El Cuarteto Diotima revela el deslumbrante expresionismo de Conrado del Campo
Nueva entrega del proyecto de la Fundaci¨®n Juan March que est¨¢ recuperando el fascinante corpus de 14 cuartetos numerados por el compositor madrile?o, entre 1903 y 1952
¡°Los int¨¦rpretes le admiran mucho, pero rehu¨ªan cuanto les era posible la ardua labor de hacer que sus creaciones llegasen al p¨²blico. Porque la m¨²sica de Conrado del Campo no es de la que puede interpretarse sin ensayos. Hay que trabajarla: hay que entenderla¡±. Comprobamos la certeza de estas palabras de Julio G¨®mez, acerca de su amigo y colega, el pasado mi¨¦rcoles en la Fundaci¨®n Juan March.
Es probable que el Cuarteto n¨²m. 8 en mi mayor, de 1913, sea el m¨¢s complejo dentro del amplio corpus de Conrado del Campo (1878-1953). Una obra de casi 50 minutos que no lleg¨® a estrenarse en vida del compositor madrile?o. Su premi¨¨re tuvo que esperar al centenario, en 2013, por parte del Cuarteto Bret¨®n. Pero nunca se hab¨ªa escuchado hasta ahora con la exquisita calidad y el virtuosismo del Cuarteto Diotima, una interpretaci¨®n que revel¨® su deslumbrante expresionismo.
Este cuarteto franc¨¦s, nacido en 1996, es un conjunto superdotado para la m¨²sica de los siglos XX y XXI. Lo dejaron bien claro en la ¨²ltima edici¨®n del Festival de Granada, pero tambi¨¦n en el madrile?o C¨ªrculo de Bellas Artes, en noviembre pasado, donde afrontaron la integral de Ligeti en conmemoraci¨®n de su centenario. En abril de 2022 realizaron su primera incursi¨®n en el universo cuartet¨ªstico conradiano, con los cuartetos n¨²m. 3 y n¨²m. 5, que grabaron para el sello MarchVivo. Un disco que recibi¨® el prestigioso premio ICMA en la modalidad de primera grabaci¨®n.
Ahora acaban de tocar (y grabar) los cuartetos n¨²m. 8 y n¨²m. 9, tras tres intensos d¨ªas de ensayos en la Fundaci¨®n Juan March. Es la cuarta entrega de un proyecto fascinante que arranc¨®, en febrero de 2021, y que aspira a interpretar, grabar y publicar en partitura los catorce cuartetos numerados por Conrado del Campo, entre 1903 y 1952. Ya se hab¨ªan podido escuchar los siete primeros, por parte de los cuartetos Bret¨®n, Diotima y Gerhard, han salido las grabaciones de cuatro de ellos en MarchVivo, y est¨¢n disponibles las ediciones de otros cuatro en colaboraci¨®n con la Sociedad Espa?ola de Musicolog¨ªa y la Fundaci¨®n SGAE.
Un proyecto que compensa la p¨¦rdida del n¨²m. 2 (1906) y la versi¨®n incompleta del n¨²m. 3 (1908) con tres breves composiciones cuartet¨ªsticas para los ¡°Viernes de Milan¨¦s¡±. Se trata de las famosas veladas en la embajada brit¨¢nica, durante la Guerra Civil y los primeros a?os de la posguerra, organizadas por el diplom¨¢tico y m¨²sico aficionado John Milan¨¦s. Distendidas reuniones musicales, que sol¨ªan tener lugar los martes, y para las que Del Campo puso m¨²sica a art¨ªculos period¨ªsticos, esquelas funerarias, prospectos de medicamentos, facturas de modistas y textos metaf¨ªsicos.
Pero la conjunci¨®n de los cuartetos n¨²m. 8 y n¨²m. 9 en una misma velada permite comprender la divisi¨®n del corpus cuartet¨ªstico conradiano en dos etapas. De hecho, los ocho primeros cuartetos est¨¢n fechados entre 1903 y 1913, mientras que los seis ¨²ltimos abarcan la d¨¦cada final de su vida, a partir de 1942. Esa distancia de 29 a?os entre los dos cuartetos escuchados ayer, en la March, parece estar relacionada con el cese de actividad del Cuarteto Franc¨¦s, en 1912, donde Del Campo tocaba la viola. Pero el music¨®logo David Ferreiro Carballo insiste, dentro de sus excelentes notas al programa, en el temperamento l¨ªrico del compositor madrile?o, que le llev¨® a dejar la m¨²sica de c¨¢mara para componer intensamente ¨®peras, zarzuelas y otros g¨¦neros teatrales, pues adem¨¢s era viola solista en la orquesta del Teatro Real. Y a?ade que la intencionalidad dram¨¢tica de sus partituras esc¨¦nicas tambi¨¦n se encuentra en los cuartetos.
