El Cuarteto Danel relata la cr¨®nica vital y humana del superviviente Mieczys?aw Weinberg
El conjunto franco-belga inicia en la Fundaci¨®n Juan March la primera integral en Espa?a de los 17 cuartetos del compositor polaco-sovi¨¦tico en paralelo al estreno de su ¨®pera ¡®La pasajera¡¯ en el Teatro Real
¡°Era f¨¢cil morir en aquella ¨¦poca¡±. Lo reconoce el compositor Mieczys?aw Weinberg (Varsovia, 1919 - Mosc¨², 1996) en el relato de su angustiosa y traum¨¢tica huida de Varsovia, en septiembre de 1939, tras la invasi¨®n nazi. All¨ª dej¨® a sus padres y a su hermana, que fueron deportados y murieron, cuatro a?os despu¨¦s, en el campo de concentraci¨®n de Trawniki. Fueron 17 d¨ªas en los que camin¨® hasta Minsk bajo las balas, sin comida ni bebida. Y asisti¨® a constantes muestras de humillaci¨®n y salvajismo de los nazis, como cuando un soldado de las SS destroz¨® con la culata de su fusil el cr¨¢neo de un anciano jud¨ªo mientras obligaba a otro a tragarse parte de los sesos que se hab¨ªan desparramado por el suelo.
Pero, lejos de plasmar esas atrocidades en su m¨²sica, el Cuarteto n¨²m. 2, que inici¨® en 1939, tras asentarse en la capital bielorrusa, se abre con un bell¨ªsimo e id¨ªlico tema en sol mayor. Lo comprobamos el mi¨¦rcoles 13 de marzo, en el primero de los cinco recitales del Cuarteto Danel, en la Fundaci¨®n Juan March, donde se podr¨¢n escuchar, por vez primera en Espa?a, la integral de los 17 cuartetos del compositor que forj¨® una triple identidad polaco-jud¨ªo-sovi¨¦tico, tal como explica su m¨¢ximo especialista, David Fanning, en el extenso programa de mano que incluye abundantes fotos in¨¦ditas cedidas por Olga Rajalskaia, viuda de Weinberg. Un ciclo planteado en paralelo al reciente estreno espa?ol de su ¨®pera La pasajera, en el Teatro Real.
Quiz¨¢ no haya mejor cr¨®nica vital y humana de Weinberg que la audici¨®n de todos sus cuartetos de cuerda. Un corpus de m¨²sica maravillosa que se suma a una ingente producci¨®n con 26 sinfon¨ªas, seis conciertos, siete ¨®peras, tres ballets, cinco cantatas, unas 30 sonatas y m¨¢s de 200 canciones (sin contar sus m¨¢s de 60 bandas sonoras o sus partituras para el teatro, la radio y el circo), que se est¨¢ descubriendo internacionalmente en las ¨²ltimas tres d¨¦cadas. Pero el cuarteto de cuerda es el ¨²nico g¨¦nero que abarca toda su vida creativa, desde 1937 hasta 1986, a pesar de dos breves lapsos. El primero fue motivado por la persecuci¨®n antisemita de Stalin, a partir de 1948, que le llev¨® a la c¨¢rcel, y el segundo, en los a?os setenta, est¨¢ relacionado con su mayor dedicaci¨®n a escribir ¨®peras.
El Cuarteto Danel fue el primero en grabar una integral de los cuartetos de Weinberg, entre 2006 y 2009 (CPO). En la actualidad ya hay una segunda grabaci¨®n completa, del Cuarteto de Silesia (CD Accord), y otra en marcha, del Cuarteto Arcadia (Chandos). Pero el conjunto franco-belga fue pionero en reunir todas las partituras de Weinberg para esa formaci¨®n. Lo reconoc¨ªa ayer a EL PA?S su primer viol¨ªn, Marc Danel, ya que despu¨¦s de la muerte del compositor, en febrero de 1996, visit¨® a su viuda en Mosc¨². Le faltaban los cuartetos n¨²ms. 1, 2, 3 y 5, y ella le prest¨® los aut¨®grafos originales del compositor para que pudiera fotocopiarlos. ¡°De repente me vi en el metro de Mosc¨² con las fuentes ¨²nicas de cuatro cuartetos de Weinberg¡±, comentaba aterrado el violinista.
Tres de esos cuartetos sonaron ayer en la Fundaci¨®n Juan March. Un recital que se abri¨® con el juvenil Cuarteto n¨²m. 1 en do mayor, op. 2 , que Weinberg escribi¨® en Varsovia, en 1937. Se trata de su primera composici¨®n importante, cuyo manuscrito se llev¨® consigo en su referida odisea hasta Minsk huyendo de los nazis. Una obra muy influenciada por Bart¨®k y Szymanowski que el compositor revis¨®, en 1985, directamente en su aut¨®grafo y le puso otro n¨²mero de cat¨¢logo: op. 141. ¡°Hay cambios, pero a m¨ª me resulta muy similar al original. Y la genialidad del compositor ya estaba en la primera versi¨®n¡±, reconoc¨ªa ayer el violinista Marc Danel. Su interpretaci¨®n al frente del Cuarteto Danel no termin¨® de transmitir la ansiedad de esos pentagramas juveniles tan plagados de cromatismos y densamente contrapunt¨ªsticos. Son¨® m¨¢s interesante el nocturnal andante tranquilo y, todav¨ªa mejor, el obsesivo finale con ese etnicismo jud¨ªo que tanto influir¨ªa despu¨¦s en Shostak¨®vich.
