Bea Lema, la dibujante de c¨®mic que venci¨® al demonio que persegu¨ªa a su madre
La autora gallega gana el premio Nacional de C¨®mic 2024 con la historia de amor a su progenitora, v¨ªctima de los delirios de una grave enfermedad y de la desatenci¨®n sanitaria
La ilustradora que ha ganado este a?o el Premio Nacional de C¨®mic fue una ni?a cuidadora. De la mano de su madre enferma, la peque?a Bea Lema (A Coru?a, 39 a?os) visit¨® a meigas y curanderas; procesion¨® entre endemoniados y ata¨²des abiertos; y busc¨® al diablo por los rincones de su casa del barrio de Monte Alto, en A Coru?a. La mujer que la trajo al mundo sufr¨ªa un mal para el que nadie le encontraba cura. Dec¨ªa sentir al demonio meterse en su cama, tocarla. De los m¨¦dicos no recib¨ªa m¨¢s que pastillas y de su entorno, murmullos de l¨¢stima y verg¨¹enza.
Su hija, la ¨²nica que se esforz¨® en comprender sus delirios y alucinaciones, ha exorcizado aquel sufrimiento con una novela gr¨¢fica, El Cuerpo de Cristo (Astiberri). Sus p¨¢ginas son un alegato en favor de la empat¨ªa hacia quienes padecen patolog¨ªas mentales graves y una denuncia de las carencias que a¨²n arrastra la atenci¨®n psiqui¨¢trica en Espa?a.
A Bea Lema le llev¨® tiempo ver el mundo a trav¨¦s de los ojos de su madre. La mujer creci¨® en los a?os cuarenta, en una aislada aldea donde la religi¨®n lo impregnaba todo y las meigas y los aires (posesiones) eran parte del imaginario colectivo. El psiquiatra estaba al alcance de muy pocos y procesiones y romer¨ªas funcionaban como una catarsis tribal. Aquellos ritos liberaban de la opresi¨®n diaria a los se?alados como locos. ¡°Era la cita del a?o en la que pod¨ªan salir de casa y expresarse libremente¡±, explica la autora sentada en la mesa de dibujo de su estudio en A Coru?a, un trastero reformado del mismo edificio que acogi¨® la historia relatada en el libro. En estas creencias y en muchos charlatanes hall¨® la madre de Lema el desahogo y la comprensi¨®n que le neg¨® la ciencia.
El m¨¦dico dispon¨ªa a lo sumo de 15 minutos para atenderla. Cuando su madre intentaba expresar en la consulta lo que sent¨ªa y ve¨ªa, su testimonio era ignorado o despreciado, recuerda Lema. ¡°La psiquiatr¨ªa necesita m¨¢s medios para que los profesionales tengan tiempo para escuchar, para tener un di¨¢logo de t¨² a t¨² con el paciente. Ni siquiera los profesionales que tienen esa sensibilidad pueden hacerlo, porque el sistema no lo contempla¡±, explica. Tambi¨¦n ve importante la educaci¨®n a las familias para que aprendan a acompa?ar al enfermo. ¡°Cuando alguien tiene un relato tan incoherente, lo m¨¢s com¨²n es neg¨¢rselo e intentar que cambie de opini¨®n. Pero eso no es posible. Lo que hay que hacer es admitir que no puedes sentir lo que esa persona est¨¢ viviendo y preguntarle qu¨¦ necesita, decirle que est¨¢s con ella y tranquilizarla¡±.
El amor entre madre e hija
El Cuerpo de Cristo es una historia de amor entre madre e hija y un canto a la dualidad de la vida, una de las lecciones que aprendi¨® Lema: ¡°Todas las situaciones, incluso las m¨¢s dolorosas, tienen una parte amable. En la m¨ªa, el amor entre madre e hija. Ellas tienen una relaci¨®n de una intimidad y comprensi¨®n muy profundas que no se habr¨ªa dado si no estuviera la enfermedad de por medio. Sin caer en la visi¨®n na¨ªf de estar agradecida por vivir algo as¨ª, creo que hay que tener la capacidad de ver el dolor y tambi¨¦n lo positivo¡±.
Lema lamenta que el sistema m¨¦dico no escarbe en las causas de la enfermedad mental. Los delirios de estos pacientes, advierte, pueden esconder un lenguaje simb¨®lico, el exorcismo de alguna mala vivencia. ¡°Ese demonio que persigue a mi madre quiz¨¢s existi¨® en su vida, quiz¨¢s antes se sinti¨® acosada. Es algo por lo que nadie le preguntaba¡±, remarca. ¡°?Por qu¨¦ tantas mujeres llegan a loquear? Quiz¨¢s porque hay una violencia que llevamos encima de muchas maneras¡±.
