As¨ª cre¨® Tony Iommi el heavy metal con Black Sabbath: ¡°Esa es la pregunta de los 10 millones de d¨®lares¡±
El guitarrista, el ¨²nico que ha estado en el grupo desde 1968, rescata los discos de la etapa m¨¢s desconocida de los inventores del rock duro y habla para EL PA?S sobre una infancia t¨®xica, el accidente que lo cambi¨® todo y hasta Taylor Swift
A Tony Iommi nunca le quiso su padre. Fue hijo ¨²nico y se crio en una casa donde sus progenitores se peleaban con frecuencia. Model¨® una personalidad asustadiza: se alteraba por cualquier cosa, se met¨ªa debajo de la manta y encend¨ªa una lucecita. Para sentirse aislado y seguro. Tambi¨¦n dorm¨ªa con la l¨¢mpara siempre alumbrando su peque?o cuarto de un barrio popular de Birmingham. Un psic¨®logo tendr¨ªa algo que decir sobre c¨®mo un ni?o miedoso arm¨® a?os m¨¢s tarde el sonido m¨¢s oscuro y tenebroso jam¨¢s escuchado en ese momento en el rock. ¡°Me afect¨® mucho ese ambiente de mi infancia. Fue dif¨ªcil de gestionar. Cuando ves que tu familia se pelea y suceden otras cosas¡ Fue muy dif¨ªcil, s¨ª¡±, cuenta por tel¨¦fono Iommi a este peri¨®dico.
Existe un amplio consenso sobre la trascendencia musical de Iommi (Birmingham, Inglaterra, 76 a?os): ¨¦l fue el creador con su guitarra del sonido del heavy metal cuando ni siquiera exist¨ªa ese t¨¦rmino. Fund¨® a finales de los sesenta Black Sabbath junto a Ozzy Osbourne (voz), Bill Ward (bater¨ªa) y Geezer Butler (bajo). Los cuatro primeros discos del cuarteto (Black Sabbath y Paranoid, ambos en 1970; Master of Reality, 1971, y Vol. 4, 1972) conforman la base de un sonido oscuro y denso que decenas de bandas han reconocido como influencia can¨®nica. Por citar unos pocos: Queen, Judas Priest, Elton John, Pearl Jam, Guns N¡¯Roses, Iron Maiden, Metallica¡ Hasta un tipo tan poco metalero como Justin Bieber se ha reconocido seguidor de Black Sabbath.
El contexto y las casualidades ayudaron a Iommi a llegar a este entramado s¨®nico tan turbio. Primero fue una infancia t¨®xica con una familia obrera en un oscuro Birmingham post Segunda Guerra Mundial. El bater¨ªa de Black Sabbath, Bill Ward, defini¨® as¨ª Aston, la zona de Birmingham donde naci¨® la banda: ¡°Si crec¨ªas all¨ª ten¨ªas tres opciones: trabajar en una f¨¢brica, montar una banda de rock o ir a la c¨¢rcel¡±. Iommi trabajaba desde los 15 a?os, cuando dej¨® el colegio. Fontanero, limpiador de almacenes, reponedor de tuercas¡ Mientras, tocaba en bandas locales. Con 17 a?os, ocurri¨®: cumpliendo su jornada laboral en una f¨¢brica de chapas met¨¢licas, puso la mano entre en una pieza y la m¨¢quina de soldar y le reban¨® la punta de los dedos centrales de su mano derecha. Mucha sangre y los huesos sobresaliendo. Su carrera como guitarrista apenas hab¨ªa arrancado y ya la pod¨ªa dar por finalizada. Durante la convalecencia y bajo una nube de depresi¨®n, su capataz en la f¨¢brica le regal¨® con toda la intenci¨®n un disco de Django Reinhardt, un virtuoso guitarrista de jazz que no dej¨® de tocar a pesar de tener dos dedos incapacitados. Ese fue el principal incentivo para Iommi.
La mano da?ada era la derecha, cuyos dedos ten¨ªa que desplazar por el m¨¢stil, ya que Iommi es zurdo. Debi¨® colocarse en los dedos heridos unas pr¨®tesis fundiendo una botella de pl¨¢stico y luego a?adiendo una protecci¨®n de cuero. Y aprender de nuevo a tocar. Eligi¨® unas cuerdas m¨¢s ligeras, de banjo, que combin¨® con las de guitarra. Con esa nueva din¨¢mica de manipular la guitarra, junto a la combinaci¨®n del grosor de las cuerdas, consigui¨® esa sonoridad grave y expansiva que luego se llam¨® heavy metal.
