Justin Hurwitz, compositor de ¡®La La Land¡¯: ¡°Un gran ¨¦xito puede hacerte perder el impulso creativo¡±

Ocho a?os despu¨¦s de su estreno, La ciudad de las estrellas (La La Land) no ha dejado la vida de sus creadores. O al menos su m¨²sica. El compositor Justin Hurwitz (Los ?ngeles, 39 a?os) ha dirigido desde entonces cientos de versiones live to picture (proyecciones de la pel¨ªcula con la banda sonora interpretada en vivo) en cuatro continentes, desde Australia hasta Jap¨®n. Adem¨¢s, Hurwitz est¨¢ preparando una edici¨®n para teatro con nu...

Ocho a?os despu¨¦s de su estreno, La ciudad de las estrellas (La La Land) no ha dejado la vida de sus creadores. O al menos su m¨²sica. El compositor Justin Hurwitz (Los ?ngeles, 39 a?os) ha dirigido desde entonces cientos de versiones live to picture (proyecciones de la pel¨ªcula con la banda sonora interpretada en vivo) en cuatro continentes, desde Australia hasta Jap¨®n. Adem¨¢s, Hurwitz est¨¢ preparando una edici¨®n para teatro con nuevas m¨²sicas que se estrenar¨¢ en Broadway. Su parada m¨¢s reciente ha sido la noche del viernes en el 18? Filmucit¨¦ de Tenerife, donde, frente a 1.600 personas, condujo a 90 m¨²sicos en el auditorio Ad¨¢n Mart¨ªn.

¡°Componer la m¨²sica de La La Land me cambi¨® la vida. El hecho de estar interpret¨¢ndola en Tenerife ocho a?os despu¨¦s de su lanzamiento no es nada que esperara¡±, dice Hurwitz a EL PA?S, minutos antes de entrar a dar una charla en el edificio de CajaCanarias y despu¨¦s de ensayar con la Orquesta Sinf¨®nica de Tenerife. Las arpas, trompetas, violonchelos y pianos desplegados para el concierto prueban la variedad necesaria para crear la melanc¨®lica y nost¨¢lgica, aunque tambi¨¦n emotiva y en¨¦rgica, banda sonora que acompa?a al drama ganador de seis premios Oscar, dos de ellos para Hurwitz (mejor m¨²sica y canci¨®n original). ¡°Solo espero que no haya cambiado mi manera sacrificada de trabajar y seguir teniendo tanto impulso para crear m¨²sica. A veces, cuando tienes un gran ¨¦xito, puedes perder ese fuego¡±, sostiene.

Es consciente de que la popularidad de la m¨²sica de La La Land lo ha llevado a relacionarse con un ¨²nico estilo. Las rese?as sobre su ¨²ltimo trabajo, Babylon, subrayaban su similitud con la m¨²sica que bailan y cantan Ryan Gosling y Emma Stone, principalmente en sus fases m¨¢s extenuantes. ¡°Es un sentimiento agridulce. Dulce en el sentido de tener un trabajo que es tan querido y que tenga este poder de permanencia. Al mismo tiempo, te gusta creer que tu mejor trabajo a¨²n est¨¢ por llegar. Sin embargo, en alg¨²n momento, cada artista tiene su mejor trabajo a sus espaldas; es la triste realidad de ser artista¡±.

El californiano ha conseguido que sus bandas sonoras se escuchen por s¨ª solas, de forma independiente y sin necesidad de acompa?ar a la pel¨ªcula. Hay cl¨¢sicos con m¨¢s peso popular como la ic¨®nica partitura de Nino Rota para El padrino, la Marcha imperial de Star Wars o los silbidos que compuso Ennio Morricone para El bueno, el feo y el malo. Pero el Mia & Sebastian¡¯s Theme de La La Land est¨¢ por encima en visualizaciones en plataformas como Spotify o YouTube. Fue el noveno vinilo m¨¢s vendido del 2017, los mismos por los que la gente pagaba el jueves 50 euros y hac¨ªa cola para que Hurwitz se los firmara. ¡°El objetivo ¨²ltimo es hacer que una partitura pertenezca inequ¨ªvocamente a una pel¨ªcula, que la escuches diez a?os despu¨¦s y sepas exactamente a filme acompa?a. Sin embargo, hay algunas composiciones incre¨ªbles que no son tan f¨¢ciles de escuchar fuera de la pantalla, porque a veces son muy sutiles o son, sobre todo, textura y no melod¨ªa. Se hace escuchable una banda sonora que pueda ser mel¨®dica y tener un sonido que puedas tararear, casi como si fuera m¨²sica pop¡±.

Una relaci¨®n sin fin

El caso de Hurwitz es uno de los de capital cultural heredado. Hijo de una bailarina profesional de ballet (Gail Hurwitz) y de un escritor (Ken Hurwitz), a los seis a?os ya tomaba clases de piano y dice que a los 10 ya compon¨ªa. ¡°El piano es el ¨²nico instrumento que puedo tocar, pero no a nivel profesional. Es parte de la raz¨®n por la que me interes¨¦ por la escritura. Odiaba tocar, me pon¨ªa muy nervioso en los recitales por el hecho de tener que memorizar la m¨²sica y no cometer errores. En los concursos siempre hab¨ªa alguien mejor que yo y m¨¢s joven, y as¨ª me di cuenta de que en lo que realmente era bueno era componiendo m¨²sica¡±.

