Peter Balakian, escritor de origen armenio: ¡°Los cr¨ªmenes que ocurren en Gaza tendr¨¢n que ser juzgados, tambi¨¦n los de Ham¨¢s¡±
El poeta, ganador del premio Pulitzer en 2016, reconstruye en ¡®El perro negro del destino¡¯ la historia de su familia armenia superviviente del genocidio y emigrada a Estados Unidos
Diez a?os despu¨¦s de que se publicara su primer libro en prosa, el poeta y profesor Peter Balakian (Nueva Jersey, 72 a?os) ganador del premio Pulitzer en 2016, pudo a?adir una importante coda final a las memorias sobre su familia armenia, supervivientes del genocidio de 1915. Ahora, El perro negro del destino, premiado con el PEN/ Albrand en 1998, llega al espa?ol en su versi¨®n m¨¢s completa, traducido por Rosa Mar¨ªa Bautista y publicado por la Biblioteca Lite...
Diez a?os despu¨¦s de que se publicara su primer libro en prosa, el poeta y profesor Peter Balakian (Nueva Jersey, 72 a?os) ganador del premio Pulitzer en 2016, pudo a?adir una importante coda final a las memorias sobre su familia armenia, supervivientes del genocidio de 1915. Ahora, El perro negro del destino, premiado con el PEN/ Albrand en 1998, llega al espa?ol en su versi¨®n m¨¢s completa, traducido por Rosa Mar¨ªa Bautista y publicado por la Biblioteca Literatura y Derechos Humanos de Berg Institute. ¡°El libro ha seguido vendi¨¦ndose desde hace m¨¢s de 20 a?os. ?Qui¨¦n lo hubiera imaginado? Yo soy poeta¡±, explicaba el autor en una cervecer¨ªa cl¨¢sica del centro de Madrid, donde ha participado en dos charlas antes de visitar Barcelona para ofrecer una lectura en la Facultad de Derecho de la Universidad de Barcelona este martes. Recuerda Balakian su primer viaje a Espa?a como mochilero en los setenta y una ruta que hizo por Andaluc¨ªa en la d¨¦cada siguiente, y pregunta con desparpajo si la foto de Hemingway que ha visto en la puerta del local sirve para atraer turistas. Luce una melena despeinada y un bolso de kilim armenio.
¡°Fue algo extraordinario poder incluir esa ¨²ltima parte de mi viaje a Alepo y lo que all¨ª encontr¨¦ sobre la vida de mi abuela. Aquel viaje fue un regalo extraordinario. La siguiente vez que visit¨¦ el lugar fue con el equipo televisivo del programa 60 minutes para llegar al cementerio m¨¢s grande que hay del genocidio armenio. Era 2010 y unos meses m¨¢s tarde el pa¨ªs estall¨®¡±, cuenta Balakian, cuya obra en verso y prosa ha acercado desde los a?os setenta al p¨²blico estadounidense a la historia armenia. Hoy, la violencia y el asesinato de civiles prosigue y la palabra genocidio vuelve a ser objeto de disputa. ¡°Genocidio, deportaci¨®n, migraci¨®n son palabras horriblemente universales. Es una parte enorme de la historia de los armenios, pero no son los ¨²nicos¡±, reflexionaba. ¡°He tenido la suerte de poder visitar lugares donde mis antepasados vivieron y la comunidad armenia tuvo una presencia importante, y me ha ocurrido que poco despu¨¦s de estar all¨ª esos lugares han quedado destruidos, como Cizre, la ciudad del sudeste de Turqu¨ªa donde hasta 1915 hubo una fuerte comunidad armenia y que visit¨¦ en 2015. Una semana despu¨¦s el Gobierno siti¨® el lugar para atacar a los kurdos. Es horrible pensar que se repite la historia de tus antepasados¡±.
