateneu Enciclop¨¨dic Popular que se entreg¨® a la Universidad de Barcelona, as¨ª como una parte de las gestionadas por el Servei de Biblioteques del Front, organizado por la Generalitat de Catalunya en 1937, con destino a los soldados combatientes.
¡°Durante m¨¢s de 80 a?os, las universidades, los centros del saber, la investigaci¨®n y el pensamiento cr¨ªtico, no han querido o no han sido en su mayor¨ªa conscientes de la necesidad de indagar estos bienes patrimoniales, sus or¨ªgenes, destino y posibles propietarios incautados y dar cuenta de las obras y bibliotecas que puedan seguir en sus manos. En este sentido, deber¨ªan tomar ejemplo del Museo del Prado, que s¨ª ha realizado una investigaci¨®n sobre las obras confiscadas. Como instituciones p¨²blicas y del conocimiento, tienen que saldar una deuda contra¨ªda con todos aquellos que durante la Guerra Civil lucharon por el salvamento del patrimonio en peligro de destrucci¨®n, parte del cual hoy d¨ªa pueden seguir teniendo en sus dependencias¡±, agrega Colorado Castellary.