El jurado que ha concedido el Premio Nacional de C¨®mic a esta autora gallega destaca de su obra la ¡°exploraci¨®n del lenguaje¡± y los ¡°recursos est¨¦ticos alternativos¡± que utiliza. El m¨¢s sorprendente, el bordado. Su madre fue miembro de ese ej¨¦rcito de costureras de A Coru?a sobre cuyas espaldas se levant¨® el imperio Inditex. Nunca quiso ense?ar el oficio a su hija porque dec¨ªa que ¡°estaba muy mal pagado, que era muy esclavo¡±. Pero crecer a los pies de la m¨¢quina de coser, rodeada de retales, hizo inevitable que Lema lo aprendiera. Con El Cuerpo de Cristo ha querido darle la vuelta: ¡°Por estar vinculado a las mujeres, el bordado y la costura se han quedado dentro de los hogares y, como mucho, han estado categorizados como artesan¨ªa. Sin embargo, deber¨ªa ser considerado un medio art¨ªstico como la pintura o la escultura¡±.
Costura subversiva contra la tiran¨ªa
La dibujante conoce a solo tres autores que introdujeron antes que ella el bordado en el c¨®mic (las belgas Aur¨¦lie William y Thisou Dartois y el brit¨¢nico Gareth Brookes). La idea le vino tras conocer la haza?a de las arpilleras chilenas. Durante la dictadura de Pinochet, con la prensa silenciada, estas mujeres se juntaban para bordar ilustraciones de tela en las que denunciaban los secuestros y asesinatos de los golpistas. Esos cuadros textiles burlaron la censura, salieron del pa¨ªs y difundieron en el exterior lo que estaba sufriendo Chile. ¡°Me pareci¨® maravilloso que un oficio que nadie consideraba subversivo lo estuviese siendo. Quise tomar ese testigo y coger la costura para contar mi historia¡±, se?ala Lema.
En una firma de libros, una emocionada lectora le cont¨® que su abuela compart¨ªa con su hermana un c¨®digo secreto oculto en los bordados que ambas confeccionaban e intercambiaban. Su t¨ªa abuela era maltratada por su marido y, a trav¨¦s de las figuras que hilvanaba y del color de los hilos, le confiaba su estado de ¨¢nimo y las situaciones que sufr¨ªa.
La de Lema por el c¨®mic es una vocaci¨®n tard¨ªa. Dibujaba desde peque?a, pero en su casa no estaba bien visto. ?Acaso pod¨ªa alguien en este mundo ganarse el pan con el arte? Estudi¨® el Grado de Dise?o Industrial en Ferrol y trabaj¨® unos a?os en Sargadelos. Hace una d¨¦cada atraves¨® una crisis vital y empez¨® a relacionarse en A Coru?a con el mundillo del c¨®mic y el sector de la autoedici¨®n, que permite publicar sin editores de por medio. ¡°Vi ah¨ª mucha libertad, que se pod¨ªan hacer cosas sin tener que dibujar can¨®nicamente¡±, explica. Eso y la ¡°necesidad¡± de ¡°hacer memoria y comprender¡± lo que le pas¨®, la llevaron a la ilustraci¨®n que ahora le da de comer: ¡°Hasta ese momento no era ni lectora¡±.
El Cuerpo de Cristo empez¨® a gestarse en gallego. O Corpo de Cristo se public¨® en 2018, una versi¨®n corta de esta historia autobiogr¨¢fica, en trazo negro y sin costura. La obra que ha ganado el Premio Nacional se complet¨® en la capital mundial del c¨®mic. Lema consigui¨® una plaza como residente en la Casa de los Autores de Angulema, en Francia. Pas¨® all¨ª seis meses de 2022. Fue la primera vez que se separ¨® de su madre, a quien se encargaba de cuidar en solitario desde ni?a. El rol se lo adjudicaron su padre y su hermano por ser la ¨²nica mujer de la casa.
De la encrucijada de los cuidados se habla en el libro. Ahora Lema est¨¢ inmersa en adaptar su novela a cortometraje de animaci¨®n. Todo lo vivido le ha hecho entender que la ciencia a¨²n no consigue saciar las necesidades espirituales del ser humano que antiguamente aliviaban la religi¨®n y las supersticiones: ¡°La vida sigue teniendo una parte misteriosa, hay much¨ªsimas preguntas sin respuesta¡±. En su caso, el vac¨ªo lo llenan el arte y la creaci¨®n, ¡°ese silencio, ese proceso intuitivo, escuchar esa voz interior¡±.
Babelia
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