Descendiente de armenios por l¨ªnea paterna y materna, en su libro de memorias Balakian recuerda con humor y ternura su infancia y juventud en un suburbio acomodado de Nueva Jersey, su inter¨¦s por el f¨²tbol americano, compartido con su padre, un m¨¦dico que invent¨® bebidas isot¨®nicas; sus amigos jud¨ªos del barrio, su rebeld¨ªa y conexi¨®n con la contracultura de los setenta ¡ªla lectura de Allen Ginsberg en su universidad a la que asisti¨® su burguesa madre armenia es un episodio memorable¡ª. De ni?o y adolescente ten¨ªa un escaso, por no decir nulo, conocimiento de la tragedia que marc¨® la historia de los suyos. La comida y las costumbres de las mujeres de su familia daban un toque ex¨®tico a su hogar, pero no fue hasta mucho despu¨¦s cuando indag¨® y descubri¨® aquella aterradora historia. La poes¨ªa y la literatura, escribe, fue el camino que le llev¨® hasta all¨ª, en parte gracias a sus t¨ªas paternas. Una de ellas, Nona, fue una reputada cr¨ªtica literaria de The New York Times y la otra, Anna, una acad¨¦mica volcada en el movimiento simbolista en Francia. ¡°Las mujeres de la familia eran poderosas, acad¨¦micas, mujeres de negocios, llenas de arrojo. Mi abuela a¨²n sigue en mis poemas de 2022 y mi madre, a¨²n viva, ha seguido cocinando hasta los 92¡å, explica. ¡°Mi t¨ªa Anna pensaba que la poes¨ªa no ten¨ªa que acercarse al mundo y era muy r¨ªgida en esto. Yo opt¨¦ por otro camino, la historia armenia ha sido muy importante en mi obra, y no he tratado de esquivar ni el trauma ni la violencia. Lo m¨ªstico no tiene que estar totalmente separado del mundo, en mi generaci¨®n los escritores y poetas quer¨ªamos estar en el mundo¡±.
Como joven poeta conoci¨® en una de las veladas en casa de su t¨ªa a William Saroyan. ¡°?l puso al pueblo armenio en el mapa y su trabajo es un buen recordatorio del poder que tiene el arte. Una gente, una historia y una cultura pr¨¢cticamente borrados surgen en sus p¨¢ginas llenas de vida. Sus relatos son lo que m¨¢s me gusta y lamento que hoy no sea tan le¨ªdo¡±, puntualiza, y a?ade que es en la obra de poetas como Yeats, T.S. Eliot, Hart Crane o Sylvia Plath donde ha encontrado mayor inspiraci¨®n para su escritura. ¡°En Salman Rushdie, Derek Walcott, Maxine Hong Kingston, encontr¨¦ la mezcla de otras culturas con la americana y tambi¨¦n en los escritores afroamericanos como Toni Morrison, James Baldwin o Ralph Ellison¡±.
Profesor de literatura en la Colgate University desde 1980, Balakian recuerda en El perro negro del destino su participaci¨®n en las protestas estudiantiles contra la guerra de Vietnam. ?C¨®mo ve el movimiento de protesta que esta primavera ha encendido los campus estadounidenses? ¡°Las protestas son actos de participaci¨®n pol¨ªtica y c¨ªvica importantes. Los estudiantes ejercitan sus voces y sus preocupaciones ¨¦ticas como ciudadanos de una democracia son importantes. Para m¨ª lo fueron en mi juventud. En EE UU, m¨¢s all¨¢ de Vietnam, hubo protestas contra el apartheid y m¨¢s recientemente con el movimiento Black Lives Matter, como ahora con Palestinian Voices. El profesorado entiende las protestas pac¨ªficas. Llevar a la polic¨ªa a los campus es contraproducente¡±, estima, y aclara que cualquier acto claramente definido como antisemita no debe ser pasado por alto. ¡°Creo que la mayor parte de lo que est¨¢ ocurriendo es una crisis pol¨ªtica. Los conservadores de Make America Great Again han usado las acusaciones de antisemitismo para atacar la educaci¨®n universitaria¡±.
Tambi¨¦n la organizaci¨®n de escritores PEN, de la que Balakian ha sido un activo miembro, ha suspendido su gala y festival este mes de mayo por los desencuentros entre sus miembros con motivo de Gaza. ¡°En una organizaci¨®n como PEN deber¨ªa haber espacio para que haya distintas opiniones. Esto es una crisis que habr¨¢ que superar, no puede ser que la gente simplemente se vaya porque no est¨¢n de acuerdo unos con otros, habr¨¢ que sentarse y hablar¡±, afirma.
?D¨®nde se coloca ¨¦l, que tanto ha luchado para combatir la propaganda turca que negaba el genocidio armenio, respecto de la pelea sobre si ese t¨¦rmino se aplica o no a lo que ocurre hoy en Gaza? ¡°Los cr¨ªmenes contra la humanidad que ocurren en Gaza tendr¨¢n que ser juzgados por la Corte Penal Internacional y ah¨ª quedar¨¢n definidas legalmente esas atrocidades. Tambi¨¦n tendr¨¢n que ser juzgados los cr¨ªmenes de Ham¨¢s. Pero el nivel de violencia en Gaza es algo que no se hab¨ªa visto en mucho tiempo, hay una enorme asimetr¨ªa entre las fuerzas. No faltan voces de israel¨ªes como el acad¨¦mico Omer Bartov, un historiador del Holocausto, que dicen que todo apunta en la direcci¨®n de un genocidio. Yo soy cauto a la hora de dar una definici¨®n legal¡±.