Trevor Horn, compositor de ¡®Relax¡¯ y ¡®Video Killed The Radio Star¡¯: ¡°No soy capaz de diferenciar a los cantantes del pop actual, todos usan ¡®autotune¡±

Beat Box es una de las canciones m¨¢s populares del misterioso grupo ingl¨¦s Art of Noise. Publicada hace 40 a?os, en diciembre de 1983, se trata de una pieza instrumental de cuatro minutos que utiliza ruidos como el arranque de un motor o la ca¨ªda de agua por un desag¨¹e para acompa?ar un contundente ritmo de bater¨ªa. A pesar de su sonido, ciertamente experimental para la ¨¦poca (muchos grupos de hip hop han reconocido la influencia de este tema en el desarrollo del g¨¦nero), alcanz¨® lo m¨¢s alto de la lista dance de Billboard en 1984, siendo la canci¨®n m¨¢s escuchada en los clubes nocturnos de Estados Unidos durante varias semanas.

Sin fotos de promoci¨®n y actuando con m¨¢scaras para esconder las identidades de sus miembros (la mayor¨ªa de su p¨²blico cre¨ªa que eran m¨²sicos negros), la carrera de los futuristas e influyentes Art of Noise es verdaderamente fascinante, sobre todo gracias al revolucionario uso del sampler ¡ªbreve corte de sonido que luego se puede utilizar como un instrumento¡ª.

Trevor Horn (74 a?os), uno de los miembros del grupo junto a Gary Langan, J. J. Jeczalik, Anne Dudley y Paul Morley, adem¨¢s de nombre ic¨®nico del pop-rock de siempre, supo ver, antes que nadie, las posibilidades del nuevo sintetizador Fairlight CMI, un invento australiano para registrar y lanzar sonidos. ¡°Nunca aprend¨ª a usarlo del todo, porque el manual era demasiado grueso, y hubiera tenido que dejar la producci¨®n y hasta de comer para leerlo. Inventamos algo nuevo que, a¨²n hoy, ha marcado la m¨²sica actual¡±, recuerda Horn.

De negro, con calzado deportivo y gruesas gafas de pasta, pelo canoso y elegante porte, Trevor Horn se muestra risue?o, aunque lleve despierto desde las cuatro de la ma?ana para coger uno de los primeros vuelos de Londres a Madrid. Hoy no ha podido llevar a cabo su rutina diaria: despertarse a las ocho, llevar a sus nietos al colegio y meterse en el estudio de grabaci¨®n que tiene en el s¨®tano de casa, una mansi¨®n en el oeste de Londres que, anta?o, perteneci¨® al actor Bob Hoskins. Sin rastro del acento del norte de Inglaterra con el que se dio a conocer en la m¨²sica, cuando era bajista a sueldo, imitador de Bob Dylan y menor de edad, relatar su trayectoria tiene mil puntos de partida. Hoy es Art of Noise, pero podr¨ªa haber arrancado en Relax, m¨ªtico tema de Frankie Goes to Hollywood y uno de los sencillos m¨¢s vendidos en la historia del Reino Unido, que Trevor Horn ya sab¨ªa que ser¨ªa un ¨¦xito porque lo dise?¨® en 1984 con esa intenci¨®n.

¡°Cuando yo empec¨¦, costaba tanto dinero entrar en un estudio de grabaci¨®n, que la gente solo te lo pagaba si eras capaz de hacer algo que vendiera discos. Ahora es f¨¢cil, puedes comprar el equipo por unos pocos miles de euros. Y, sin embargo, hay menos riesgo en el pop. Es terrible, pero no soy capaz de diferenciar a los cantantes del pop actual porque todo el mundo utiliza autotune¡±, afirma quien tambi¨¦n fue uno de los compositores detr¨¢s de Video Killed The Radio Star (El v¨ªdeo mat¨® a la estrella de la radio), de The Buggles, adem¨¢s de cantante del grupo m¨ªtico de rock progresivo Yes y productor de Seal, Grace Jones, Paul McCartney, Belle & Sebastian, t.A.T.u. o John Legend. ¡°Por cierto, en el nuevo disco s¨ª he utilizado autotune en alguna nota concreta, pero no vas a ser capaz de detectarlo¡±, confiesa, mencionando a algunas de las estrellas ¡ªTori Amos, Rick Astley, Robert Fripp, Iggy Pop¡ª que han colaborado en Echoes - Ancient & Modern (2023), un disco de versiones, lanzado en un sello con prestigio en la m¨²sica cl¨¢sica como Deutsche Grammophon. ¡°Es un sello alem¨¢n y la mayor parte de la tecnolog¨ªa de grabaci¨®n se invent¨® en Alemania, como la cinta anal¨®gica. En mi estudio todav¨ªa uso micr¨®fonos Telefunken del a?o 1953¡å, revela.