Sigui¨®, antes del descanso, el Cuarteto n¨²m. 2 en sol mayor, op. 3 escrito en Minsk y con ese referido inicio en un mundo sin ansiedades ni obsesiones. Las terribles vivencias del compositor le llevaron a dejar a un lado la congesti¨®n de su primer cuarteto y buscar un flujo m¨¢s libre y l¨ªrico. Pero el cautivador primer movimiento de tinte neocl¨¢sico, que son¨® en la March con m¨¢s agilidad que transparencia, dio paso a un andante y un allegretto donde acecharon las tensiones vividas. No obstante, el primer destello musical de la noche lo escuchamos en el extrovertido presto final. Se trata de otra partitura que Weinberg revis¨®, en 1986, e incluso rehizo como su Sinfon¨ªa de c¨¢mara n¨²m. 1, op. 145, pero donde es f¨¢cil reconocer la influencia que tuvo en Shostak¨®vich y, especialmente, en sus cuartetos n¨²m. 2 y n¨²m. 6.
Lo mejor de la noche se escuch¨® en la segunda parte. Los Danel arrancaron con una interpretaci¨®n excepcional del Cuarteto n¨²m. 3 en re menor, op. 14, una composici¨®n que Weinberg escribi¨® en Taskent, en 1944, a donde fue evacuado desde Minsk durante la Segunda Guerra Mundial, pero que no fue estrenada hasta 2007 por este mismo conjunto franco-belga. El compositor la reelabor¨®, en 1987, como su Sinfon¨ªa de c¨¢mara n¨²m. 2, op. 147, y recupera en sus pentagramas la audacia de su primer cuarteto al tiempo que promulga un estilo improvisado y meditativo que facilit¨® el lucimiento del conjunto. El violinista Marc Danel elev¨® con imaginaci¨®n los pasajes m¨¢s evocadores, en el andante sostenuto, mientras elevaba sus pies del suelo en un alarde de contorsionismo. Y despu¨¦s lider¨® el monotem¨¢tico finale cuya melod¨ªa fue pasando con brillantez por los cuatro instrumentos.
Sin duda, el Cuarteto n¨²m. 4 en mi bemol mayor, op. 20 fue lo mejor de este primer recital. Una composici¨®n escrita en Mosc¨², en 1945, donde redactar¨ªa el resto de sus cuartetos, y en el inicio de su amistad con Shostak¨®vich, de quien el humilde Weinberg siempre se sinti¨® un disc¨ªpulo y hasta un hermano. El Cuarteto Danel ofreci¨® una interpretaci¨®n de referencia de esta densa obra. Un allegro commodo fluido y con admirables solos, donde destac¨® el violonchelista Yovan Markovicth, e imponentes texturas de conjunto. La alocada tocata del moderato assai, que recuerda a Prok¨®fiev, incluy¨® el lucimiento casi improvisatorio del violista Vlad Bogdanas. Y ese lucimiento prosigui¨® en la intensa marcha f¨²nebre, del largo marciale, junto al del segundo viol¨ªn Gilles Millet, que adquiri¨® proporciones sinf¨®nicas sin perder su halo de melancol¨ªa. La obra se cerr¨® con una compacta versi¨®n del disperso finale al que los integrantes del Cuarteto Danel insuflaron misterio y tensi¨®n.
El recital concluy¨® entre bravos con la repetici¨®n del extrovertido presto que cierra el Cuarteto n¨²m. 2, que ahora tocaron con m¨¢s garra que en la primera parte. Se avecinan muchas experiencias musicales en los pr¨®ximos d¨ªas en la Fundaci¨®n Juan March, que se pondr¨¢n seguir en directo o por streaming. El viernes, 15 de marzo, se podr¨¢n escuchar dos de los cuartetos m¨¢s interesantes de Weinberg. Caso del trepidante Cuarteto n¨²m. 5, op 27, de 1945, pero tambi¨¦n su regreso al g¨¦nero, tras probar la brutalidad estalinista, con el Cuarteto n¨²m. 7, op. 59, de 1957, que incluye una de sus mayores joyas musicales con ese himno al consuelo que es el allegretto. El s¨¢bado, 16 de marzo, se podr¨¢ escuchar en una doble sesi¨®n su ¡°enfrentamiento cuartet¨ªstico¡± con Shostak¨®vich, de los cuartetos 9-12, cuando ambos compositores trabajaron codo con codo y se influyeron mutuamente. Y la ma?ana del domingo, 17 de marzo, el ciclo concluir¨¢ con su cuarteto m¨¢s ambicioso, el n¨²m. 15, de 1979, y esa a?oranza de la juventud perdida que es el n¨²m. 17, de 1986, que cierra el ciclo.
Mieczys?aw Weinberg: integral de los cuartetos de cuerda (I)
Mieczys?aw Weinberg: Cuarteto núm. 1 en do mayor, op. 2/op. 141; Cuarteto núm. 2 en sol mayor, op. 3/op. 145; Cuarteto núm. 3 en re menor, op. 14 y Cuarteto núm. 4 en mi bemol mayor, op. 20.
Cuarteto Danel. Fundación Juan March, 13 de marzo.
Babelia
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