Los primeros estudios sobre la mano de Irulegui agrandan el misterio del origen del Euskera
Dos art¨ªculos firmados por especialistas sobre la pieza de bronce datada en el siglo I a. C. que contiene la que se cre¨ªa que era la primera palabra en protovasco coinciden en su autenticidad e importancia arqueol¨®gica
El 14 de noviembre de 2022 salt¨® la noticia: se hab¨ªa encontrado la denominada Mano de Irulegi a unos 10 kil¨®metros de Pamplona. Una pieza de bronce de hace 2.100 a?os ¡ªsiglo I a.C.¡ª que inclu¨ªa supuestamente las primeras palabras escritas en vasc¨®nico, lengua que podr¨ªa ser la predecesora del euskera. El hallazgo reaviv¨® el debate sobre el origen del pueblo vasc¨®n y del euskera, sobre si proceden de poblaciones de la Antigua Aquitania o de las asentadas en lo que hoy es Navarra. Un a?o despu¨¦s se han publicado los primeros estudios cient¨ªficos sobre esta inscripci¨®n, tanto en la revista Panhisp¨¢nica ¡ªpublicaci¨®n de referencia para los estudios de epigraf¨ªa antigua de Hispania¡ª como en Fontes Linguae Vasconum ¡ªrevista cient¨ªfica de ling¨¹¨ªstica y filolog¨ªa vasca publicada por el Gobierno de Navarra¡ª. El primero es un art¨ªculo de los epigrafistas Joaqu¨ªn Gorrochategui ¡ªling¨¹ista especializado en lenguas paleohisp¨¢nicas y en los or¨ªgenes del euskera¡ª y Javier Velaza ¡ªcatedr¨¢tico de Filolog¨ªa Latina¡ª, los primeros que analizaron la inscripci¨®n. El segundo es una compilaci¨®n de art¨ªculos de diversos especialistas. La mayor¨ªa de los expertos coincide en que la inscripci¨®n est¨¢ en vasc¨®nico, aunque no se cierran a otras opciones. Fundamentalmente porque no se puede determinar que lo sea, pero tampoco que no lo sea. En lo que s¨ª se muestran todos de acuerdo es en la autenticidad de la pieza y su importancia arqueol¨®gica porque prueba que los vascones se relacionaban con otras culturas.
¡°Sabemos que no es lat¨ªn, que no es celtib¨¦rico, que no es galo. Sabemos claramente qu¨¦ no es, pero como solo es una inscripci¨®n, no hay puntos de comparaci¨®n claros¡±, explica Gorrochategui. No la pueden relacionar directamente con el vasco del siglo X en adelante, pero tampoco con la lengua ib¨¦rica. S¨ª tienen una cosa clara: ¡°Es una lengua de la zona porque hay muchos indicios ¡ªepigr¨¢ficos y arqueol¨®gicos¡ª para decir que fue escrita en el lugar. Por lo tanto, lo sigo llamando vasc¨®nica porque no va a ser una lengua nueva y totalmente desconocida que no tiene nada que ver con nadie ni con nada¡±.
Para Velaza, estos estudios ratifican las primeras impresiones: ¡°La inscripci¨®n est¨¢ escrita en una adaptaci¨®n del signario ¡ªalfabeto¡ª ib¨¦rico que se hace para escribir una lengua particular. Teniendo en cuenta lo que conocemos arqueol¨®gicamente del territorio, es la lengua que entendemos que hablaban los antiguos vascones. Es, por lo tanto, una inscripci¨®n escrita en un signario vasc¨®nico¡±. Apuntan a rasgos caracter¨ªsticos como el signo /t/ que ya se ha identificado en dos monedas vasconas y que no existe en otros signarios hisp¨¢nicos. ¡°Esto demuestra que hab¨ªa un signario especial. Si la lengua fuera la ib¨¦rica, no tendr¨ªan que haberse inventado ning¨²n signo porque ya llevaban 500 a?os escribiendo con ella y ten¨ªan un repertorio suficientemente amplio. Si se adaptan los signos es porque se estaba adaptando una lengua diferente¡±. Es la hip¨®tesis principal, pero Ekaitz Santacilia, director de Fontes Linguae Vasconum, se?ala: ¡°Con el material que tenemos y aplicando la metodolog¨ªa estrictamente cient¨ªfica, es pronto para determinar cu¨¢l es el idioma en el que est¨¢ escrita esa mano¡±. Parecen dos hip¨®tesis contrarias, pero no lo son. Una plantea la tesis m¨¢s plausible, la otra quiere esperar a descubrir nuevos textos que la confirmen.
