Javier Cercas: ¡°Proteger a Salman Rushdie es proteger la civilizaci¨®n¡±
El autor de ¡®Anatom¨ªa de un instante¡¯ present¨® en el Ateneo de Madrid el libro en el que Rushdie narra el ataque que casi le cuesta la vida hace dos a?os
Ni los puritanos ni los fan¨¢ticos tienen sentido del humor. Salman Rushdie (Bombay, 77 a?os) lo sabe bien, como record¨® esta ma?ana Javier Cercas en el Ateneo de Madrid. A las 9.30 de la ma?ana, las butacas del auditorio estaban llenas y entre el p¨²blico se encontraban desde el Ministro del Interior hasta la embajadora de EE UU en Espa?a; tambi¨¦n autores como Juan Gabriel V¨¢squez, Alma Guillermoprieto o M¨®nica Ojeda. Sobre el escenario Cercas, Rushdie y la periodista Montserrat Dom¨ªnguez, directora de contenidos de la Cadena SER, para hablar de Cuchillo, el libro que el escritor nacido en India y nacionalizado brit¨¢nico y estadounidense publica en espa?ol. Se trata de la narraci¨®n en primera persona del atentado que sufri¨® en agosto de 2022 a manos de un joven islamista radical, m¨¢s de 30 a?os despu¨¦s de que el ayatol¨¢ Jomeini emitiera una fetua contra el autor de Los versos sat¨¢nicos.
Rushdie estaba en 2022 en un escenario para participar en una charla cuando su asesino en potencia se lanz¨® contra ¨¦l y le asest¨® 15 pu?aladas. Perdi¨® un ojo y pas¨® casi un a?o hospitalizado, pero el autor de Hijos de la medianoche vuelve a subirse a un escenario para hablar de literatura. ¡°Debemos proteger a Rushdie a toda costa. Proteger a Rushdie es proteger la alegr¨ªa, la rosa, las ganas de vivir. Proteger a Rushdie es proteger la civilizaci¨®n¡±, enfatiz¨® Cercas, recordando un escrito suyo sobre el autor. ¡°Cuchillo no es un libro menor, es un acto de venganza y de alquimia porque transforma lo malo en belleza. La literatura es ¨²til siempre que no se lo propone¡±, expuso el novelista espa?ol. ¡°Sobre Rushdie pesa un enorme malentendido porque muchos piensan que es un escritor serio y solemne y que por eso ha sido v¨ªctima del fanatismo. Pero ¨¦l es un humorista como Cervantes, es extremadamente gracioso y por eso le detestan los fan¨¢ticos¡±. Rushdie a?adi¨® que su libro nace de un terrible acto de violencia, pero tiene humor, no quer¨ªa ser did¨¢ctico ni pesado.
Una de las cosas que sac¨® del ataque fue una conexi¨®n m¨¢s fuerte con su cuerpo: ¡°Si eres escritor est¨¢s menos conectado con tu cuerpo que digamos un deportista. Ahora he pasado por 1.001 doctores y este ¨¦nfasis en lo f¨ªsico es un cambio. En un hospital todo el mundo est¨¢ muy pendiente de que vayas al ba?o con regularidad, por ejemplo, algo que es muy extra?o si est¨¢s acostumbrado a tener cierta privacidad, eso se pierde. Hay algo absurdo, como si te convirtieras en El rinoceronte, la obra de Ionesco¡±, dijo haciendo gala de su fino humor.
Preguntado sobre el ataque en s¨ª, habl¨® de lo que sinti¨® al ser apu?alado, de c¨®mo escuchaba una voz interior que le dec¨ªa: ¡°no te mueras¡±. Nunca perdi¨® la conciencia hasta que en el hospital le sedaron. ¡°Quiz¨¢ todos tenemos ese instinto de supervivencia que no sabemos que est¨¢ ah¨ª hasta que lo necesitamos¡±, afirm¨®. ¡°Descubr¨ª que soy m¨¢s duro de lo que pensaba, que tengo una resistencia que no conoc¨ªa¡±.
Desde que en 1989 el ayatol¨¢ iran¨ª le se?al¨® como enemigo a aniquilar, Rushdie vivi¨® diferentes fases. Tras unos a?os f¨¦rreamente protegido en Reino Unido, se instal¨® en Nueva York. ¡°All¨ª en 25 a?os nunca sent¨ª que ten¨ªa un ¨¢pice de peligro. Hab¨ªa terminado la amenaza de terrorismo de Estado¡±, record¨®. ¡°No quiero parecer heroico, soy un experto mundial en seguridad y hay dos conceptos distintos: peligro y riesgo. Volv¨ª a hacer mi vida, porque no era tan arriesgado¡±.
Cercas record¨® una larga cena con Rushdie en Francia, y c¨®mo se pregunt¨® por las medidas de seguridad, hasta que comprendi¨® que en el restaurante solo estaba ocupada su mesa en la que alargaron la sobremesa. ¡°S¨ª, Javier, pero yo nunca he bebido gin & tonic, sino vodka tonic¡±, le corrigi¨® Rushdie. Sobre su relaci¨®n con la literatura en castellano habl¨® de Cervantes y de los autores del bum que editaba un sello de bolsillo cuando era estudiante ¡ª¡°pude leer a Cort¨¢zar, a Asturias, a Manuel Puig¡±¡ª. M¨¢s adelante lleg¨® Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, muy recomendado por un amigo. ¡°?Cien a?os? ?De soledad? ?De verdad crees que lo pasar¨¦ bien con esto?¡±, contaba que le dijo a ese amigo. Encontr¨® un eco en esa novela que reconoc¨ªa en las experiencias de su infancia en India y Paquist¨¢n, aunque ¡°Garc¨ªa M¨¢rquez privilegia la visi¨®n del pueblo y yo vengo de una gran ciudad, mi escritura es de la metr¨®polis¡±.
La literatura, los libros, no pueden cambiar el mundo y su influencia es muy limitada. ¡°Es muy inusual que un libro logre cambiar algo en el mundo, quiz¨¢ lo logr¨® Jane Fonda¡±, brome¨® Rushdie. ¡°La cuesti¨®n es c¨®mo tratar las atrocidades. Si las miras de frente en tus escritos puede ser demasiado horrible y si la esquivas es un truco. Hay que buscar un ¨¢ngulo¡±, reflexion¨® el autor de Cuchillo. Cercas habl¨® entonces del poder de las novelas para influir en un lector, uno a uno, y defendi¨® que la literatura puede cambiar la manera de mirar el mundo. ¡°Vivimos en la era de las mentiras, con Putin diciendo que los ucranianos son nazis y Trump que las elecciones de 2020 fueron fraudulentas. Mucha gente se acaba tragando estas falsedades¡±, advirti¨® Rushdie.
Babelia
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