Antonio de la Torre, actor: ¡°Se?oritos no somos. Subvencionados s¨ª. Pero el cine espa?ol genera mucho m¨¢s de lo que recibe¡±
El int¨¦rprete, que rueda ¡®Sacamantecas¡¯, reflexiona sobre las luces y sombras de su profesi¨®n y la comunicaci¨®n pol¨ªtica: ¡°Los tuits son greguer¨ªas chuscas¡±
A finales de los ochenta, Antonio de la Torre, de 56 a?os, lleg¨® a la capital desde su M¨¢laga natal en cami¨®n [su padre era administrativo de una empresa de aduanas y transportes; su madre, casi analfabeta] para estudiar Periodismo. En su barrio, cuenta, ¡°irse a Madrid era como irse a Nueva York¡±. En la facultad hizo un amigo del alma, Alberto San Juan, que lo anim¨® a retomar un sue?o que ten¨ªa de ni?o: actuar. Hoy celebra formar parte ¡°del ...
A finales de los ochenta, Antonio de la Torre, de 56 a?os, lleg¨® a la capital desde su M¨¢laga natal en cami¨®n [su padre era administrativo de una empresa de aduanas y transportes; su madre, casi analfabeta] para estudiar Periodismo. En su barrio, cuenta, ¡°irse a Madrid era como irse a Nueva York¡±. En la facultad hizo un amigo del alma, Alberto San Juan, que lo anim¨® a retomar un sue?o que ten¨ªa de ni?o: actuar. Hoy celebra formar parte ¡°del 8% de los actores que vive de hacer cine en Espa?a¡±. Es uno de los que m¨¢s trabaja. Tiene en cartelera Los destellos, de Pilar Palomero, donde interpreta a un enfermo terminal ¡ªadelgaz¨® 20 kilos para el papel¡ª y acaba de empezar el rodaje de Sacamantecas, sobre el violador y asesino en serie que aterroriz¨® ?lava y Burgos entre 1870 y 1880 ¡ªla caracterizaci¨®n explica que lleve d¨ªas sin quitarse el sombrero¡ª. El periodismo y el inter¨¦s por la actualidad a¨²n le acompa?an, como la voluntad de contar historias.
Pregunta. En s¨¦ptimo de EGB abandon¨® el grupo de teatro Arlequ¨ªn porque algunos ni?os le tomaban el pelo. ?Volvi¨® a ver a alguno de ellos?
Respuesta. No me hicieron bullying, o sea, no era Billy Elliot. Eran comentarios y me calentaron un poco la cabeza porque en ese momento a m¨ª me faltaba confianza en m¨ª mismo. Hace poco me encontr¨¦ con el chulillo del cole y fue muy bonito. Muy pocos salieron del barrio.
P. Al d¨ªa siguiente de recoger su primer Goya, en 2006, por Azuloscurocasinegro, acudi¨® a su puesto de trabajo en Canal Sur para grabar un v¨ªdeo sobre la liga Asobal. Otro Goya, 17 a?os y 12 nominaciones m¨¢s despu¨¦s, ?sigue teniendo miedo a que esto se acabe?
R. Tengo la certeza de que eso ocurrir¨¢. Hay una edad de prime time, luego te vas haciendo mayor y cada vez hay menos papeles. Esto pasa mucho con las mujeres, por desgracia.
P. El actor Luis Zahera declar¨® en una entrevista que un productor le hab¨ªa dicho: ¡°Los actores maduran. Las actrices envejecen¡±. ?Cree que es m¨¢s f¨¢cil ser actor de 50 que actriz de 50?
R. S¨ª, porque hay m¨¢s papeles para hombres de 50 que para mujeres de 50, aunque ahora, por fortuna, eso est¨¢ cambiando. En 2010, cuando rod¨¦ Balada triste de trompeta, yo ten¨ªa 42 a?os y la que hac¨ªa de mi novia, 25. Seguramente nadie se cuestion¨® eso y al rev¨¦s s¨ª lo habr¨ªan hecho.
P. ?Alguna vez ha visto o ha sido consciente de un tratamiento machista o improcedente con alguna compa?era actriz?
R. Personalmente, no he visto acoso. Pero yo mismo estoy intentando hacer un viaje desde el machismo al no machismo y seguramente me morir¨¦ sin haberlo completado. Y si me pongo a pensar, recuerdo cosas normalizadas en los noventa, como comentarios sobre el f¨ªsico de una mujer, que ahora son l¨®gicamente intolerables.
El gran fracaso de la izquierda es no haber sido capaz de fiscalizar lo p¨²blico, porque lo p¨²blico no se puede defender bien si es ineficaz
P. Los destellos muestra que el amor de verdad, como la energ¨ªa, no se destruye, se transforma. Su exmujer en la pel¨ªcula, Patricia L¨®pez Arn¨¢iz, vuelve para cuidarlo en sus ¨²ltimos d¨ªas, pero la actriz ha comentado que preparando su personaje comprob¨® que ese caso se daba mucho menos al rev¨¦s: el exmarido que cuida a la exmujer. ?A qu¨¦ cree que se debe?
