Taylor Swift, en el ¨²ltimo concierto de su ¡®The Eras Tour¡¯: ¡°Ha sido lo m¨¢s poderoso, el¨¦ctrico y retador que he hecho en mi vida¡±
La cantante y compositora estadounidense termina en Vancouver su exitosa gira global, la mayor en recaudaci¨®n de la historia, despu¨¦s de 22 meses, 150 conciertos, 10 millones de espectadores y 2.000 millones de ingresos
Ya solo queda barrer el confeti. No habr¨¢ m¨¢s conciertos, ni m¨¢s swifties enfervorecidas, ni m¨¢s ciudades llenas de pulseras y con una lluvia de millones. Despu¨¦s de casi dos a?os, Taylor Swift se ha despedido, emocionada hasta la m¨¦dula, de su The Eras Tour, la gira de 149 conciertos (se cancelaron tres en Viena por amenaza de atentado) que la ha llevado por medio mundo y que, seg¨²n ella misma ha contado en su ¨²ltimo escenario en Vancouver (Canad¨¢), y como ha desvelado su productora, han visto m¨¢s de 10 millones de personas.
La que se ha convertido en una de las giras m¨¢s exitosas de la historia de la m¨²sica y la que mayor recaudaci¨®n ha logrado, con m¨¢s de 2.000 millones de d¨®lares (m¨¢s de 1.900 millones de euros), que han convertido a su protagonista en milmillonaria ¨²nicamente gracias a su m¨²sica, ha llegado a su fin tras muchas extensiones de fechas por parte de Swift. La cantante ha ido escuchando el sonido del ¨¦xito y las s¨²plicas de sus fans, entre otros, el mism¨ªsimo Justin Trudeau, primer ministro de Canad¨¢, que le rog¨® que acudiera a su pa¨ªs y que mene¨® las caderas hace un par de semanas en Toronto (donde hubo seis conciertos, m¨¢s los tres de Vancouver). Gracias a ello, su gira se ha convertido en un fen¨®meno que trasciende fronteras. Por ejemplo, del BC Place, el estadio de Vancouver, colgaban dos enormes brazaletes de la amistad (del ingl¨¦s friendship bracelets, por la letra de uno de sus temas, pulseras de cuentas con frases y t¨ªtulos de sus temas y ¨¢lbumes) que antes estuvieron en el estadio de Toronto y antes a¨²n en el de Indiana, EE UU. Eran una muestra de c¨®mo funciona el universo de Swift, basado no solo en cientos de canciones de intensas letras, sino en un ambiente amable que se ha convertido en una hermandad global.
¡°Qu¨¦ honor poder deciros: Vancouver, bienvenidos a The Eras Tour¡±, se presentaba la artista ante los 60.000 espectadores, vestidos con tules, purpurina, botas de cowboy y todo tipo de indumentaria con gui?os a su ¨ªdolo presentes en el BC Place. ¡°Hemos recorrido el mundo entero, vivido muchas aventuras, ha sido lo m¨¢s emocionante, poderoso, el¨¦ctrico, intenso y retador que he hecho en toda mi vida. Hemos actuado ante m¨¢s de 10 millones de personas y esta noche vamos a dar un concierto m¨¢s para vosotros, y vamos a hacer que merezca la pena¡±.
La artista arranc¨® la velada unos 10 minutos antes de lo esperado, en un concierto que dur¨® tres horas y 25 minutos con 50 canciones (si se cuenta el Cumplea?os feliz que le cant¨® el p¨²blico; cumplir¨¢ 35 este viernes, 13 de diciembre) hasta cerrar con Karma, abrazada a sus bailarines y coristas, que no pod¨ªan evitar las l¨¢grimas. Aunque el de Vancouver no fue el p¨²blico m¨¢s c¨¢lido de sus conciertos (ni de lejos comparable con el estruendo ensordecedor y la algarab¨ªa del Foro Sol de M¨¦xico o del Santiago Bernab¨¦u madrile?o, por ejemplo), Swift estuvo emocionada y palade¨® cada una de sus interpretaciones, con plena consciencia de que cada canci¨®n era la ¨²ltima de una gira ¨²nica para ella.
