Joyce DiDonato, un paradigma de afectos dolorosos
La diva estadounidense encabeza el reparto de una excelente versi¨®n en concierto de ¡®Dido y Eneas¡¯ de Purcell en el regreso al Teatro Real de Il Pomo d¡¯Oro con su magn¨ªfico coro y la direcci¨®n de Maksim Emelianichev
¡°Paradigma affectus dolorosi¡±. Con estas tres palabras resume el tratadista Athanasius Kircher, en Musurgia universalis (1650), el llanto conmovedor de la hija de Jephte al final del oratorio hom¨®nimo de Giacomo Carissimi. Lo pudimos comprobar, el pasado domingo, 4 de febrero, en el Teatro Real, escuchando el bell¨ªsimo lamento Plorate colles, dolete montes a la soprano Carlotta Colombo. Pero todav¨ªa m¨¢s, poco despu¨¦s, con Joyce DiDonato cantando el lamento When I am laid in earth que constituye el cl¨ªmax de la ¨®pera Dido y Eneas, de Henry Purcell.
Volv¨ªa la diva estadounidense al escenario madrile?o con Il Pomo d¡¯Oro y la direcci¨®n desde el clave de Maksim Emelianichev. Pero, en esta ocasi¨®n, al margen de un recital conceptual vinculado a la promoci¨®n de un lanzamiento discogr¨¢fico. Y como protagonista de un doble programa, en versi¨®n de concierto, formado por dos maravillosas composiciones del siglo XVII: un oratorio y una ¨®pera. Una gira europea que arranc¨®, el pasado 2 de febrero, en Londres, y terminar¨¢ el d¨ªa 16 en Essen, tras pasar por el Palau de la M¨²sica de Valencia (ma?ana d¨ªa 6), el parisino Th¨¦?tre des Champs-Elys¨¦es (el d¨ªa 8), la ciudad danesa de Aalborg (el 10) y la Elphilharmonie de Hamburgo (el 14).
Si hay un nexo remoto entre Jephte y Dido y Eneas quiz¨¢ sea el uso de un sobrecogedor lamento como colof¨®n. Por lo dem¨¢s, son dos composiciones que hemos conservado casi por casualidad, al no haber ning¨²n impreso de la ¨¦poca o aut¨®grafo vinculado a su creador. Tampoco son obras f¨¢ciles de fechar ni es posible conocer las circunstancias precisas de su estreno. Los manuscritos que Carissimi don¨® al Collegium Germanicum de Roma se perdieron a comienzos del siglo XVIII y su oratorio m¨¢s famoso nos ha llegado en una copia francesa de 1649. Y, aunque la ¨²nica ¨®pera de Purcell se interpret¨®, en 1689, en un internado femenino de Chelsea, es posible que fuera compuesta con antelaci¨®n para la corte inglesa. En todo caso, nos ha llegado incompleta (falta el pr¨®logo y el final del segundo acto) y su fuente musical m¨¢s temprana data de finales del siglo XVIII.
Emelianichev precedi¨® el oratorio de Carissimi de una sinfon¨ªa ajena a la obra, pues la composici¨®n arranca directamente con la introducci¨®n narrada en recitativo. Aparte de la calidad del conjunto instrumental, donde sobresalieron varios m¨²sicos espa?oles, como el violinista Jes¨²s Merino, el contrabajista Ismael Campanero Nieto y el tiorbista Miguel Rinc¨®n, destac¨® el coro. Un conjunto vocal creado por Il Pomo d¡¯Oro, en 2021, que conforman 18 cantantes casi todos italianos y ampliamente experimentados en el repertorio barroco (entre sus integrantes est¨¢, por ejemplo, la inolvidable soprano Rosanna Bertini).
Aunque el coro aport¨® todos los solistas del oratorio, a excepci¨®n de los dos protagonistas, impresionaron m¨¢s en conjunto. Fue el caso de Fugite, cedite, impii , que son¨® en ideal stile concitato, y del bello coro final a seis partes, Plorate filii Israel, con esas expresivas disonancias que Handel tom¨® prestadas en su oratorio Sans¨®n. Entre los solistas, el tenor Andrew Staples fue un Jephte s¨®lido y musical, aunque la soprano Carlotta Colombo elev¨® m¨¢s alto la parte de su hija. Una voz luminosa y ¨¢gil que convirti¨® Plorate colles en lo mejor del oratorio junto al coro que cierra la obra.
Pero la composici¨®n principal del programa era la ¨®pera de Purcell, tal como quedaba claro en la portada del exiguo programa de mano. Emelianichev arranc¨® con una incisiva y fren¨¦tica obertura que record¨® el tono extremo y crujiente habitual de su mentor Theodor Currentzis. En adelante encontr¨® un ideal equilibrio entre br¨ªo y musicalidad, con un admirable manejo de los coros y las danzas, a pesar del excesivo protagonismo de las percusiones de Koen Plaetinck.
En el apartado vocal, la aparici¨®n sobre el escenario de DiDonato eclips¨® al resto del reparto. En el primer acto, la diva estadounidense exhibi¨® un ideal tinte dram¨¢tico como Dido con un registro medio cremoso y ¨¢gil que aprovech¨® el leve cambio de coloraci¨®n de sus graves. Pero fue en el tercer acto donde escuchamos sus mejores momentos, tanto en su amargo d¨²o con Eneas como en el famoso lamento, que cant¨® con entrega y sin el menor efectismo. Fue lo mejor de la noche junto al coro final With Drooping Wings You Cupids come.
La ascendente soprano egipcia Fatma Said dio vida a una l¨ªrica y convincente Belinda. Colombo y Staples volvieron a destacar, respectivamente, como Segunda mujer y como Eneas. El tenor brit¨¢nico afront¨® con solidez una parte m¨¢s pensada para un bar¨ªtono ligero. Y entre los secundarios, destacar la imponente aparici¨®n, en el segundo acto, de la mezzosoprano Beth Taylor como Bruja y del contratenor Hugh Cutting como Esp¨ªritu. El coro de Il Pomo d¡¯Oro volvi¨® a aportar en Purcell solistas admirables, como las hechiceras que cantaron las sopranos Alena Dantcheva y Anna Piroli, aunque volvi¨® a despuntar en conjunto, tanto en la escena de la cueva con las brujas del segundo acto como al final.
¡®Jephte¡¯ & ¡®Dido y Eneas¡¯
Música de Giacomo Carissimi. Andrew Staples, tenor (Jephte), Carlotta Colombo, soprano (Hija de Jephte). Coro y orquesta de Il Pomo d’Oro. Dirección musical y clave: Maxim Emelyanychev.
Música de Henry Purcell. Libreto de Nahum Tate. Joyce DiDonato, mezzosoprano (Dido), Fatma Said, soprano (Belinda), Andrew Staples, tenor (Eneas), Hugh Cutting, contratenor (Espíritu), Carlotta Colombo, soprano (Segunda mujer), Beth Taylor, mezzosoprano (Bruja), Massimo Altieri, tenor (Marinero), Alena Dantcheva, soprano (Primera hechicera), Anna Piroli, soprano (Segunda hechicera). Coro y orquesta de Il Pomo d’Oro. Dirección musical y clave: Maxim Emelyanychev. Teatro Real, 4 de febrero.
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