R. Efectivamente pasa mucho. Nos lo dijeron los m¨¦dicos de paliativos. Supongo que tiene que ver con la cultura machista que asume que es la mujer la que se encarga de los cuidados. Yo recuerdo cuando era ni?o que se comentaba: ¡°Ten hijas para que cuiden de ti¡±.
P. Hay una parte en la preparaci¨®n de sus papeles en la que sigue ejerciendo de periodista: entrevist¨¢ndose con sastres, presos, pol¨ªticos, especialistas en cuidados paliativos¡En el caso de Los destellos, ?qu¨¦ fue lo que m¨¢s le conmovi¨® o sorprendi¨® de esas entrevistas previas?
R. La aceptaci¨®n de la muerte, aunque la palabra no se pronuncia, se habla de ¡°este proceso¡±, ¡°esta etapa¡±... Hice muchas visitas con el equipo de paliativos en Madrid y en Sevilla, con Pablo Iglesias, Celia Gonz¨¢lez y Gema Vizcaya. Pablo estuvo mucho tiempo conmigo y creamos un v¨ªnculo muy especial. Es gente muy sabia. Yo no s¨¦ c¨®mo reaccionar¨¦ cuando me toque, pero como soy padre, veo mucho cine infantil y me encant¨® el concepto de Coco: no est¨¢s muerto hasta que no te olvidan.
P. ?Qu¨¦ toma de su vida le hubiera gustado repetir si pudiera?
R. Si pudiera revivir¨ªa una etapa entera, a punto de cumplir 30 a?os, en la que ten¨ªa mucha ansiedad, mucha incertidumbre por el futuro. Fue un sufrimiento in¨²til.
P. Los destellos est¨¢ llena de elipsis: no se cuenta qu¨¦ enfermedad tiene, c¨®mo fue la relaci¨®n con su expareja... Es el espectador el que rellena esos huecos viendo c¨®mo se miran uno al otro o c¨®mo miran una fotograf¨ªa antigua. Hoy, que todo se subraya y se exagera para encajarlo en un tuit, en un v¨ªdeo del informativo, ?es el arte, el cine, el ¨²nico o el mejor espacio para la pausa y la sutileza?
R. Pilar [Palomero] quer¨ªa hacer una pel¨ªcula sobre la vida. Lo dice Pablo Iglesias, el especialista en paliativos: ¡°La certeza de la muerte hace la vida m¨¢s interesante¡±. Creo que cualquier espacio es apto para la sutileza, para lo po¨¦tico. Depende de nosotros. En el Congreso, dos pol¨ªticos pueden entenderse, aunque parezca que no. Los tuits son como greguer¨ªas chuscas.
P. Recientemente, EL PA?S public¨® un reportaje sobre la teatralizaci¨®n de los debates parlamentarios. Si la pol¨ªtica espa?ola fuera un g¨¦nero cinematogr¨¢fico, ?qu¨¦ cree que ser¨ªa: una de terror, tragicomedia, un thriller¡?
R. No lo s¨¦. Lo del Congreso me parece cutre. Lo he hablado mucho con mi amigo Edu Madina [expol¨ªtico socialista]: la din¨¢mica de la bronca y del titular de qui¨¦n gana nos aleja del debate sobre los asuntos. Hay problemas graves: en la vivienda, la sanidad... y cuando veo a los pol¨ªticos sobreactuar, me viene a la cabeza el que est¨¢ a punto de subirse a una patera, sufriendo de verdad. Con todo, creo que en Espa?a se vive bastante bien y no quiero meter a todos los pol¨ªticos en el mismo saco, porque no todos son iguales, aunque a veces se dejen arrastrar. Conozco a muchos muy decentes, con ganas de mejorar la vida de la gente. Lo m¨¢s peligroso son los populismos. Y creo que el gran fracaso de la izquierda ha sido no haber sido capaz de fiscalizar lo p¨²blico porque lo p¨²blico no se puede defender bien si es ineficaz. El trabajador p¨²blico que se escaquea contamina al resto, los va quemando. A m¨ª me ha pasado. Quiz¨¢, la interpretaci¨®n me salv¨® de no ser hoy un periodista vago y frustrado. El periodista y el actor, en el fondo, necesitan ser como ni?os, mantener la frescura, la curiosidad.
P. Hay pol¨ªticos que se apresuran a felicitar p¨²blicamente a Alcaraz o a la selecci¨®n espa?ola cuando ganan alguna competici¨®n, pero a los que les cuesta, por ejemplo, felicitar a Pedro Almod¨®var cuando gana el Le¨®n de oro. ?De qu¨¦ cree que habla eso?