La m¨¢s larga, la m¨¢s intensa de todas para los swifties, es su c¨¦lebre All Too Well. Justo antes de arrancarse a cantarla durante sus 10 minutos de rigor, la de Pensilvania se sali¨® m¨ªnimamente del pautado guion que ha seguido en todos sus shows para afirmar que esta gira era lo m¨¢s grande que hab¨ªa hecho en su carrera. Tras seis discos y sus seis giras paralelas, la pandemia le pill¨® con un nuevo ¨¢lbum (Lover), con conciertos cancelados, m¨¢s otros dos (Folklore y Evermore) que sac¨® durante el confinamiento, y otro despu¨¦s (Midnights). Y decidi¨® presentar esos cuatro (al que se ha unido otro, anunciado en febrero, en plena gira, y lanzado en abril, The Tortured Poets Department), y recordar los anteriores seis, en un repaso de sus 18 a?os de carrera etapa a etapa, es decir, de sus eras. ¡°Nunca hab¨ªa hecho tantos conciertos, y vosotros hab¨¦is convertido esto en algo irreconocible: con vuestras tradiciones, vuestra pasi¨®n, c¨®mo os preocup¨¢is por esta gira, nunca hab¨ªa vivido algo as¨ª. Nunca pens¨¦ que har¨ªais eso [en referencia a los brazaletes gigantes] con una l¨ªnea de una canci¨®n de friendship bracelets: c¨®mo hab¨¦is creado un espacio de alegr¨ªa, de unidad, de cari?o. No podr¨ªa estar m¨¢s orgullosa de vosotros, esto es gracias a vosotros, y sois en lo que la gente piensa tambi¨¦n cuando piensa en esta gira. Vuestro apoyo desde el principio es por lo que puedo dar cada noche un paseo por los recuerdos, por cada era de mi carrera, as¨ª que gracias¡±.
Los fans, y sobre todo las fans, han convertido la gira en un fen¨®meno sin precedentes. La agencia oficial de Turismo de Canad¨¢ calcula que en Vancouver dejar¨¢ alrededor de 160 millones de d¨®lares: hay un piano del estilo de Swift en el aeropuerto; los hoteles est¨¢n llenos y tienen detalles, como cestas de regalos o descuentos para los fans; el transporte est¨¢ desbordado; los taxistas, felices de estar llenos, del buen rollo y de que nadie vomite en sus coches. En 13 a?os al frente de su negocio, el mexicano Eduardo Gonz¨¢lez jam¨¢s hab¨ªa visto nada similar. En su restaurante, llamado Patr¨®n, apenas a 200 metros del estadio, han simplificado el men¨² para hacerlo m¨¢s ¨¢gil, creado c¨®cteles swifties, colocado globos y reforzado turnos para dar de comer a las m¨¢s de 700 personas que han pasado por all¨ª cada d¨ªa durante los ¨²ltimos tres: ¡°Hemos tenido eventos deportivos, a Coldplay, pero nunca nada as¨ª¡±.
M¨¢s all¨¢ de lo musical, The Eras Tour se ha convertido en un fen¨®meno medi¨¢tico, global y econ¨®mico, e incluso geol¨®gico, causando movimientos f¨ªsicos de la potencia de peque?os terremotos. Su impacto ha sido inmenso en todo el planeta. En los 632 d¨ªas, desde que arranc¨® el 17 de marzo de 2023 en la ciudad de Glendale, en Arizona, hasta que ha lanzado sus ¨²ltimos retazos de confeti en Vancouver, sus 152 conciertos han pasado por 20 pa¨ªses de Am¨¦rica del Norte y del Sur, Asia, Ocean¨ªa y Europa. Con una media de entre 70.000 y 80.000 asistentes por espect¨¢culo, seg¨²n la compa?¨ªa de Swift el total asciende a 10.168.008 de asistentes; en Melbourne la vieron hasta 96.006 personas, su m¨¢ximo.
Adem¨¢s de sus 44 canciones de cada noche, y para delicia de sus fans, que se han conectado por cientos de miles a granulados directos piratas de TikTok cada noche para seguir los conciertos por todo el mundo, a lo largo de estos recitales Swift ha cantado m¨¢s de 125 canciones sorpresa. Tambi¨¦n ha llevado invitados como Sabrina Carpenter, Florence Welch (de Florence+The Machine) y Gracie Abrams. La californiana lloraba incansable en Vancouver, en su ¨²ltima noche tras 49 siendo telonera de Swift, a la que dio las gracias en una larga carta. A finales de junio, en Londres (donde bati¨® r¨¦cords al dar ocho conciertos para 753.000 espectadores: gener¨® mil millones de d¨®lares para la econom¨ªa brit¨¢nica) Swift incluso sac¨® al escenario a su novio, el jugador de f¨²tbol americano convertido en estrella global Travis Kelce. L¨ªderes mundiales como Guillermo de Inglaterra, Justin Trudeau y Bill Clinton han acudido a sus conciertos, as¨ª como rostros conocidos: Paul McCartney, Billy Joel, Hugh Grant o Drew Barrymore han cantado e intercambiado brazaletes en sus conciertos.
