?De qu¨¦ trata tu libro?
Y la respuesta que m¨¢s utilizo es ¡°de lo que est¨¢ escrito en ¨¦l¡±
En tiempos inciertos, inseguros, al 23 de abril no le faltan nunca paseantes indecisos. Entre ellos, los que buscan un libro y para saber cu¨¢l podr¨ªan comprar examinan los rostros de los que est¨¢n firmando (mejor si en ese momento no firman nada, pues est¨¢n m¨¢s desprotegidos) y prueban a ver si la intuici¨®n les dice que est¨¢n a un paso del libro de su vida. De su vida, o de algo parecido, bastar¨ªa con que tuviera alguna relaci¨®n con su vida hoy de paseantes dubitativos buscando un libro en el D¨ªa del Libro.
De ah¨ª que en ocasiones se produzca esa escena en la que el inseguro paseante, tras darle un repaso al aspecto f¨ªsico y moral de quien firma ¨Ccomo si eso fuera suficiente para llegar a una buena deducci¨®n¨C, termine por acercarse y formular la pregunta que se oye bastante en toda feria que se precie: ¡°?De qu¨¦ trata tu libro?¡±. Lo m¨¢s recomendable en estos casos es responder con amabilidad y elogiar el l¨®gico inter¨¦s de cualquier lector por saber qu¨¦ le quieren endosar.
Yo s¨¦ que, en muchas de esas ocasiones, el indeciso paseante ignora lo mucho que le ha costado al autor cuadrar su compleja novela, el tormento que han llegado a causarle las palabras, las horribles horas de sufrimiento, de indecisi¨®n y de dram¨¢tica inseguridad que hay detr¨¢s de la dura construcci¨®n de su novela. Eso explicar¨ªa que a veces la pregunta ¡°de qu¨¦ trata el libro¡± altere tanto a quien lo firma y que no es otro que aquel que, mientras lo escrib¨ªa, lleg¨® a preguntarse tantas cosas y algunas de ellas quedaron sin respuesta o no resueltas del todo, lo que ha dejado una inseguridad un tanto abismal al autor.
?De qu¨¦ trata tu libro? Recuerdo lo que respondiera Juan Benet a Eduardo Mendoza en el bar del Plaza de Nueva York cuando Mendoza le pregunt¨® qu¨¦ estaba escribiendo: ¡°Llevo 200 p¨¢ginas de una novela y a¨²n no s¨¦ de qu¨¦ trata¡±.
De qu¨¦ trata tu libro, preguntan. Y la respuesta que m¨¢s utilizo es ¡°de lo que est¨¢ escrito en ¨¦l¡±. Una vez, respond¨ª recurriendo a Simenon y a la trama que dec¨ªa que no pod¨ªa fallar: ¡°Trata de una persona que ve amenazada la posici¨®n que tantos a?os le cost¨® alcanzar y es capaz de absolutamente todo para conservarla¡±.
Conozco escritores paranoicos que cuando les hacen la pregunta, piensan que les est¨¢n hablando de si era necesario escribir ese libro. Basta ver el susto en sus rostros para comprender que los preguntados delatan estar probablemente adscritos a lo que el a?orado Sergio Chejfec llam¨® ¡°la virtual Internacional de seres inseguros¡±. En otros tiempos, tal vez esto suced¨ªa menos. Pero ahora hay m¨¢s personas indecisas que nunca, busc¨¢ndose a s¨ª mismas. El a?o pasado, una joven a todas luces irresoluta (no estoy seguro, pero la imagino socia de ¡°la virtual Internacional de seres inseguros¡± de Chejfec), me dijo de pronto, mientras segu¨ªa tanteando si le conven¨ªa mi libro: ¡°Yo antes era indecisa, ahora ya no s¨¦ lo que soy¡±.
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