R. Desde hace a?os y probablemente de manera m¨¢s acusada desde la gala del No a la Guerra de 2003 existe la idea de que la gente del cine somos todos rojos y eso genera una polarizaci¨®n. Yo lo he asumido. Estoy entrando en una edad en la que cada vez tengo menos miedo a decir lo que pienso y siento que no hacerlo ser¨ªa traicionar mis ideas y traicionar el debate p¨²blico. Aunque haya temas delicados. ¡°Cancelar¡±, por ejemplo, me parece un verbo tremendo. A Kevin Spacey, que ha sido absuelto [le acusaban de nueve delitos sexuales], lo sacaron de una pel¨ªcula que ya hab¨ªa rodado y otro actor rod¨® sus escenas. Supongo que es el precio para acabar con la impunidad.
P. Vox acudi¨® a la ¨²ltima gala de los Goya despu¨¦s de haber llamado a la gente del cine se?oritos subvencionados.
R. Se?oritos no somos, subvencionados s¨ª, como la industria del autom¨®vil y tantas cosas. Pero un estudio de la Spain Film Comission revel¨® que por cada euro invertido en el cine espa?ol se generaba mucho m¨¢s. Vicky, Cristina, Barcelona, de Woody Allen, rodada en ingl¨¦s, tuvo un impacto tur¨ªstico brutal en la ciudad. A nivel m¨¢s peque?o, cuando volv¨ª a los lugares donde se rod¨® La Isla M¨ªnima, vi que hab¨ªan colocado un cartelito advirtiendo que se hab¨ªa rodado all¨ª la pel¨ªcula y en el restaurante me dijeron que desde la peli aquello se llenaba. Con Can¨ªbal hicieron sacaron unas tapas que se llamaban as¨ª. Parecen an¨¦cdotas, pero el impacto del cine es enorme, tambi¨¦n en el imaginario colectivo.
P. ?Cu¨¢l es la pel¨ªcula que m¨¢s veces ha visto?
R. El padrino, Lo que el viento se llev¨® y La guerra de las galaxias. El Exorcista tambi¨¦n la revisito mucho. Es una obra maestra, aunque a menudo se trate al terror como un subg¨¦nero, y tiene mucha chicha sobre muchos temas. La vi por primera vez con 13 a?os y recuerdo que mi padre se indign¨® porque a las tres de la ma?ana lo despert¨¦ porque ten¨ªa miedo. ?l me lo hab¨ªa advertido y seguramente estaba enfadado consigo mismo por no haberme dicho: ¡°No vas y punto¡±. Eso lo he descubierto al hacerme adulto y actor: la mayor¨ªa de los cabreos de la vida son contigo mismo. A veces culpaba al director cuando yo no hab¨ªa estado bien en un trabajo. Con el tiempo me di cuenta de que era mi responsabilidad.
P. Paco Plaza, que hace precisamente cine de terror, explica que su trabajo le ha condenado a no poder ver las pel¨ªculas con inocencia, entreg¨¢ndose como espectador, sin fijarse en c¨®mo est¨¢n hechas. ?Le pasa?
R. Absolutamente. Y en las m¨ªas m¨¢s. Es el precio que pagas por dedicarte a esto, el cine ya no es igual. Cuando llegu¨¦ a Madrid a estudiar periodismo y empec¨¦ a ver las pel¨ªculas en versi¨®n original, ir al cine era hacer un viaje fascinante. Pero hay un antes y un despu¨¦s de ser actor, de ver, por ejemplo, El a?o de las luces y enamorarme de Maribel Verd¨².
P. ?Y qu¨¦ papel de toda la historia del cine le hubiera gustado interpretar?
R. Los de Jorge Sanz me daban envidia. Tambi¨¦n fantaseaba de peque?o con un papel en Verano Azul (r¨ªe).
P. Jorge Sanz, Gabino Diego... eran los Antonio de la Torre en su momento y desaparecieron. ?Por qu¨¦?
R. Es dif¨ªcil saber por qu¨¦ te llaman o por qu¨¦ te dejan de llamar. Un productor de cine me coment¨® una vez: ¡°Dos historias de amor en medio de una gran tragedia, Titanic y Pearl Harbour; la primera fue el mayor ¨¦xito de la taquilla hasta ese momento; la segunda, un fracaso¡±. Y es verdad. Nunca se sabe qu¨¦ va a tener ¨¦xito y qu¨¦ no.
P. ?Es cruel, a veces, la industria, la profesi¨®n?
R. Es como es. Fui a Los ?ngeles hace unos cuantos a?os y todos eran actores y me daban tarjetas. ?Qu¨¦ porcentaje habr¨¢ en EEUU, que es la gran industria del cine, de gente que ha logrado vivir de esto? En Espa?a somos el 8%. En todo caso, me parecen m¨¢s crueles otras cosas del capitalismo: que haya listas de espera para enfermedades graves, que la gente no consiga vivienda. Si el cine deja de llamar a Antonio de la Torre no se para el mundo. La desgracia es que cuando mueren diez personas en una patera tampoco.