Cuando las visiones inducidas por la ayahuasca inspiran a los artistas
Una exposici¨®n en el Museo del Quai Branly de Par¨ªs explora las relaciones entre el brebaje alucin¨®geno y la creaci¨®n art¨ªstica
A inicios de los 80, el artista peruano Pablo Amaringo empez¨® a pintar las visiones que le produc¨ªa la ingesta de ayahuasca. Lo hizo por invitaci¨®n del antrop¨®logo colombiano Luis Eduardo Luna, quien luego public¨® un libro con las descripciones de los lienzos. Las pinturas, llenas de colores, no solo representaban la fauna y flora de la Amazon¨ªa, sino tambi¨¦n palacios celestiales y seres mitol¨®gicos. El Museo del Quai Branly de Par¨ªs hace referencia a su obra y a la de otros en una exposici¨®n que explora las relaciones entre el alucin¨®geno y la creaci¨®n art¨ªstica.
La ayahuasca se elabora a partir de una liana, que da nombre al brebaje, y las hojas de un arbusto llamado chacruna, donde se encuentra la DMT, un compuesto psicod¨¦lico. Al entrar en el cuerpo, la sustancia produce alteraciones en la percepci¨®n y puede provocar intensas experiencias emocionales.
La infusi¨®n es usada por un centenar de pueblos de la Amazonia con fines rituales y curativos. Pero tambi¨¦n ha generado un creciente inter¨¦s en el ¨¢mbito internacional, como demuestran las investigaciones sobre sus posibles beneficios terap¨¦uticos y la emergencia de centros cham¨¢nicos que atraen a una clientela occidental.
La mezcla, conocida tambi¨¦n como yag¨¦, est¨¢ prohibida en Francia y se encuentra en un limbo legal en Espa?a. Pero en Per¨², los conocimientos y usos tradicionales vinculados con la ayahuasca se han declarado patrimonio cultural de la naci¨®n.
¡°Es un tema que despierta muchas pasiones, muchas oposiciones y tensiones. Me pareci¨® interesante abordarlo desde una perspectiva diferente, a trav¨¦s del arte¡±, explica por tel¨¦fono David Dupuis, antrop¨®logo y comisario de la exposici¨®n Visiones cham¨¢nicas. Las artes de la ayahuasca en la Amazonia peruana, que se puede ver hasta el 26 de mayo.
La muestra abre con dos murales pintados por una asociaci¨®n local de Lima que re¨²ne a mujeres del pueblo amaz¨®nico shipibo konibo. Ambos representan formas geom¨¦tricas que se asemejan a laberintos de l¨ªneas claras. Son los llamados ken¨¦, una iconograf¨ªa con m¨²ltiples significados que tambi¨¦n se plasma en cuerpos, textiles y cer¨¢micas.
Los dise?os son una parte integral de la cultura de estas comunidades y suelen transmitirse de madre a hija. Sus or¨ªgenes est¨¢n en la cosmovisi¨®n de este pueblo y seg¨²n la creencia ancestral, se inspiran de la anaconda, que en su piel combinar¨ªa todas las variaciones de motivos. Pero tambi¨¦n ¡°hay toda una serie de discursos que asocian los ken¨¦ a la [ingesta de] ayahuasca¡±, apunta Dupuis, que lleva m¨¢s de diez a?os trabajando sobre el auge del turismo cham¨¢nico y la globalizaci¨®n del psicotr¨®pico.
El colectivo shipibas Muralistas de Lima, por ejemplo, explica por correo electr¨®nico que los patrones vienen en primer lugar de la planta del piri piri, cuyo extracto suele colocarse con una gota en los ojos de los ni?os peque?os. Tambi¨¦n cita la ayahuasca, que permite ¡°canalizar las visiones en dise?os¡±. El grupo est¨¢ formado por cuatro artistas shipibas que migraron de Pucallpa, en la selva amaz¨®nica, hasta la capital peruana, donde han realizado m¨¢s de 50 murales.
No todos reivindican ese v¨ªnculo. El etnomusic¨®logo austriaco Bernd Brabec de Mori, de la Universidad austriaca de Innsbruck, apunta por correo que los dise?os se encontraron en cer¨¢micas cientos de a?os antes de que empezara a usarse la ayahuasca. Los motivos que se conocen hoy en d¨ªa emergieron en su mayor¨ªa durante la fiebre del caucho, cuando se empez¨® a usar el brebaje como medio de sanaci¨®n. La relaci¨®n entre los patrones y las visiones se remonta a ¡°las ¨²ltimas d¨¦cadas¡±, se?ala el investigador, que estudi¨® los dise?os durante a?os.
Lo que le interes¨® al comisario Dupuis, sin embargo, es la manera en que las poblaciones de la Amazonia usaron la atracci¨®n que genera la ayahuasca como ¡°modo de valorizar¡± su arte, su artesan¨ªa y su cultura. ¡°El arte y la artesan¨ªa shipibo alcanz¨® notoriedad al mismo tiempo que el turismo cham¨¢nico¡±, se?ala el antrop¨®logo.
La exposici¨®n revela c¨®mo los ken¨¦ se han insertado en el mercado mundial del arte, con artistas como Sara Flores, Chonon Bensho o Celia Vasquez Yui. Las tres viven en Per¨², pero forman parte del Shipibo Conibo Center de Nueva York, una organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro que busca valorizar sus creaciones, ahora expuestas en Par¨ªs. Pero la muestra tambi¨¦n integra obras que rompen con la tradici¨®n de los ken¨¦ y apuestan por un registro m¨¢s figurativo, siempre relacionado con la mitolog¨ªa, el entorno y los modos de vida de las comunidades amaz¨®nicas. Y a veces, con las visiones inducidas por la ayahuasca.
Pintores shipibo-konibo
Es el caso de Pablo Amaringo, que junto al investigador colombiano Luis Eduardo Lima cre¨® la escuela de pintura Usko Ayar en la ciudad amaz¨®nica de Pucallpa en 1988. O de Rold¨¢n Pinedo, que forma parte de la primera generaci¨®n de pintores shipibo-konibo que emigraron a Lima, entre otros, para dar a conocer sus creaciones. De su pintura ¡°La Visi¨®n del Arco Iris¡±, cuenta: ¡°Es una ilustraci¨®n del mundo que est¨¢ en el arco¨ªris, que vi durante una ceremonia de ayahuasca. Pintar esa visi¨®n me pareci¨® una evidencia¡±.
A trav¨¦s del arte, la exhibici¨®n busca reflexionar tambi¨¦n sobre la globalizaci¨®n del brebaje, impulsado por el auge del turismo cham¨¢nico. Popularizado en 1963 por los escritores William Burroughs y Allen Ginsberg con Cartas del yag¨¦, el creciente inter¨¦s hacia este alucin¨®geno ha generado profundas transformaciones culturales y econ¨®micas en la zona. Y ha abierto el camino a la emergencia de otro arte, m¨¢s psicod¨¦lico.
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