Meritorios arrestos antes los miuras
El Fandi, Escribano y Esa¨² Fern¨¢ndez ofrecen una actuaci¨®n muy digna ante una corrida ¨¢spera, dura y correosa de la legendaria divisa, que cerr¨® el ciclo sevillano
El Fandi y Manuel Escribano recibieron a sus toros de rodillas en la puerta de chiqueros, y all¨ª pasaron un aut¨¦ntico quinario. Ninguno de los cuatro acudi¨® con limpieza al cite, y, por el contrario, salieron distra¨ªdos, con la mirada perdida, deslumbrados, quiz¨¢, y pusieron en serio peligro a los toreros, en unos momentos de alt¨ªsima tensi¨®n y peligro. Tambi¨¦n cruz¨® el di¨¢metro del ruedo Esa¨² Fern¨¢ndez cuando los clarines avisaron de la salida del sexto, y tuvo algo m¨¢s de suerte, pues el toro sali¨® al trote y permiti¨® una limpia larga cambiada como pre¨¢mbulo de una tanda de aceptables ver¨®nicas.
Solo por esos momentos, sufridos por el p¨²blico con el coraz¨®n encogido y en completo silencio, mereci¨® la pena esta corrida de Miura, compuesta por seis ejemplares t¨ªpicos de este hierro, largos, de mucho peso ¡ªcuatro de ellos rondaron los 600 kilos¡ª, y con las ideas muy claras para no permitir posturas aflamencadas ni faenas art¨ªsticas. Ni uno solo humill¨® y acometi¨® con nobleza a los enga?os; ninguno se comport¨® como una alima?a, pero no regalaron una sola embestida, y ofrecieron un largo repertorio de asperezas y dificultades que exigieron una muy digna actitud y entrega valerosa de los lidiadores. Dos de los miuras hicieron una buena pelea en varas, y los dem¨¢s empujaron con la cara por las nubes y de costado, todos esperaron y pusieron en aprietos a los banderilleros, y los seis repitieron la misma lecci¨®n en el tercio final: corto viaje, cara a media altura, derrote final y preocupantes miradas.
El Fandi, Escribano y Esa¨² Fern¨¢ndez estuvieron por encima de las dificultades de los toros, muy firmes los tres, solventando con profesionalidad y sapiencia la dureza de sus oponentes.
No hubo, l¨®gicamente, ninguna faena redonda, porque la lidia a los toros de Miura es otra liga, pero s¨ª un derroche de verg¨¹enza y de casta torera que La Maestranza reconoci¨® y respet¨®.
En contra del criterio de los m¨¦dicos, volv¨ªa a la plaza Manuel Escribano despu¨¦s de la heroica tarde de s¨¢bado, d¨ªa 13, en la que sufri¨® una cornada en el muslo derecho y la fractura de una costilla. Fue recibido con una cerrada ovaci¨®n tras el pase¨ªllo, y anduvo por all¨ª como si estuviera en plenitud de facultades f¨ªsicas.
El y El Fandi compartieron el tercio de banderillas en sus cuatro toros, y si bien fue m¨¢s loable su empe?o que la ejecuci¨®n de los pares -todos a toro pasado, a excepci¨®n del ¨²ltimo de Escribano, al quiebro desde el estribo de las tablas- ofrecieron un espect¨¢culo para gran regocijo de los tendidos.
Escribano no rehuy¨® la pelea ni perdi¨® la cara a sus oponentes. Sereno, con claridad de ideas y confiado, inici¨® la faena de muleta a su primero con dos pases cambiados por la espalda en los medios y le rob¨® estimables muletazos por ambas manos. Brind¨® el otro a la banda de m¨²sica, que son¨® en su honor el s¨¢bado al volver de la enfermer¨ªa, y super¨® los ga?afones de otro animal soso y complicado.
Se ha dicho que esta es la primera corrida de Miura que mata El Fandi, y, en verdad, se lo tom¨® como un serio compromiso. Con cierta desconfianza ante su complicado primero, super¨® el mal trago con oficio, y se le vio m¨¢s entonado ante el cuarto, tan correoso como los dem¨¢s. El presidente le neg¨® la oreja cuando sus m¨¦ritos fueron los mismos que los de Esa¨² Fern¨¢ndez, que s¨ª la pase¨® del tercero.
Esa¨² mat¨® con eficacia, al igual que el granadino al cuarto, y se mantuvo firme ante su lote, empe?ado en no obedecer, con la cara suelta en cada embestida y la escopeta cargada en todo momento.
Felizmente, los tres toreros salieron de la plaza por sus propios pies, y la ganader¨ªa de Miura mantuvo su leyenda en la corrida que, un a?o m¨¢s, puso el punto final a la Feria de Abril.
Miura/El Fandi, Escribano, Fern¨¢ndez
Toros de Miura, muy bien presentados, desiguales en varas -cuarto y quinto empujaron, y el sexto acudió largo al caballo-, noblotes, cortos de embestidas, correosos, ásperos, incómodos y dificultosos.
David Fandila El Fandi: media estocada y un descabello (ovación); estocada (petición y vuelta).
Manuel Escribano: media estocada atravesada y baja _aviso_ y un descabello (ovación); media tendida (ovación).
Esaú Fernández: estocada tendida (oreja); media estocada (silencio).
Plaza de La Maestranza. 21 de abril. Decimoquinta y última corrida de abono de la Feria de Abril. Lleno.
Babelia
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