Comenz¨® su carrera cuando a los 18 a?os conoci¨® al director de las cinco pel¨ªculas que ha compuesto, Damien Chazelle, de la misma edad. Hurwitz estudi¨® M¨²sica y Chazelle, Estudios Visuales y Ambientales, pero ambos coincidieron como compa?eros de piso desde el primer a?o en Harvard. ¡°Formamos una banda, los Chester French, conmigo en el piano y Damien en la bater¨ªa [al igual que su amigo, sab¨ªa que era bueno tocando un instrumento aunque no excelente]. Dejamos la banda en el segundo a?o para hacer cine y ellos continuaron con la agrupaci¨®n y consiguieron un contrato discogr¨¢fico¡±. El grupo grab¨® un segundo ¨¢lbum en 2012, mientras Chazelle y Hurwitz intentaban convencer a las productoras de filmar una a?oranza de los musicales de los 60, que era La La Land: ¡°Era muy extra?o, hasta frustrante, ver a tu antigua banda lograr ese ¨¦xito¡±.

La primera colaboraci¨®n entre ambos fue el proyecto de fin de carrera de Chazelle. ¡°Me dijo: ¡®Bueno, vamos a pedir dinero a nuestros amigos y familiares. Ya pensaremos c¨®mo vamos a pagarles, pero quiero una orquesta de verdad¡±. Lo que iba a ser un cortometraje de no m¨¢s de 20 minutos deriv¨® en un largometraje musical de 82 minutos, Guy y Madeline en un banco del parque (2009), sobre el romance entre un m¨²sico de jazz y una camarera atrapada en su cotidianidad. Un bosquejo para La La Land, en la que trabajaban ya en aquella ¨¦poca.

Ning¨²n estudio se arriesgaba con un g¨¦nero poco receptivo ¨D¡°A Hollywood no le gusta dar oportunidades a gente nueva. Les gusta confiar en los que ya han hecho pel¨ªculas, sean buenas o no¡±¨D, por lo que Chazelle decidi¨® escribir algunos minutos de una historia sobre un perfeccionista e intenso profesor que intenta corregir el tempo de su estudiante baterista con una desesperante tensi¨®n. El corto gan¨® en su secci¨®n el premio del jurado en Sundance en 2013 para despu¨¦s convertirse en la secuencia en la que J. K. Simmons le tira una silla a Miles Teller en Whiplash. Ser¨ªa el salto al ¨¦xito del d¨²o: cost¨® 3,3 millones de d¨®lares y recaud¨® 42 millones, adem¨¢s de ganar tres de los cinco premios Oscar a los que fue nominada.

Cumplieron el objetivo perseguido durante a?os de poder financiar La La Land. La historia, sobre una camarera aspirante a actriz y un pianista que busca su lugar en la escena de jazz, tiene muchas de las propias experiencias de sus creadores. Cuando Hurwitz se traslad¨® a inicios de 2010 a Los ?ngeles, trabaj¨® escribiendo guiones para la televisi¨®n (Larry David y La liga fant¨¢stica) para ¡°poder pagar mis facturas¡±.

La m¨²sica, y particularmente el jazz, se volvi¨® el sello de identidad de la filmograf¨ªa de Chazelle, y Hurwitz en el encargado de darles sonido. Antes de conocer a su amigo y colaborador, el compositor no escrib¨ªa ni era un gran fan¨¢tico del g¨¦nero nacido en Nueva Orleans: ¡°Lo que me encanta escuchar es la radio, el pop y el Top 40 . Cuando estoy en el coche en Los ?ngeles, que es la mayor parte del tiempo, solo escucho la radio¡±.

La colaboraci¨®n Chazelle-Hurwitz puede recordar a la de Spielberg-Williams, Anderson-Desplat o Paul Thomas Anderson-Greenwood, pero es m¨¢s intensa porque Chazelle no ha dirigido ninguna pel¨ªcula en la que Hurwitz no componga y Hurwitz no ha compuesto nada que no sea para una pel¨ªcula de Chazelle. ¡°No creo que vaya a pasar [trabajar con otros realizadores]. Tenemos una visi¨®n muy parecida sobre las pel¨ªculas y la m¨²sica que no s¨¦ si encontrar¨¦ en otros directores. Por el momento, es la ¨²nica colaboraci¨®n que necesito¡±. Una de las razones tiene que ver con que Chazelle le permite componer cuando est¨¢ escribiendo el guion, y no cuando la pel¨ªcula ya est¨¢ rodada, como suele pasar en la gran mayor¨ªa de los casos. ¡°Creo que es m¨¢s divertido ser parte del proceso. Y tambi¨¦n necesito mucho tiempo para encontrar las ideas correctas y los temas adecuados. No ser¨ªa capaz de encontrar una gran partitura en cuesti¨®n de semanas, como lo hacen otros grandes compositores. Soy lento y me gusta pensar mucho las cosas¡±.