California inyecta ox¨ªgeno a la lucha por el ¡®pissarro¡¯ del Thyssen expoliado por los nazis
Una nueva ley abre la puerta a que la familia retome la batalla por el cuadro que reclama desde hace casi 20 a?os, tras la ¨²ltima resoluci¨®n judicial que determin¨® que Espa?a tiene derecho a quedarse con la obra
Un cuadro presid¨ªa la habitaci¨®n que Claude Cassirer utilizaba como oficina. Era una reproducci¨®n de Rue Saint-Honor¨¦ por la tarde. Efecto de lluvia (1897), la obra del impresionista Camille Pissarro que ha sido el centro de una amarga disputa legal desde hace casi dos d¨¦cadas entre los Cassirer, el Gobierno de Espa?a y el Museo Thyssen de Madrid. ¡°Lo mand¨¦ hacer para mi padre. Lo enmarcaron de una forma preciosa. A veces produce ...
Un cuadro presid¨ªa la habitaci¨®n que Claude Cassirer utilizaba como oficina. Era una reproducci¨®n de Rue Saint-Honor¨¦ por la tarde. Efecto de lluvia (1897), la obra del impresionista Camille Pissarro que ha sido el centro de una amarga disputa legal desde hace casi dos d¨¦cadas entre los Cassirer, el Gobierno de Espa?a y el Museo Thyssen de Madrid. ¡°Lo mand¨¦ hacer para mi padre. Lo enmarcaron de una forma preciosa. A veces produce confusi¨®n porque cuando la gente lo ve cree que ya nos han devuelto el cuadro¡±, cuenta David Cassirer, hijo de Claude y nieto de Lilly Cassirer Neubauer, la due?a original de la obra, fallecidos en 2010 y 1962, respectivamente.
La copia del cuadro de Pissarro, que fue expoliado por los nazis a inicios de la Segunda Guerra Mundial, cuelga hoy en la sala de David, que acaba de cumplir 70 a?os. ¡°La miro todos los d¨ªas y en mi mente hablo con ella. Le digo ¡®vuelve a m¨ª, vuelve con nosotros¡¯¡±, dice Cassirer desde Denver, donde vive. La esperanza de que eso ocurriera parec¨ªa haberse anulado definitivamente el pasado enero, despu¨¦s de que el Tribunal de Apelaciones de California fallara en contra de los Cassier y sentenciara que Espa?a tiene derecho a retener el cuadro, refrendando varias decisiones judiciales anteriores en tribunales federales estadounidenses en 2015 y 2022. Los tres jueces del panel del Tribunal de Apelaciones consideraron de forma un¨¢nime que prevalece la norma espa?ola sobre la californiana, lo que afianz¨® la permanencia del Pissarro en Madrid, aunque la jueza Consuelo Callahan emiti¨® un voto particular para subrayar que ¡°Espa?a deber¨ªa haber renunciado voluntariamente al cuadro¡±.
Pero recientemente el Gobierno de California ha dado nuevo ox¨ªgeno a la s¨²plica de los Cassirer. Gavin Newsom, el gobernador del Estado, firm¨® el 16 de septiembre una ley para ayudar ¡°a los residentes a recuperar arte y propiedades robadas como resultado de una persecuci¨®n pol¨ªtica¡±. Newsom promulg¨® la norma en un evento en el Museo del Holocausto de Los ?ngeles, rodeado de miembros de la familia Cassirer. ¡°Es un imperativo moral y legal que se devuelvan estas valiosas piezas a sus leg¨ªtimos due?os¡±, asegur¨® el gobernador dem¨®crata. El mandatario est¨¢ promulgando por estos d¨ªas alrededor de 900 nuevas leyes estatales. Solo firma en persona un pu?ado. Fue su decisi¨®n convertir esta ceremonia en un acto simb¨®lico para exigir justicia.
La obra fue adquirida en 1976 por el bar¨®n Hans Heinrich von Thyssen-Bornemisza despu¨¦s de que pasara por varias manos. En 1993 vendi¨® su colecci¨®n a Espa?a. Su compleja historia se remonta a medio siglo antes. Lilly Neubauer, jud¨ªa, se vio obligada a venderlo a principios de 1939 por 900 marcos, unos 360 d¨®lares de hoy (322 euros), para pagar un visado y abandonar la Alemania nazi junto a su esposo, un m¨¦dico de M¨²nich, rumbo a Inglaterra. El dinero fue depositado en una cuenta a la que Lilly nunca tuvo acceso. Su hermana se qued¨® en Alemania para cuidar de su madre y muri¨® en Auschwitz. Claude Cassirer, nieto de Lilly, descubri¨® el cuadro, valorado en decenas de millones de d¨®lares, e intent¨® recuperarlo por gestiones diplom¨¢ticas. Cuando estas no funcionaron, inici¨® en 2005 una batalla legal por recuperarlo, explica David Cassirer.
La nueva ley, llamada Assembly Bill 2867 (AB 2867), comenz¨® a tomar forma despu¨¦s del ¨²ltimo rev¨¦s judicial. Ha sido redactada por el legislador local Jesse Gabriel, quien antes de saltar a la pol¨ªtica hizo carrera como abogado litigando para que algunas familias de sobrevivientes del Holocausto cobraran pensiones por su trabajo en los campos de concentraci¨®n nazis. Este verano, el asamble¨ªsta visit¨® Espa?a junto a una delegaci¨®n para tratar asuntos de energ¨ªa y comercio. En un tiempo muerto, acudi¨® al Thyssen para ver Rue Saint-Honor¨¦ por la tarde. Efecto de lluvia.
