Riccardo Muti convierte la solidaridad de Lampedusa hacia los migrantes en belleza, armon¨ªa y esperanza
El maestro italiano inaugura el Teatro naturale della Cava en la parte m¨¢s meridional de la isla italiana dirigiendo a una orquesta con varios instrumentos fabricados con la madera de las barcazas naufragadas
El compositor siciliano Giovanni Sollima (Palermo, 61 a?os) particip¨® en la interpretaci¨®n de su Stabat mater, la noche del 9 de julio, en Lampedusa, tocando un violonchelo de un colorido bastante llamativo. No fue el ¨²nico, pues en la Orquesta Juvenil Luigi Cherubini bajo la direcci¨®n de Riccardo Muti pudieron verse nueve violines, tres violas y otros dos violonchelos con esos extra?os colores. Se trata, en realidad, de instrumentos realizados con la madera de las barcazas de migrantes n¨¢ufragos.
La 28? peregrinaci¨®n musical del legendario maestro italiano, dentro del proyecto Los caminos de la amistad del Festival de R¨¢vena, ha tenido como destino esa peque?a isla italiana del mediterr¨¢neo. Hablamos del territorio europeo m¨¢s pr¨®ximo a Libia, cuya presencia en los medios suele estar relacionada con el tr¨¢nsito irregular de migrantes desde ?frica. Pero tambi¨¦n de un lugar donde la solidaridad ante la tragedia humanitaria ha impulsado la creatividad art¨ªstica. Y este proyecto de instrumentos de colores es un buen ejemplo de ello.
Su impulsor fue el poeta, editor y comisario art¨ªstico Arnoldo Mosca Mondadori (Mil¨¢n, 53 a?os) que explica as¨ª su detonante: ¡°Durante el desembarco de un cayuco divis¨¦ a un ni?o descalzo y congelado con la mirada perdida, y me pregunt¨¦ lo que pasar¨ªa si fuera mi hijo. Esa pregunta lleg¨® a atormentarme¡±.
Mosca Mondadori descubri¨® que esas barcazas eran destruidas por decisi¨®n gubernamental. Y convenci¨® a las autoridades para que le permitieran utilizarlas. As¨ª naci¨®, en 2022, el proyecto Metamorfosis de la Fondazione Casa dello Spirito e delle Arti. La madera se traslada a la Prisi¨®n de ?pera, en Mil¨¢n, donde varios reclusos asistidos por lutieres de Cremona convierten los restos de las barcazas en instrumentos de una orquesta: ¡°Pens¨¦ en el art¨ªculo 27 de la constituci¨®n italiana donde se establece que la pena de un preso debe ayudar a su reeducaci¨®n. Y ya hay varios internos que volver¨¢n a la sociedad convertidos en lutieres¡±.
El conjunto de instrumentos realizados, bautizado como La orquesta del mar, incluye violines, violas, violonchelos y contrabajos. Una colecci¨®n sin una ubicaci¨®n estable, pero que se quiere prestar a diversas orquestas y agrupaciones como testimonio de la miseria, la desesperaci¨®n y la pobreza de la que surgieron.
En esta ocasi¨®n, adem¨¢s de los instrumentos, se ha confeccionado un juego de batutas para Riccardo Muti. El maestro italiano (N¨¢poles, 82 a?os) exhibi¨® esas coloristas batutas realizadas con la madera de las barcazas durante su charla con la prensa previa al concierto en Lampedusa.
Aclar¨® la viabilidad de los instrumentos de la llamada Orquesta del mar: ¡°Obviamente no son stradivari o guadagnini, pero son perfectamente v¨¢lidos para tocar¡±. E insisti¨® en su dimensi¨®n simb¨®lica y espiritual: ¡°Con este proyecto han conseguido transformar maderas de muerte en maderas que producen belleza, armon¨ªa y esperanza¡±.
Muti record¨® el lema cisterciense Porta patet, cor magis (La puerta est¨¢ abierta, m¨¢s lo est¨¢ el coraz¨®n) tras visitar el monumento Porta d¡¯Europa, dedicado a los migrantes muertos en el mediterr¨¢neo. E insisti¨® en que su actuaci¨®n en Lampedusa no tiene ning¨²n color pol¨ªtico: ¡°Es el resultado de alguien que cree en la fraternidad, el amor y la generosidad con sus semejantes¡±.
