Taylor Swift estrena ¡®The Eras Tour¡¯ en la gran pantalla arropada por sus padres, los fans y Beyonc¨¦
La cantante cerr¨® un cine en Los ?ngeles para la ¡®premiere¡¯ mundial de su pel¨ªcula-concierto y fue sala por sala dando las gracias a todos los presentes
No hay estrella mundial comparable hoy en d¨ªa con Taylor Swift. Bueno, s¨ª. Probablemente solo una: Beyonc¨¦. Las dos llevan meses de gira con sus canciones por medio planeta, con espect¨¢culos que dejan boquiabierto. Las dos arrastran a cientos de miles de fans que viajan kil¨®metros y kil¨®metros y pagan millonadas por sus conciertos. Las dos lideran un discurso cargado de identidad, feminismo, empoderamiento, autoestima y esfuerzo. Y las dos saben, precisamente por eso, que no son rivales, sino que est¨¢n creando una din¨¢mica de sororidad, de fandoms, de fuerza femenina y de tribus, formadas mayoritariamente por mujeres, que se respetan y admiran. Por eso en la gran noche de Taylor Swift, en la que estrenaba su concierto The Eras Tour convertido en pel¨ªcula en un cine de Los ?ngeles, uno de sus mayores logros ha sido tener con ella a esa compa?era de batallas tan igual como distinta que, como reconoce hasta la Reserva Federal, est¨¢ levantando con ella (y con permiso de la Barbie cinematogr¨¢fica) la econom¨ªa de Estados Unidos. Dios salve a las reinas.
Swift, como gusta de hacerlo casi todo, ha montado este estreno como lo ha hecho con la pel¨ªcula: a su manera. Ha llegado la primera, antes de la cinco de la tarde, a la alfombra roja instalada para ella en The Grove, un centro comercial al aire libre que cuenta con un complejo de cines de la cadena AMC, con la que se ha aliado para lanzar este proyecto (sin productoras ni plataformas detr¨¢s, que podr¨¢ verse desde ma?ana viernes en salas de todo el mundo). Desde el martes por la noche cerr¨® el c¨¦ntrico recinto ¡ªy sus calles aleda?as, no sin cierto caos de tr¨¢fico¡ª que, ya durante el mi¨¦rcoles, d¨ªa de la premiere, se ha preparado para ella y sus m¨¢s de 2.000 invitados. All¨ª ha posado, firmado, se ha hecho selfis y ha pasado un rato largo con unos cuantos fans que hab¨ªan sido espec¨ªficamente seleccionados para poder verla de cerca. Despu¨¦s han empezado a llegar los invitados, que han sido agasajados con cubos de palomitas (personalizados con sus caras como en el p¨®ster de The Eras Tour), chocolatinas, gominolas, nachos, refrescos... hasta decir basta. Pocos famosos (con permiso de Beyonc¨¦, que parece que solo ha ido para algunas fotos y no se ha quedado a la proyecci¨®n), mucha familia, amigos, equipo ¡ªentre ellos el director, Sam Wrench¡ª y sobre todo seguidores; unos 2.200, seg¨²n TMZ y medios locales. Sus padres, pilar de su carrera y ungidos en estrellas por sus fieles m¨¢s ac¨¦rrimos, no se lo han perdido.
Cargada de cotizados cubos de palomitas iba Le-Ann, de 63 a?os, una de las m¨¢s veteranas en el lugar, como ella misma reconoc¨ªa riendo. Adoradora de la cantante desde hace a?os, consigui¨® las entradas a trav¨¦s de una emisora de radio angelina y ha conducido alrededor de una hora para llegar hasta all¨ª con una amiga a la que ha perdido de vista: ¡°Estar¨¢ buscando m¨¢s chucher¨ªas¡±. ¡°Es una locura, nunca he visto nada as¨ª. Pero es que ella es fabulosa, es una artista nata¡±, aseguraba, vestida con su camiseta de merchandising de la cantante. Muchos (sobre todo muchas; la mayor parte del p¨²blico era femenino) vest¨ªan como lo hicieron en los conciertos: con ropa referente a la cantante, a sus discos, a sus videoclips... Y todos cargados con sus cl¨¢sicas pulseras de cuentas con nombres de sus canciones, que han intercambiado como ya es tradici¨®n en los recitales.
Todo el complejo de cines, sus 14 salas, eran para Swift. Aunque la proyecci¨®n empezaba a las siete de la tarde, se iba retrasando, al final, en alguna sala m¨¢s de una hora. El motivo: ella ha ido saludando una a una en todas. Y en todas ha dado un peque?o discurso similar, agradeciendo a los invitados el estar all¨ª y con ella. ¡°Todas y cada una de las personas de esta noche han sido escogidas, seleccionadas una a una, por su cari?o y su apoyo a este tour¡±, ha afirmado. ¡°Gracias por todo lo que hab¨¦is hecho y que nos ha tra¨ªdo hasta este d¨ªa¡±. ¡°Siempre me lo he pasado genial haciendo esto. No me puedo creer que haya llegado a labrarme una carrera en la m¨²sica, siempre me lo he pasado muy bien haci¨¦ndolo, pero nunca me lo he pasado mejor en mi vida que con The Eras Tour¡°, afirmaba.
