Javier Cercas o la RAE del siglo XXI
Su literatura m¨¢s madura, innovadora e imaginativa pertenece a esta centuria y ha contribuido como muy pocos escritores de cualquier lengua a transformarla por dentro y por fuera
Con Javier Cercas entra el siglo XXI en la Real Academia Espa?ola no porque Cercas sea un jovenzano, que no lo es (tiene 62 a?os), sino porque su literatura m¨¢s madura, innovadora e imaginativa s¨ª pertenece a este siglo y ha contribuido como muy pocos escritores de cualquier lengua a transformarla por dentro y por fuera. Lo que pudo ser una transformaci¨®n de alcance estatal ¨Dla relectura por parte de los nietos de la angustia y la derrota de la Guerra Civil en Soldados de Salamina¨D obtuvo un ¨¦xito internacional que trascendi¨® el instant¨¢neo y masivo impacto espa?ol, ayudado incluso por uno de sus promotores hoy a la Academia, Mario Vargas Llosa. Pero luego abri¨® el espectro de la experimentaci¨®n literaria con nuevos inventos: ya no se trataba solo de abordar la ficci¨®n con la naturalidad de la cr¨®nica y lograr efectos an¨¢logos, sino de someter a la ficci¨®n a la disciplina de la historia y la realidad f¨¢ctica. Esa fabulosa novela nueva e ins¨®lita que es Anatom¨ªa de un instante delataba una imaginaci¨®n moral y literaria superdotada para contar de forma trepidante y luminosa un episodio tenebroso de la historia espa?ola¡ que funcion¨® tambi¨¦n entre lectores que no ten¨ªan ni idea de qui¨¦n era Guti¨¦rrez Mellado ni Santiago Carrillo, como posiblemente suceda hoy entre los nuevos lectores de ese libro magistral.
No tengo ni idea de lo que ser¨¢ capaz de aportar a la Academia este fil¨®logo y escritor de formaci¨®n y vocaci¨®n gran¨ªtica, absorbente y patol¨®gica. S¨ª s¨¦ que a la RAE le sienta de maravilla que sustituya a otro gran novelista de la Espa?a contempor¨¢nea muy prematuramente fallecido, Javier Mar¨ªas, y que lo haga cuando la memoria de Francisco Rico sigue viva en su coraz¨®n de amigo (y en muchos otros m¨¢s). Es un lujo de la RAE tener entre sus miembros al escritor que m¨¢s ha hecho por inventar experimentos sin el lastre del experimentalismo (que es matar de aburrimiento a los lectores) y que ha sabido contar historias y conflictos morales sin dar el alto al personal en medio de la calle, sin se?alar la pizarra con la soluci¨®n m¨¢gica y sin renunciar a comprender las contradicciones m¨¢s ¨ªntimas de las personas. Es tan bueno que incluso regala a los lectores del futuro la posibilidad de descubrimientos imprevistos, como suceder¨¢ cuando alguno de ellos lea La velocidad de la luz y le consterne que hoy no pase por ser una de sus m¨¢s potentes obras (pero lo es). Su Enric Marco en El impostor o su Melchor Mar¨ªn del tr¨ªptico Terra Alta (con tanto del propio Cercas invisiblemente diseminado en el personaje) est¨¢n m¨¢s vivos que todos los vecinos de mi barrio (y es un barrio grande). No parece dif¨ªcil que sea capaz de revitalizar, ni que sea de vez en cuando, las discusiones en una casa tan virtuosa como a veces apartada de lo que mejor conoce Cercas: el mundo real.
Babelia
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