¡®Peque?as cartas indiscretas¡¯: una agradable, aunque menor, comedia brit¨¢nica sobre la obscenidad
Olivia Colman est¨¢ una vez m¨¢s perfecta como mujer dulce y desamparada; Jessie Buckley, desgarbada y pendenciera, se divierte. Pero del enfrentamiento no saltan demasiadas chispas de gracia y sorpresa
¡°Esto es m¨¢s real de lo que pueda parecer¡±, reza una leyenda sobreimpresionada en la pantalla en el primer instante de la pel¨ªcula brit¨¢nica Peque?as cartas indiscretas. Y as¨ª es: la estramb¨®tica historia de la devota solterona que, junto a otras vecinas de la peque?a localidad inglesa de Littlehampton, empez¨® a recibir cartas insultantes y obscenas en la primera posguerra mundial es muy cierta: ¡°Querida Gladys, gracias a Dios que mataron a tu padre, zorra asquerosa. Vuestro sitio es una cueva, sucios follaconejos. Te mereces el infierno, vieja puta decr¨¦pita¡±. Una misiva as¨ª ser¨ªa capaz de desestabilizar a casi cualquiera, pero en los a?os veinte del siglo XX y en una pac¨ªfica comunidad el asunto adquiere tintes policiales.
Tanto por el p¨®ster como por la extravagancia del relato, la ambientaci¨®n y ese sentido de comunidad tan particular, Peque?as cartas indiscretas huele a tentativa de renacimiento de las maravillosas 17 comedias que, entre 1947 y 1955, cre¨® la productora brit¨¢nica Ealing, con Ocho sentencias de muerte, Whisky a go-go, Pasaporte para Pimlico y El quinteto de la muerte como buques insignia de un estilo basado en la excentricidad, el talante amablemente anarquista y la alteraci¨®n del orden y el estatus social. Sin embargo, no les llega. A Thea Sharrock como directora le faltan detalles de puesta en escena con los que ensalzar situaciones con enormes posibilidades, y el guionista Jonny Sweet no acaba de encontrar un tono que, un siglo despu¨¦s de los acontecimientos, podr¨ªa haber sido bastante m¨¢s atrevido. Ambos se conforman con componer una comedia agradable para todo tipo de p¨²blicos, y en cierto modo lo logran, confiando en que su excelso reparto eleve su trabajo hasta el carisma del clasicismo c¨®mico, pero la pel¨ªcula acaba teniendo un recorrido bastante menor que el que se podr¨ªa adivinar por sus caracter¨ªsticas iniciales.
Olivia Colman est¨¢ una vez m¨¢s perfecta como mujer dulce y desamparada, capaz de provocar la mayor las ternuras y, en apenas un parpadeo, dar un grito de rabia y sacar la arp¨ªa que suelen llevar dentro sus personajes. Jessie Buckley, desgarbada y pendenciera, se divierte, se emborracha en los pubs, suelta un taco cada cuatro palabras y tiene relaciones con un hombre negro en medio de las habladur¨ªas del puritanismo. Es decir, es una mujer libre y valiente, fuera de su tiempo. Sin embargo, del enfrentamiento entre ambas, que ya hab¨ªan coincidido en la magn¨ªfica La hija oscura compartiendo personaje en distintas ¨¦pocas, no terminan de salir demasiadas chispas de gracia y sorpresa. Timothy Spall, como el cruel padre de Colman, completa un plantel que, de todos modos, sostiene una obra que sus creadores han querido rodear de feminismo.
Es la ¨¦poca del movimiento sufragista, citado textualmente para ser denigrado por parte del patriarcado, y Harrock, forjada como directora teatral, envuelve el relato de una sororidad comandada por una ¡°agente de polic¨ªa femenina¡±, como se llamaban en la ¨¦poca, y adem¨¢s negra. No obstante, pese a los deseos de modernizaci¨®n, Peque?as cartas indiscretas es un tanto a?eja y nunca profundiza en el subtexto que pulula alrededor de un caso que lleg¨® a los peri¨®dicos e incluso al parlamento: la hipocres¨ªa de la sociedad. Quiz¨¢ a algunos espectadores les valga con la presencia de sus int¨¦rpretes y lo levemente agradable que es la pel¨ªcula, pero si a la salida les da por buscar en plataformas una buena comedia de la Ealing se dar¨¢n cuenta de la (gran) diferencia.
Peque?as cartas indiscretas
Dirección: Thea Sharrock.
Intérpretes: Olivia Colman, Jessie Buckley, Anjana Vasan, Timothy Spall.
Género: comedia. Reino Unido, 2023.
Duración: 102 minutos.
Estreno: 5 de abril.
Babelia
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