¡°Es la experiencia m¨¢s el¨¦ctrica de mi vida, y las razones son varias: mi banda, mis bailarines, todo el personal... Lo han dado todo con lluvia o con sol, en la salud y en la enfermedad, pasara lo que pasase en nuestras vidas. Y lo hemos hecho con una sonrisa en la cara por el otro lado, por vosotros, los fans. Lo que hab¨¦is hecho el p¨²blico ha sido de un enorme cuidado, preparaci¨®n, hab¨¦is puesto intensidad, lo hab¨¦is hecho todo... Nos hac¨ªais olvidarnos de todo durante tres horas y media as¨ª que gracias por eso. Creo que los fans ver¨¢n que son protagonistas del show¡±, agreg¨®. Ha agradecido a cada sala (en una estaban sus bailarines, en otra sus coristas, en otra el equipo de producci¨®n...) al equipo: ¡°Este va a ser un recuerdo central en mi vida, os lo agradezco, espero que os guste y que est¨¦is orgullosos de todo esto, os quiero mucho¡±.
En cada sala la proyecci¨®n se ha vivido de manera diferente, pero el griter¨ªo, las carreras por los pasillos y los v¨ªdeos de sus fans dejaban claro que quien pretenda ir al cine a vivir una experiencia religiosamente cinematogr¨¢fica m¨¢s vale que se vaya olvidando. Hay m¨²sica, gritos, aplausos, l¨¢grimas, gente que se levanta a bailar, brazos al aire, chascarrillos y frases que se corean igual que en los conciertos... Taylor Swift ya hab¨ªa logrado hacer de sus actuaciones una fiesta; ahora, convierte las salas de cine en otra celebraci¨®n.
La pel¨ªcula en s¨ª es el reflejo de esos 53 shows que ya ha dado por Estados Unidos y los cuatro de M¨¦xico (a¨²n le queda otro centenar: este oto?o en Argentina y Brasil y ya el a?o que viene en Asia, Europa, con etapa el 30 de mayo en el madrile?o Santiago Bernabeu incluida, y de vuelta a Estados Unidos para cerrar en Canad¨¢, por el momento). Muchos fans notar¨¢n que han desaparecido algunas canciones que han sonado en todos o casi: The Archer, Cardigan, No Body, No Crime o la muy querida Long Live, que pasa a ser el tema de los t¨ªtulos de cr¨¦dito. Son m¨¢s cortos tambi¨¦n los intermedios entre sus 10 eras; aqu¨ª no hay que esperar a que la artista se cambie de ropa.
En un espect¨¢culo con distintos vestuarios, escenograf¨ªas y efectos, gracias a la pel¨ªcula se aprecian detalles que, en estadios enormes, resulta imposible ver: desde el cambio de micr¨®fono en cada era, personalizados todos al mil¨ªmetro, a los escritorios y las tazas de caf¨¦ en The Man, el cuidado piano cubierto de musgo y rodeado de ramas de Champagne Problems o el body cuajado de pedrer¨ªa con forma de serpiente que viste durante la era Reputation. Nada que los fans m¨¢s fans no se sepan, pero s¨ª a un nivel de detalle nunca visto y que es imposible de captar en vivo. Tampoco, por cierto, hay escenas m¨¢s all¨¢ del concierto, de antes o despu¨¦s, de backstage... Aunque tanto en el cine como en las ¨²ltimas apariciones de Swift se la ha visto acompa?ada de un equipo de rodaje por el que los m¨¢s suspicaces ya hablaban de un documental.
Y en el estreno si algo hab¨ªa era fans, muchos y muy fieles. Desde Aricka, de 26 a?os y trabajadora de marketing que est¨¢ creando un men¨² basado en Taylor Swift para su restaurante; hasta Jonathan Velasquez, de 19, que hab¨ªa venido solo y escogido por la plataforma Spotify como uno de los mejores oyentes de la cantante y se hab¨ªa personalizado una chaqueta vaquera, pintada a mano por ¨¦l; o Carolina Guzm¨¢n, de 23, mexicana llegada de Monterrey para el evento y que tras ir a nueve de los conciertos de la gira ha conseguido su selfi con la cantante antes de entrar.
Porque despu¨¦s ha sido imposible. Aunque ella se ha quedado a ver la proyecci¨®n de principio a fin, en la que ha bailado y cantado como cualquier otro, ha salido por una puerta trasera, para tristeza de los fans, algunos de los cuales se han perdido la mitad del metraje solo por esperar ante su puerta e intentar verla al marcharse. A la cantante a¨²n le quedan unos d¨ªas de descanso. No demasiados. El 27 relanzar¨¢ su ¨¢lbum 1989, regrabado por ella (su Taylor¡¯s Version, como denomina a las versiones de los discos que vuelve a grabar porque perdi¨® los derechos a manos de su exmanager en 2018). Del 9 al 26 de noviembre estar¨¢ en Buenos Aires, R¨ªo de Janeiro y Sao Paulo. Y luego en febrero seguir¨¢ por Jap¨®n, Australia, Singapur... y buena parte del mundo con su The Eras Tour. Se espera que recaude m¨¢s de mil millones de d¨®lares en todo el planeta.
Por el momento, la pel¨ªcula-concierto ya est¨¢ en las salas. El mismo mi¨¦rcoles decidi¨® adelantar su lanzamiento al jueves por la tarde en EE UU y Canad¨¢. Ya ha vendido m¨¢s de 100 millones de d¨®lares en entradas en todo el mundo, y la prensa especializada calcula que solo en Norteam¨¦rica (donde se ver¨¢ en casi 4.000 salas) recaudar¨¢ m¨¢s de 125 millones, y entre 30 y 50 m¨¢s en el resto de los casi 100 pa¨ªses a los que llegar¨¢. Puede convertirse en la sexta pel¨ªcula del a?o en recaudaci¨®n mundial. Cuando quedan apenas 10 semanas para que acabe 2023, pocas podr¨¢n hacerle sombra. Bueno, s¨ª. Probablemente solo una: la de Beyonc¨¦, en diciembre. Queda era de las reinas para rato.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.