¡°Pensaba que la pintura ser¨ªa una de las piezas estelares, pero no es as¨ª. Est¨¢ en un ala con varios cuadros m¨¢s. Devolverla tendr¨ªa un costo m¨ªnimo para el museo. La colecci¨®n seguir¨ªa siendo impresionante¡±, se?ala Gabriel. ¡°Me pareci¨® incongruente la amabilidad y excelente disposici¨®n de los funcionarios del Gobierno con quienes nos reunimos con la resistencia a devolver una pintura que fue robada¡±, a?ade. La ley, apoyada por dem¨®cratas y republicanos, cita en su texto el caso Cassirer, pero Gabriel subraya que la normativa va m¨¢s all¨¢ de este litigio y de otros derivados del Holocausto. ¡°Env¨ªa un mensaje de que es tiempo de hacer lo correcto¡±.
El caso ha cobrado relevancia ¨²ltimamente en Estados Unidos, en un contexto en el que el antisemitismo ha aumentado. ¡°De los millones de obras de artes y propiedades culturales expoliadas por los nazis, un sinn¨²mero de objetos sigue sin ser devuelto a sus sue?os. Hoy, demasiados Gobiernos, museos, marchantes, galer¨ªas e individuos se resisten a los esfuerzos de restituci¨®n¡±, asegur¨® en marzo el secretario de Estado del pa¨ªs, Anthony Blinken, en un acto de conmemoraci¨®n de los 25 a?os de los Principios de Washington, un compromiso adoptado por 44 naciones, entre ellas Espa?a, para brindar justicia en los casos de arte expoliado por los alemanes.
Seg¨²n Sam Dubbin, abogado de los Cassirer en el caso junto al c¨¦lebre letrado David Boies, la nueva ley abre una nueva v¨ªa para las familias litigantes en EE UU. ¡°Deja muy claro que solo la ley de California y no las extranjeras, como la espa?ola, puede aplicarse en una disputa sobre arte robado. No es solo para las v¨ªctimas del Holocausto, sino para cualquiera que ha sido despojado de arte de su propiedad¡±, asegura v¨ªa telef¨®nica. El texto de la norma solo permite la reclamaci¨®n de arte robado hasta 100 a?os antes de su promulgaci¨®n.
Otros juristas se muestran esc¨¦pticos ante el alcance de la nueva ley. ¡°Es inconstitucional, no se mantiene dentro del orden legal¡±, asegura un abogado que conoce del caso, pero no quiere ser citado. Cree que el Congreso de California intenta cambiar las reglas del juego porque a una de las partes no le favorecen los fallos de las cortes federales. ¡°No le corresponde a California posicionarse en temas que competen a las leyes federales de Estados Unidos¡±, a?ade el letrado, quien vive y litiga en ese Estado.
Thaddeus Stauber, que representa a la Fundaci¨®n Colecci¨®n Thyssen-Bornemisza en el caso desde hace casi dos d¨¦cadas, se?ala que la legislaci¨®n de Espa?a sobre propiedad ha sido considerada por tribunales internacionales a la par que la de Alemania, el Reino Unido y otras naciones europeas, y que no es antisemita ni moralmente cuestionable. El abogado recuerda que en 1958 el Gobierno alem¨¢n indemniz¨® a la familia con 120.000 marcos alemanes, el monto que Lilly Neubauer solicit¨®, para poner fin a la reclamaci¨®n de la familia.
David Cassirer ha se?alado que estar¨ªa dispuesto a devolver el dinero a cambio de recuperar el cuadro. Su abogado, Sam Dubbin, afirma que el Noveno Circuito estadounidense como los tribunales alemanes coinciden en que ¡°Lilly nunca cedi¨® su derecho a la recuperaci¨®n f¨ªsica del cuadro¡±. Dubbin rechaza de manera tajante la creencia de que la familia intenta cobrar dos veces por la obra.
Stauber recuerda que tras un juicio completo y la confirmaci¨®n de que el Thyssen es el leg¨ªtimo propietario de la obra, el Tribunal de Apelaciones ha ordenado cerrar el caso. El Supremo del Estado de California se ha negado a recogerlo y poner en cuesti¨®n la ley espa?ola. Tras ese fallo, la familia Cassirer ya solo puede solicitar al Supremo examinar nuevamente el caso, cosa que ya hizo en 2022, bajo la luz de una nueva ley de California. Sin embargo, el abogado recuerda que los precedentes del alto tribunal se?alan que el Estado no puede aprobar leyes que dan un tratamiento especial a ciudadanos en reclamos de restituci¨®n moderna de obras de la Segunda Guerra Mundial, especialmente cuando la propiedad en cuesti¨®n no se encuentra en California.
David Cassirer cree que la batalla legal ha sido ¡°innecesaria y algo excesiva¡±. ¡°Mi padre nunca hubiera cre¨ªdo que esta nueva ley fuera necesaria porque un ladr¨®n no puede transferir la propiedad de algo robado. Ni en un mill¨®n de a?os pensamos que Espa?a asumir¨ªa esta terca posici¨®n, a la espera de que todos los Cassirer muramos¡±, dice. Su familia se apresta a abrir, junto a la Federaci¨®n Jud¨ªa un nuevo cap¨ªtulo en esta controversia judicial que cumplir¨¢ 20 a?os en 2025.