De Carlos V a Dashiell Hammett y Humphrey Bogart: 500 a?os de historia del codiciado halc¨®n malt¨¦s
Una carta de 1524 conservada en la Real Academia de la Historia arroja nueva luz sobre la historia de la rapaz, convertida en estatuilla de oro y joyas por la literatura y el cine, y la Orden de los caballeros de San Juan de Jerusal¨¦n
¡°El material con el que se forjan los sue?os¡±. As¨ª se refer¨ªa Humphrey Bogart, en el papel del duro detective Sam Spade, al final de la pel¨ªcula El halc¨®n malt¨¦s, a la deseada estatuilla, supuestamente de oro y joyas, que representaba esa ave. Un ¡°pajarraco negro¡±, como tambi¨¦n lo llama, por el que matan y mueren varios de los personajes de la novela que hab¨ªa publicado Dashiell Hammett por entregas en los ¨²ltimos d¨ªas de 1929, adaptada al cine por John Huston en 1941 (hubo dos producciones anteriores que fracasaron). S¨ª, pero ?de d¨®nde sac¨® el escritor, antes detective privado, esta historia para montar una enrevesada trama poblada de personajes codiciosos y mentirosos? Para ello hay que retroceder 500 a?os, a comienzos de 1524, en Vitoria, donde se hab¨ªa aposentado la itinerante corte del emperador Carlos I de Espa?a y V del Sacro Imperio Romano Germ¨¢nico.
El C¨¦sar dirig¨ªa desde la ciudad vasca la liberaci¨®n de Fuenterrab¨ªa (Guip¨²zcoa), que hab¨ªa tomado su gran enemigo, el rey franc¨¦s Francisco I. Durante dos meses, el emperador recibi¨® a numerosas embajadas, entre ellas, la formada por tres miembros de la Orden de San Juan de Jerusal¨¦n: Diego ?lvarez de Toledo (de la casa de Alba), el italiano Gabriele Tadino de Martinengo, ingeniero militar, que hab¨ªa perdido un ojo en combate contra los turcos, y Antonio Bosio.
Hasta Vitoria hab¨ªan llegado procedentes de Rodas, ¡°donde hab¨ªan sido derrotados, en 1522, por el turco Solim¨¢n el Magn¨ªfico, que hab¨ªa dejado salir con vida a los caballeros por su bravura¡±, cuenta por tel¨¦fono el licenciado en Historia y periodista Ram¨®n Jim¨¦nez Fraile. Tras hacer escala en Creta, se desplazaron a Roma, ¡°donde debatieron con el papa Adriano VI sobre los lugares en los que podr¨ªan rehacer la Orden, surgida en el siglo XII con un hospital para peregrinos en Jerusal¨¦n¡±.
Los emisarios solicitaron al emperador, como cabeza de la cristiandad, que les concediese Malta. Este accedi¨®, como consta en la copia de una carta, conservada en la Real Academia de la Historia (RAH), en Madrid, con fecha del 24 de marzo de 1524. La escribi¨® el vitoriano Mart¨ªn de Salinas, embajador al servicio del hermano de Carlos V, el infante Fernando de Hungr¨ªa, archiduque de Austria. ¡°La novedad que hemos aportado con el an¨¢lisis de este documento es que nos encontramos ante el acta fundacional de Malta como naci¨®n, hace 500 a?os¡±.
A cambio de la isla, la Orden deb¨ªa entregar cada a?o, en la festividad de Todos los Santos, un halc¨®n al virrey de Sicilia, que era territorio de la Corona de Arag¨®n. Este se encargar¨ªa de hacerlo llegar al emperador, previa escala en Mallorca. Carlos eligi¨® esta rapaz ¡°porque en aquella ¨¦poca encarnaba la relaci¨®n de vasallaje, y su posesi¨®n confer¨ªa prestigio¡±.
En la carta, Salinas describe las negociaciones entre el emperador y los caballeros. Estos se mostraban reticentes, no por el tributo del halc¨®n, sino porque el acuerdo inclu¨ªa hacerse cargo de Tr¨ªpoli (Libia), entonces un presidio y que, como dice el texto, ¡°se les hac¨ªa grave por ser cosa dividida ¡ªalejada¡ª de la isla¡± de Malta. Finalmente, aceptaron.
Sin embargo, la entrega de Malta ¡°no se formaliz¨® hasta 1530, cuando los caballeros, rebautizados como de la Orden de Malta, se instalaron all¨ª¡±. Adem¨¢s, no enviaron el primer halc¨®n hasta 1539. ¡°No era nada f¨¢cil, hab¨ªa que cazarlos y tener un cuerpo de cetreros que los domesticara¡±. Asimismo, el largo y complicado viaje desde Malta les obligaba ¡°a mandar cada a?o varios ejemplares para asegurarse de que al menos uno llegase vivo¡±.
Esto motiv¨® que Malta, con el tiempo, ¡°se convirtiese en un centro de halcones para vender a cortes europeas¡±, dice Antonio de Castro, halconero mayor del Reino de Espa?a, ¡°oficio de Estado honor¨ªfico sancionado por la Corona¡±, aclara. ¡°Es tambi¨¦n el nombre con el que se designa al presidente del Real Gremio de Halconeros¡±, que promueve los valores culturales, diplom¨¢ticos y medioambientales de la cetrer¨ªa.
