¡®El especialista¡¯: un producto previsible y prescindible con Ryan Gosling

Observo que en la promoci¨®n de El especialista destacan que est¨¢ dirigida por David Leitch, autor de Bullet Train. Imagino que esto es un reclamo apasionante para ingente cantidad de espectadores. No es mi caso. Tampoco logr¨¦ llegar al final de ella. Ni siquiera logr¨® retenerme el protagonismo de Ryan Gosling, actor apreciable de ver y escuchar. Me pareci¨® una idiotez insoportable, con in¨²tiles pretensiones de gracia disparatada. Y creo que tambi¨¦n abandon¨¦ sin concluir su metraje otras famosas obras de este se?or como At¨®mica y Fast & Furious: Hobbs and Shaw. Denominan lo que ¨¦l hace como cine espectacular. Me encanta el espect¨¢culo, pero imagino que cada espectador tiene un concepto distinto de lo que supone un gran espect¨¢culo. Yo me aburro infinitamente en el fren¨¦tico universo de Marvel, las ¨²ltimas entregas de la saga gal¨¢ctica, sobredosis de superh¨¦roes, las infinitas aventuras de Harry Potter (aunque celebro que tantos cr¨ªos descubran el cine gracias a ese tipo incansablemente m¨¢gico) y cosas as¨ª, siempre bendecidas por la taquilla. Pero desear¨ªa que el actual cine de aventuras fuera capaz de parir pel¨ªculas comparables a las hermosas y ¨¦picas El hombre que pudo reinar, El viento y el le¨®n o el primoroso bautizo de Indiana Jones. Pero, bueno, cada uno se divierte como quiere o como puede.

La pel¨ªcula, pensada y realizada con ambiciones de ¨¦xito masivo, ofrece el protagonismo a un especialista. Son esa legendaria gente que sustituye a los int¨¦rpretes haciendo proezas acrob¨¢ticas, simulando accidentes, peleando, volando por el aire, exponi¨¦ndose a accidentes aparatosos, jug¨¢ndose frecuentemente la piel en una profesi¨®n de riesgo. Se merecen el homenaje, pero la aventura de uno de ellos que describe aqu¨ª David Leitch me provoca escaso encanto.

Es rutinario cine de acci¨®n, con personajes que no me provocan ni fr¨ªo ni calor. Inicialmente describe la historia de amor entre un especialista tan profesional como buena gente con una operadora de c¨¢mara. Este sufrir¨¢ un accidente en un rodaje que le dejar¨¢ incapacitado durante mucho tiempo. Volver¨¢n a reencontrarse cuando ella est¨¢ rodando su primera pel¨ªcula como directora. El todav¨ªa maltrecho doble de acci¨®n volver¨¢ a su trabajo con dos misiones complicadas. Encontrar a la desaparecida y muy tarada estrella masculina de esa pel¨ªcula y reanudar la historia con su antiguo y nunca extinguido amor.

Se supone que ocurren muchas y trepidantes cosas en esta pel¨ªcula, que alterna el humor y la acci¨®n, que todo es divertido, de guante blanco y al gusto de un tipo de espectador. Yo la veo sin la menor intriga y me cuesta notable esfuerzo recordar demasiadas cosas de ella.

Todo tiene un punto de parodia, los personajes buenos y los p¨¦rfidos. Hay continuo movimiento pero me resulta cansino, incluidas sus bromas y sus gui?os. Y el director conf¨ªa ciegamente en el encanto de Ryan Gosling y su qu¨ªmica con la actriz Emily Blunt. Imagino que este se?or, especializado en sus arrebatadoras ca¨ªdas de ojos, lo posee, pero generalmente soy inmune a ¨¦l. Me gust¨® mucho en Drive, pero casi siempre encuentro algo artificioso en ¨¦l. No pertenezco a su ejercito de fans. Y Emily Blunt, cuya interpretaci¨®n de la atormentada esposa de Robert Oppenheimer me pareci¨® muy poderosa, aqu¨ª me parece intrascendente, previsible, desganada. No consigo pillarle la gracia a David Leitch, aunque aseguren que la tiene.