Inauguraci¨®n del teatro
El concierto del director italiano tambi¨¦n ha servido para inaugurar oficialmente el Teatro naturale della Cava, ubicado al sur de la isla, en la parte m¨¢s meridional de Europa. Un espacio para la cultura situado en una antigua cantera de arenisca con vistas al mediterr¨¢neo que ha sido levemente modificada manteniendo su orograf¨ªa. ¡°Es un lugar visualmente a medio camino entre Egipto y Grecia del que emana un ambiente arcaico e intercultural¡±, asegur¨® Muti.
Un espacio al aire libre convertido en memorial de los migrantes n¨¢ufragos que se inspira en los versos de L¡¯infinito, de Giacomo Leopardi. Con un escenario abierto hacia el mar y un patio de butacas flanqueado por los restos de un barco de migrantes n¨¢ufragos y un muro con 368 cavidades, tantas como muertos en el naufragio m¨¢s grave registrado cerca de la isla, el 3 de octubre de 2013.
Esas cavidades fueron rellenadas por candelas de cera que se iban encendiendo seg¨²n avanzaba el concierto y anochec¨ªa. Tras la primera de las dos composiciones dirigidas por Muti, el maestro italiano hizo una breve pausa para que se contemplase el muro completamente iluminado, mientras se recitaba una oraci¨®n en ¨¢rabe.
El concierto hab¨ªa arrancado con la bienvenida de la Banda dell¡¯Associazione Culturale Musicale Lipadisa que toc¨®, bajo la direcci¨®n de Gaetano Palmeri, un arreglo del intermezzo de Cavalleria rusticana, de Mascagni. Prosiguieron varios cantos migrantes, compuestos, cantados y dirigidos por Rachele Andrioli frente a un conjunto vocal femenino y la recitaci¨®n, en dialecto siciliano, del referido poema L¡¯infinito, de Leopardi.
Pero las dos composiciones dirigidas por Muti al frente de la Orquesta Juvenil Luigi Cherubini fueron el foco del concierto. Primero escuchamos L¨©men | Samia | l¨©men, de Alessandro Baldessari, una impactante composici¨®n electr¨®nica extra¨ªda de la banda sonora del musical Non dirmi che hai paura basada en la novela de Giuseppe Catozzella que en Espa?a se ha titulado Correr hacia un sue?o (Grijalbo, 2014).
Este espect¨¢culo de teatro musical se pudo ver en el Festival de R¨¢vena, el pasado lunes, 8 de julio, y se centra en la tragedia de la atleta somal¨ª Samia Yusuf Omar que falleci¨®, en 2012, en un cayuco tratando de alcanzar la costa de Lampedusa. A la pieza electr¨®nica se ha a?adido una orquestaci¨®n realizada por Claudio Cavallin, contrabajista en la Orquesta Cherubini, que intensifica la evocaci¨®n de la muerte de Samia.
La composici¨®n result¨® sobrecogedora frente al mismo Mediterr¨¢neo donde se produjo esa tragedia, tambi¨¦n vivificada por las texturas orquestales dirigidas por Muti. Pero lo mejor del concierto fue el referido Stabat mater, de Sollima. Una composici¨®n nacida de un bello poema en siciliano antiguo, escrito por Filippo Arriva, que Sollima eleva con un estilo ecl¨¦ctico donde a¨²na m¨²ltiples tradiciones musicales y una amplia paleta instrumental que incluye glockenspiel y therem¨ªn.
La obra se escuch¨® levemente amplificada, aunque ello no impidi¨® apreciar la exquisita interpretaci¨®n dirigida por Muti. El nivel de humedad impidi¨® poder utilizar el therem¨ªn, si bien el ambiente lo compens¨® con creces. Destac¨® la naturalidad vocal que otorg¨® Nicol¨° Balducci a la parte solista de contratenor junto al compacto Coro de la catedral de Siena Guido Chigi Saracini. Ambos elevaron los n¨²meros finales cuando el dolor de la madre transforma la muerte del hijo en una emotiva evocaci¨®n de su infancia. Y culminaron con una conmovedora nana final a ritmo de siciliana, aderezada por el sonido del mar y el rumor de las candelas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.