La tecnolog¨ªa tuvo mucho que ver en la capacidad de Trevor Horn para innovar ¡ªya que satisfac¨ªa una insaciable curiosidad natural (¡°Pas¨¦ de hacer pop con ABC a trabajar con el padre del punk, Malcolm McLaren; no quer¨ªa aburrirme¡±)¡ª, pero tambi¨¦n tuvieron que ver las ¡°toneladas¡± de hierba que fum¨®, seg¨²n cont¨® el propio Horn en su autobiograf¨ªa Adventures in Modern Recording (2022). Tecnolog¨ªa y hierba explican los diez minutos de Moments in Love, quiz¨¢s, la canci¨®n pop m¨¢s perfecta que se haya escrito¡­ pero en abstracto, deconstruida. ¡°S¨ª, es un single pop, pero con los elementos equivocados en ¨¦l¡±, reflexiona, entre risas. ¡°Creo que la marihuana cambi¨® las cosas en los a?os sesenta porque, ya sabes, un minuto los Beatles llevaban bonitos trajes y peinados y, al siguiente, sale Sgt. Pepper¡¯s Lonely Hearts Club Band y todo el mundo est¨¢ colocado hasta los sesos. La droga contribuy¨® a que la m¨²sica se expandiera en cada ¨¦poca, pero creo que la tecnolog¨ªa tiene m¨¢s culpa. Tecnolog¨ªa y m¨²sica siempre han sido parte de la misma cosa. Desde los primeros d¨ªas, cuando se construyeron las catedrales, porque la catedral fue la unidad de reverberaci¨®n original, donde cualquier m¨²sica sonar¨ªa fant¨¢stica. Esa era la visi¨®n del cielo para la iglesia; cuando ibas all¨ª el domingo con el coro celestial cantando. Y antes del rock y del pop, la orquesta sinf¨®nica moderna es una gran haza?a de la ingenier¨ªa. Todos los instrumentos hermosamente fabricados y afinados¡±, reflexiona, a?adiendo que la inteligencia artificial no cambiar¨¢ nada la m¨²sica, ¡°porque son solo trucos¡±, aunque resuenen hoy m¨¢s que nunca los versos escritos por Horn en 1979 para Video Killed The Radio Star: ¡°Se llevaron el m¨¦rito de tu segunda sinfon¨ªa / Reescrita por la m¨¢quina en la nueva tecnolog¨ªa¡±.

Menciona el productor brit¨¢nico a The Beatles no por casualidad: a uno de los productores m¨¢s perfeccionistas de la historia ¡ªdurante la entrevista contar¨¢ c¨®mo tuvo que invertir d¨ªas trabajando con cinco tomas de la misma canci¨®n cantada por John Legend para conseguir el efecto que buscaba¡ª, el grupo que m¨¢s le ha gustado de siempre es el mismo que le gusta a la gente sencilla. ¡°No soy de esos que mencionan una banda desconocida para parecer superior al resto. Yo crec¨ª con The Beatles: ten¨ªa 13 a?os y verlos fue lo que me hizo querer estar en un grupo y tocar el bajo. Y lo que me sorprende de The Beatles cuando los escucho es que los tres ten¨ªan casi la misma voz. Ten¨ªan diferentes versiones de la misma voz. Podr¨ªan haber sido hermanos por la forma en que sus voces se parec¨ªan. Paul McCartney no ten¨ªa la voz aguda y flexible que ten¨ªa John Lennon. ?l ten¨ªa la voz ligeramente m¨¢s grave pero muy arenosa. Y George Harrison, una voz encantadora, gruesa y grave. Todav¨ªa hoy me sorprendo cuando los escucho; han pasado 40 o 50 a?os y el sonido de sus voces juntas sigue siendo algo asombroso para m¨ª¡±, dice, visiblemente emocionado.

Muchos cantantes hablan precisamente del talento de Horn para grabarles y sacarles lo mejor. ¡°?Mi truco? No te lo voy a desvelar. O quiz¨¢s s¨ª. Trabajo duro. Es verdad que la gente siempre canta mejor cuando se siente feliz. O si se sienten tristes, pero est¨¢n felices por estar tristes. As¨ª que tienes que hacer que se sientan c¨®modos. Y hacerles sentir que est¨¢s escuchando, que est¨¢s prestando atenci¨®n. En cierto modo, cuando alguien canta en un estudio de grabaci¨®n, eres el p¨²blico de un solo hombre. Y tienes que conseguir que la persona se emocione¡±, cuenta.

Su vida ha tenido de todo. Tambi¨¦n una tragedia: el fallecimiento de su esposa, Jill Sinclair, gerente de la discogr¨¢fica ZTT junto a Horn: uno de sus cuatro hijos dispar¨® un rifle en la direcci¨®n equivocada de manera accidental. Despu¨¦s de un coma de varios a?os, Sinclair falleci¨® en 2014. ¡°Cuando se fue, me di cuenta de la cantidad de la parte mala del negocio de la m¨²sica que ella mantuvo lejos de m¨ª. Con su fallecimiento, perd¨ª esa protecci¨®n. Antes de su accidente, pod¨ªa concentrarme solamente en la m¨²sica¡±, dice, cambiando de tema en seguida, mencionando que este a?o ha hecho 80 conciertos en directo y, de alguna manera, recordando que la m¨²sica (y la tecnolog¨ªa y las drogas, vaya) siempre estar¨¢ ah¨ª para salvar a las personas.