En uno de los art¨ªculos publicados, Joan Ferrer i Jan¨¦, de la Universitat de Barcelona, acepta que es un signario y lengua vasc¨®nicos, pero sostiene que tiene ¡°un mayor grado de afinidad con el ib¨¦rico de lo esperado¡±. Es decir, plantea que el vasc¨®nico y el ib¨¦rico puedan ser de la misma familia, como el portugu¨¦s y el castellano. Ferrer i Jane es uno de los que incluye en el debate las dudas sobre si el vasc¨®nico es o no el antecesor directo del euskera. ¡°El vasc¨®nico podr¨ªa ser lo m¨¢s parecido al protovasco real que podemos esperar encontrar¡±. Es una de las tesis que tambi¨¦n defiende Mikel Mart¨ªnez-Areta, de la Universidad del Pa¨ªs Vasco, en otro texto: ¡°Incluso aunque la Mano de Irulegi estuviera en paleoeuskera, la documentaci¨®n bajo imperial apunta a una discontinuidad entre cualquier lengua prerromana hablada en el territorio vasc¨®nico y el euskera hist¨®rico que emerge en la Alta Edad Media¡±. Es decir, no hay pruebas de que la lengua sobreviviera tantos siglos. Por ello, apunta como ¡°plausible¡± el que ¡°sea el aquitano de Aquitania y no el paleoeuskera de territorio vasc¨®nico ¡ªque posiblemente desapareci¨® con la latinizaci¨®n¡ª el antecesor directo del euskera hist¨®rico¡±. Hay tres opciones, pero ninguna prueba, concluye Santacilia: ¡°En este momento no podemos saber si el texto de la Mano de Irulegi est¨¢ escrito en una lengua antecesora directa del euskera actual, en una que pudo tener relaci¨®n gen¨¦tica con el euskera actual y que despu¨¦s se hubiera extinguido; o en una que no tiene parentesco directo con el euskera¡±.
Sorioneku o sorioneke
La interpretaci¨®n inicial realizada por Velaza y Gorrochategi identific¨® el t¨¦rmino /sorioneku/ que r¨¢pidamente se asoci¨® con la expresi¨®n vasca moderna ¡°zorioneko¡± (afortunado). Sin embargo, los ling¨¹istas defienden que ¡°la relaci¨®n directa es casi imposible, ya que no hay ninguna raz¨®n para pensar que en vasco se hubiera dado el cambio fon¨¦tico ko > ku¡±. Ya entonces se apunt¨® la posibilidad de que en vez de sorioneku, pusiera /sorioneke/. Hoy en d¨ªa, tras una limpieza exhaustiva de la pieza, se apuesta por esta ¨²ltima palabra.
Las dudas existen porque hay dos textos escritos en la Mano ¡ªuno esgrafiado y otro punteado¡ª que no coinciden exactamente entre s¨ª. Plantean la inc¨®gnita de si los escribi¨® la misma persona o dos distintas. ¡°Pudiera ser que un ¨²nico autor hubiese esgrafiado un borrador m¨¢s o menos negligente y despu¨¦s hubiese ¨¦l mismo punteado el texto completando o corrigiendo algunos signos, como que el autor del borrador y el punteado fuesen personas distintas. Si la primera hip¨®tesis es correcta, el texto definitivo y, por tanto, m¨¢s correcto ser¨ªa el punteado; si la correcta es la segunda hip¨®tesis, podr¨ªa pensarse en principio que el texto esgrafiado podr¨ªa tener m¨¢s autoridad¡±, se?alan Velaza y Gorrochategi. ¡°Si leemos sorioneke, ese ke final lo podemos relacionar muy bien con formas que hemos testimoniado en inscripciones latinas de nombres de divinidad vasc¨®nicos que acaban en -he. Insisto en que es una hip¨®tesis, pero ese sorioneke podr¨ªa ser el dativo de una forma de divinidad dedicado a la buena fortuna¡±. Es una dedicatoria habitual en otras culturas como la romana o la griega.
La clave para descifrar el origen de los textos podr¨ªa encontrarse en la ¨²ltima palabra del texto: eraukon, que tiene correlatos en vasco hist¨®rico¡±.
Sea sorioneke o sorioneku, hay discrepancias sobre su vinculaci¨®n con el vasco actual. Hay quienes sostienen que no hay que desechar completamente la relaci¨®n entre ¡®sori¡¯ y ¡®zori¡¯ (fortuna) y on con ¡®(h)on¡¯ ¡®bueno¡¯; y hay quienes, como Joseba A. Lakarra, de la UPV, ven ¡°inaceptable¡± su interpretaci¨®n como tal porque ni ¡°zorioneko¡± ni ¡°zorion¡± exist¨ªan ¡°en el siglo I a.C, ni en 1545, ni varias d¨¦cadas y centurias m¨¢s tarde, hasta bien entrado el siglo XVIII¡±. En la misma l¨ªnea, Eneko Zuloaga y Borja Ariztimu?o, de la Universidad del Pa¨ªs Vasco, defienden en otro de los art¨ªculos: ¡°Aunque llegamos a aislar alguna palabra que formalmente ser¨ªa aceptable, la incomprensi¨®n de los elementos restantes activa inmediatamente un sentido de cautela ante posibles casualidades y pareidolias¡±. Son m¨¢s partidarios de la teor¨ªa del estudioso Michelena, que ya hace varias d¨¦cadas sostuvo que un texto en protovasco tendr¨ªa que poder, si no entenderse, al menos vincularse con la lengua vasca ya documentada.
Adem¨¢s, los expertos creen haber identificado un verbo en la inscripci¨®n. Son estudios muy provisionales, subrayan, pero la ¨²ltima palabra del texto ¡ªeraukon¡ª podr¨ªa ser la acci¨®n. Como a?ade Velaza, ¡°es una forma que tiene muy buenos correlatos en vasco hist¨®rico porque tenemos zeraukon con una Z inicial que no est¨¢ ah¨ª y que significar¨ªa dar, ofrecer. El problema es que las dos l¨ªneas centrales siguen siendo absolutamente opacas. Nos movemos en el territorio de la hip¨®tesis¡±.
Babelia
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