De Castro opina que, en lo que se refiere al halc¨®n, ¡°este solo ser¨ªa amansado en Malta para que hiciera la traves¨ªa y llegase a la corte en buen estado, mientras que el adiestramiento posterior correr¨ªa a cargo de los halconeros del rey¡±. ¡°De lo que s¨ª hay documentaci¨®n es del gran ceremonial con el que se entregaba al virrey de Sicilia. El gran maestre de la Orden era recibido en una sala, se arrodillaba y renovaba el juramento de fidelidad al emperador, todo acompa?ado de m¨²sica¡±.
?Cu¨¢nto tiempo lleva adiestrar un halc¨®n? ¡°El amansamiento es en torno a un mes, el tiempo en el que un halc¨®n silvestre acepta al humano como un aliado y no como un enemigo. Luego, el adiestramiento puede rondar los cinco meses, en los que se trata de reforzar sus aptitudes para que estas sean ¨²tiles al halconero. Y despu¨¦s, como los atletas, debe seguir un entrenamiento diario¡±.
En Espa?a, la tradici¨®n halconera se mantuvo por siglos, ¡°incluso cuando en el reinado de Fernando VI, a mediados del XVIII, el monarca prohibi¨® la cetrer¨ªa, pero a¨²n as¨ª ten¨ªa un cuerpo de halconeros para recibir al ave que llegaba cada a?o desde Malta¡±, agrega Jim¨¦nez Fraile. Este acuerdo pervivi¨® hasta que en 1798 Napole¨®n Bonaparte expuls¨® a los caballeros de Malta, sin oponer estos resistencia, ¡°ya que ten¨ªan prohibido guerrear contra cristianos¡±.
Y llegamos a la novela de Hammett, en la que pone en boca del personaje de Kasper Gutman, el orondo jefe de los delincuentes que buscan la estatuilla, la historia del halc¨®n. Comienza con hechos reales, explicando el origen de la Orden de San Juan, ¡°pero luego amalgama el relato con personajes reales e inventados¡±, y fabula que el primer a?o del tributo, 1539, los caballeros, por las riquezas que hab¨ªan acumulado (lo que era cierto por su actividad comercial y corsaria), deciden enviar un halc¨®n de oro y joyas, que nunca llegar¨¢ a su destino por caer en manos de piratas berberiscos. En los siguiente siglos pasar¨ªa por distintos due?os.
Hammett viv¨ªa en San Francisco, escenario de la trama, cerca de la biblioteca p¨²blica, ¡°en cuyo cat¨¢logo estaba una historia de los caballeros de Malta¡±, agrega el investigador. ¡°Adem¨¢s, en 1929, se distribuy¨® en EE UU el libro Malta of the Knights, de Elizabeth Wheeler Schermerhorn¡±. Resulta l¨®gico pensar que esos t¨ªtulos pudieran inspirar a Hammet. Lo de transformar el halc¨®n peregrino en uno de oro ¡°es una met¨¢fora de la codicia del capitalismo en el a?o de la gran crisis financiera mundial¡±.
Santiago ?lvarez, organizador del festival Valencia Negra y escritor, subraya que Hammett inaugur¨® con este t¨ªtulo, su mayor ¨¦xito, ¡°el hard boiled, la novela negra que refleja el mundo de la calle, duro, corrupto; fue el primero que cruz¨® la l¨ªnea que hab¨ªan trazado las novelas de Conan Doyle o Agatha Christie, es la ruptura con el modelo anterior¡±. En cuanto a la estatuilla, ¡°es un MacGuffin de manual, un elemento que pone en marcha una trama pero que en el fondo no tiene importancia¡±.
Respecto a la pel¨ªcula, ?lvarez dice que se dio una alineaci¨®n de circunstancias exitosas: ¡°Fue la primera de Bogart como protagonista y como gal¨¢n; al no estar acostumbrado, por el tipo de papeles que hab¨ªa hecho, tuvo que repetir hasta siete veces la que fue su primera escena con un beso largo; es tambi¨¦n el primer largometraje de Huston¡±. Ah, y la c¨¦lebre frase del et¨¦reo material del que estaba hecha la estatuilla no aparece en el libro: ¡°Es de Shakespeare y la incorpor¨® Bogart¡±.
Pese al ¨¦xito de la novela y del filme, Hammett no sac¨® tajada econ¨®mica. ¡°Se mantuvo fiel a sus principios, los de luchar por una sociedad mejor, y se convirti¨® en activista comunista¡±. Eso era jug¨¢rsela en los EE UU del macartismo. Incluso fue condenado a cinco meses de prisi¨®n, en 1951.
Ello no impidi¨® que la cinta se convirtiera en un cl¨¢sico y que la estatuilla de la pel¨ªcula, de 30 cent¨ªmetros de altura y unos 20 kilos de plomo, siguiera como objeto codiciado m¨¢s de setenta a?os despu¨¦s. Fue en una subasta, en 2013, en la neoyorquina casa Bonhams, donde alcanz¨® los 4.085.000 d¨®lares, al cambio de entonces, m¨¢s de tres millones de euros. Ya lo dec¨ªa el c¨¢ustico Sam Spade: ¡°Qu¨¦ tiene ese p¨¢jaro por el que todos se vuelven locos¡±.
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