Contada la historia, la pregunta es procedente: ?cree que si no hubiese tenido el accidente en su mano no hubiera conseguido nunca esa oscuridad procedente de la guitarra? ¡°Esa es la pregunta de los 10 millones de d¨®lares¡±, se carcajea Iommi, que habla desde su residencia, situada en la costa inglesa. ¡°Nunca se sabe. Lo que est¨¢ claro es que el accidente me hizo trabajar m¨¢s duro, luchar por algo en lo que cre¨ªa y superar desaf¨ªos. Ahora todo ha avanzado t¨¦cnicamente, pero entonces tocar la guitarra sin las yemas de dos dedos era complicado. No pod¨ªa hacer lo que los otros guitarristas, as¨ª que invent¨¦ mi estilo y sali¨® ese sonido tan grande¡±. Hubo otra inspiraci¨®n, esta vez cinematogr¨¢fica. ¡°Me encantaban las pel¨ªculas de terror. Y a Geezer tambi¨¦n. Hab¨ªa un cine frente a nuestro local de ensayo y pon¨ªan cintas de Boris Karloff. Me gustaba la m¨²sica de las escenas intensas y quer¨ªa crear ese sonido amenazante dentro de mi guitarra¡±. La voz angustiada de Ozzy Osbourne complet¨® la obra.
Se habl¨® mucho en su tiempo de la influencia de las drogas y de cierta tendencia al ocultismo de la banda. Iommi, que sigue tocando con un enorme crucifijo colgando de su cuello, reconoci¨® en sus memorias, Iron Man: My Journet Through Heaven and Hell with Black Sabbath (2012, solo en ingl¨¦s), su inter¨¦s en la nigromancia y que tuvo una ¨¦poca en la que devor¨® los libros de Lobsang Rampa, un monje tibetano especialista en ocultismo y fen¨®menos paranormales. En su autobiograf¨ªa, el guitarrista relata alg¨²n episodio: ¡°Sal¨ª de mi cuerpo. Fue extra?o. Flotaba por la habitaci¨®n y me miraba desde el techo. Y pod¨ªa salir de la habitaci¨®n, atravesar paredes e ir al tejado. Parece una locura, pero una vez incluso fui por la playa¡±. Asegura que hace muchos a?os que no lo practica, al igual que el consumo de drogas. ¡°Oh, dios, hace d¨¦cadas. Ya ni me acuerdo cu¨¢ndo lo dej¨¦. Nosotros nunca hab¨ªamos tomado coca¨ªna y otras drogas, hasta que llegamos a Estados Unidos [para la grabaci¨®n de Vol. 4, 1972], donde otras bandas de all¨ª nos ofrecieron. Al principio influy¨® en nuestra m¨²sica porque nos abri¨® un poco la mente. Pero a medida que pasa el tiempo y sigues consumiendo se convierte en un problema: ya no te abre la mente y te atrapa¡±. Tambi¨¦n dej¨® de fumar. Pero sigue bebiendo. ¡°Eso siempre, nunca lo dej¨¦: vino, champ¨¢n... Lo que sea¡±.
Iommi figura como el ¨²nico miembro de Black Sabbath que ha estado durante los 55 a?os de vida del grupo, desde 1968. El guitarrista ha vivido ¨¦pocas de gloria y actuaciones para unos pocos, cuando el rock duro se encontraba de capa ca¨ªda. Quiz¨¢ lo m¨¢s llamativo haya sido el carnaval de cantantes: adem¨¢s de los dos m¨¢s apreciados, Ozzy Osbourne y Ronnie James Dio (con el que grab¨® el soberbio Heaven and Hell, 1980), tambi¨¦n han puesto voz a sus composiciones Ian Gillan, Rob Halford, Glenn Hughes o Tony Martin. A la etapa de este ¨²ltimo est¨¢ dedicado el nuevo lanzamiento de Iommi, Anno Domini 1989-1995 (disponible desde el 31 de mayo), que incluye cuatro discos que grab¨® durante la etapa en la que Tony Martin fue la voz de Black Sabbath: Headless Cross (1989), Tyr (1990), Cross Purposes (1994) y Forbidden (1995). ¡°Son discos que era dif¨ªcil encontrar, incluso no estaban en plataformas digitales, as¨ª que ahora los recuperamos. Fue complicado para Tony Martin. Antes de ¨¦l hab¨ªan estado Ozzy, Dio y Gillan, los tres cantantes con gran reputaci¨®n. A Tony le fich¨¦ porque me gustaba mucho su voz, pero era un desconocido para el gran p¨²blico. Fue un gran desaf¨ªo para ¨¦l y tuvo que aprender sobre la marcha, pero lo logr¨®. Ah¨ª est¨¢n los discos para demostrarlo¡±.