Gracias a la masiva asistencia (m¨¢s que al precio de sus entradas, de unos 200 d¨®lares de media, asumible inicialmente aunque multiplicado por miles y miles de d¨®lares en reventa) y a su cotizado merchandising, cuando llevaba apenas 66 conciertos ya hab¨ªa recaudado m¨¢s de 1.000 millones de d¨®lares. La compa?¨ªa de producci¨®n de Swift ha confirmado el lunes al diario The New York Times que el monto total de la venta de entradas es de 2.077.618.725 de d¨®lares (1.965 millones de euros), m¨¢s del doble de cualquier otra gira de la historia. Adem¨¢s, se sabe que Swift gana alrededor de 12 millones por noche y que ha regalado unos 200, seg¨²n People, a sus trabajadores, por lo que The Eras Tour la ha convertido solo en una figura popular en el mundo, sino en inmensamente millonaria, de hecho, milmillonaria. Y todo gracias a s¨ª misma, a las canciones que escribe y compone, lejos de contratos con marcas externas o de crear productos aparte de sus discos y sus shows. Su concierto llevado a salas (producido por ella misma) logr¨® m¨¢s de 260 millones de recaudaci¨®n en los cines, tambi¨¦n un r¨¦cord, y despu¨¦s lo vendi¨® a Disney+; el libro sobre The Eras Tour que lanz¨® en EE UU en Acci¨®n de Gracias de la mano de los supermercados Target ya se ha convertido en el m¨¢s vendido del a?o, en apenas 10 d¨ªas, seg¨²n la cadena minorista.
La figura de la propia Swift, ya inmensa dentro de la industria, ha alcanzado proporciones fenomenales, tanto que la revista Time la coloc¨® en el podio de 2023 al considerarla Persona del A?o. Y ha sido gracias a esta gira, que despu¨¦s de la pandemia se ha convertido en una v¨ªa de escape para millones de personas. Ha llegado cuando muchas de ellas buscaban apurar el carpe diem y fundirse los ahorros de la covid (o endeudarse), que no han dudado en gastarse en ver a su ¨ªdolo y en sumarse a una corriente musical y popular planetaria. Todo lo que la cantante y compositora toca se convierte en oro y, por lo tanto, en objeto de deseo: las entradas para sus conciertos vuelan, hasta el punto de que ha puesto en el punto de mira pol¨ªtico las t¨¢cticas de Ticketmaster.
El secreto de su ¨¦xito es complicado de desentra?ar. Una carrera muy larga e intergeneracional, que pasa del country al pop o el indie; sus letras, con una fuerte carga ¨ªntima; su alejamiento del star system y la creaci¨®n de una carrera propia y paralela, sobre todo tras perder los derechos de sus primeros discos; una fuerte conexi¨®n con sus fans. Est¨¢ claro que ha pillado el truco de sus seguidores y ha sabido alimentar su pasi¨®n durante 149 conciertos exactamente iguales, pero con algunos elementos sorprendentes, como cambios de ropa, apariciones estelares, algunos anuncios (de regrabaciones, de su documental) y sobre todo canciones sorpresa, que son objeto de apuestas cada velada.
En la ¨²ltima noche opt¨® por mezclar A Place In This World con New Romantics, primero; y luego en unir Long Live, New Year¡¯s Day y The Manuscript. Al m¨¢s puro estilo Taylor, todas ten¨ªan sentido: si The Manuscript es su ¨²ltima canci¨®n (donde canta: ¡°Lo ¨²nico que me queda es el manuscrito, ¨²ltimo souvenir de mi viaje a tus/vuestras orillas; de vez en cuando lo releo pero la historia ya no es m¨ªa¡±); en Long Live, gran favorita de los fans, cambi¨® la letra para decir ¡°it was the end of an era...¡± (¡±era el fin de una era¡±; cuando el original dice ¡°de una d¨¦cada¡±). Y New Year¡¯s Day arranca as¨ª: ¡°There¡¯s glitter on the floor after the party¡±; ¡°Tras la fiesta, queda la purpurina en el suelo¡±. A la salida, no hac¨ªa falta ni barrerla: las fans se la llevaban de recuerdo, a pu?ados.
Babelia
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