El n¨²m. 8 se titula ¡°A la muerte de su madre¡± y el compositor acompa?a cada movimiento con un breve texto a modo de programa. En el comentario del movimiento inicial, Del campo subraya tres palabras (presente, ayer y ma?ana), y Ferreiro Carballo las relaciona con motivos musicales espec¨ªficos que se entretejen con libertad en el marco de una forma sonata. Pero ese punto de partida formal del ¨²ltimo Beethoven le hace avanzar, influido por Wagner y Richard Strauss, hacia complejos procedimientos, como la variaci¨®n en desarrollo, que le permiten conectar la melod¨ªa con la armon¨ªa en un estilo que diluye por momentos la tonalidad. Una est¨¦tica camer¨ªstica posrom¨¢ntica que se acerca al expresionismo alem¨¢n y ambiciona la textura, a peque?a escala, de un poema sinf¨®nico.
La capacidad dial¨®gica, el manejo de las tensiones y la perfecci¨®n de los contrastes din¨¢micos del Cuarteto Diotima fue admirable. Pero tambi¨¦n el perfume popular que aportaron al scherzo. Aqu¨ª Del Campo apela al ¡°alma del pueblo vibrando en mil canciones¡± y desliza en el tr¨ªo una bell¨ªsima cita de la canci¨®n popular vasca Donostiyako iru damatxo (Tres damiselas donostiarras) que fue un momento m¨¢gico en manos de la viola de Franck Chevalier. Del Campo homenajea con su propio instrumento a su madre, que era de origen vasco-navarro, recordando quiz¨¢ una de sus melod¨ªas favoritas.
Pero los Diotima convirtieron, a continuaci¨®n, el movimiento lento en una intensa experiencia impulsada por los gritos y susurros del viol¨ªn de Yun-Peng Zhao. Aqu¨ª el compositor recuerda c¨®mo ¡°entre mis brazos cerr¨® sus ojos a la humana vida la madre adorada¡± con la p¨¢gina m¨¢s intensa y expresionista de toda la obra. Y la composici¨®n se cierra con un denso y contrapunt¨ªstico movimiento de regusto c¨ªclico donde los integrantes del Diotima subrayaron con descollante virtuosismo su principal mensaje: ¡°?Que sirvan los recuerdos de acicate para avivar a¨²n m¨¢s los entusiasmos, las energ¨ªas, el ansia de vivir!¡±.
El Cuarteto n¨²m. 9 revela, 29 a?os despu¨¦s, a un compositor mucho m¨¢s equilibrado y maduro. Lo comprobamos por el uso de un lenguaje musical menos intrincado y envuelto en formas m¨¢s cl¨¢sicas. El t¨ªtulo de Apasionado se lo dio Antonio Iglesias, que era disc¨ªpulo de Del Campo, tras su estreno en 1945. Pero la obra plantea una curiosa oposici¨®n que el Cuarteto Diotima supo exprimir idealmente. Se abre con un tono m¨¢s ardiente que otorga protagonismo al violonchelo, lo que permiti¨® a Alexis Descharmes exhibir la belleza y ductilidad de su registro agudo. Y el scherzo es, por el contrario, un contraste de una vivacidad nada costumbrista con un evocador tr¨ªo en modo menor.
Lo mejor lleg¨®, a continuaci¨®n, con el movimiento lento titulado eleg¨ªa. Del Campo regresa, por un momento, al estilo m¨¢s abigarrado de su juventud que los integrantes del Diotima llenaron de fluidez, lirismo y distensi¨®n. Y la obra termina con otro movimiento que sirve de gui?o c¨ªclico, pues los motivos apasionados del primer movimiento regresan ahora con un desbordante optimismo. Una vez m¨¢s, los Diotima deslumbraron aportando carne sonora las notas escritas por el compositor madrile?o.
Hasta que MarchVivo publique el nuevo lanzamiento discogr¨¢fico, se puede disfrutar de la retransmisi¨®n de este revelador concierto a trav¨¦s de la plataforma RTVE Play. M¨²sica de un compositor espa?ol que no se adscribi¨® a la dominante est¨¦tica nacionalista y afrancesada, y busc¨® sus referentes en la cultura musical centroeuropea. Pero cuya calidad se revela, especialmente, con int¨¦rpretes de la excelencia y entrega del Cuarteto Diotima.
Proyecto Conrado: Integral de sus cuartetos (IV)
Conrado del Campo: Cuarteto núm. 8 en mi mayor “A la muerte de su madre” & Cuarteto núm. 9 en re mayor “Apasionado”. Cuarteto Diotima. Aula de (Re)estrenos. Fundación Juan March, 14 de febrero.
Babelia
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