La charla contin¨²a con una reflexi¨®n sobre todo lo que ha cambiado la industria de la m¨²sica desde que ¨¦l comenz¨®, donde el disco de vinilo era el ¨²nico formato y las canciones se constru¨ªan como una aventura de siete, ocho o nueve minutos: totalmente diferente a la actualidad. Iommi no se apunta al discurso derrotista y nost¨¢lgico: ¡°La m¨²sica est¨¢ en continuo cambio, ya desde la ¨¦poca del jazz. Yo estoy atrapado en una ¨¦poca y me cuesta salir de ah¨ª, pero entiendo que la gente joven escuche otra m¨²sica. Tiene que haber nuevas ideas que aporte la juventud. Me parece bien¡±. ?Qu¨¦ opina, por ejemplo, de Taylor Swift? Se carcajea antes de responder: ¡°Bueno, parece que todo es Taylor Swift en este momento. Ya sabes, es otra generaci¨®n de personas que aman lo que ella hace. No pasa nada. A m¨ª no me interesa especialmente lo que hace ella, pero est¨¢ claro que le va muy bien¡±.
Al guitarrista le diagnosticaron un linfoma en 2011 que le tuvo convaleciente por un tiempo. Hoy dice tenerlo controlado: ¡°Gracias por preguntar. S¨ª, voy regularmente a los chequeos, me hago las pruebas de sangre y todo eso. Y me dicen que todo va bien¡±. Hace hincapi¨¦ en el libro que ¡°lo mejor¡± que ha hecho en su vida fue casarse con Maria Sj?holm, cantante sueca del grupo Drain STH. Lo hizo en 2005 despu¨¦s de tres matrimonios fracasados. Iommi tiene de una anterior relaci¨®n una hija, Toni-Marie Iommi, de 30 a?os, con una carrera musical como cantante.
La m¨²sica de Black Sabbath fue ninguneada durante mucho tiempo, quiz¨¢ por su procedencia obrera y su dureza. Hoy, su ciudad se rinde a la banda. ¡°Las cosas han cambiado, afortunadamente. Tenemos nuestro propio puente en Birmingham llamado Black Sabbath, un banco en una plaza con nuestra estatuas, un autob¨²s, que es negro... Cuando ¨ªbamos a Estados Unidos, nos preguntaban: ¡®?De d¨®nde sois?¡¯. De Birmingham. ¡®Eso est¨¢ en Londres, ?no?¡¯. Y les ten¨ªamos que explicar... Pusimos a Birmingham en el mapa. Est¨¢ bien que ahora se reconozca¡±. Incluso el Birmigham Royal Ballet ha realizado un espect¨¢culo con la m¨²sica de Black Sabbath. Iommi ha sido el invitado final alguna noche.
Despu¨¦s de los l¨®gicos altibajos, asegura que su relaci¨®n hoy con Ozzy Osbourne es ¡°muy buena¡±. Se llaman todas las semanas y se juntan de vez en cuando. No hay, sin embargo, nada planeado respecto a una reuni¨®n sobre el escenario. La ¨²ltima fue en agosto de 2022 en la ceremonia de los Juegos de la Commonwealth, que se celebraron en Birmingham: Iommi y Ozzy se juntaron con otros dos m¨²sicos para tocar los cl¨¢sicos de Black Sabbath Iron Man y Paranoid. ¡°Nunca puedes decir que Black Sabbath no volver¨¢ a un escenario. Lo que si puedes decir es que Black Sabbath nunca har¨¢ ya una gran gira, pero s¨ª podr¨ªamos organizar un concierto especial en alg¨²n momento. La primera vez que se fue Ozzy fue en los setenta, y ya se dec¨ªa que la banda se hab¨ªa acabado. Pero luego Ozzy volvi¨®, y se volvi¨® a ir. Lo mismo con Dio. Y seguimos. Ha sido as¨ª toda la vida, y siempre hemos continuado. As¨ª que nunca puedes decir que esto se ha acabado¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.