Vicky Pe?a recuerda a Marisa Paredes: el compromiso ¨¦tico y est¨¦tico de una gran actriz

Hermosa y elegante mujer, gran actriz, valiente luchadora por los derechos y las libertades, mujer comprometida con su oficio, su arte, su tiempo, su gente y su sociedad. Moderna, con un gran sentido del humor y mucha alegr¨ªa de vivir. Marisa Paredes hace un inesperado mutis por el foro.

Deja sobrecogido y con el alma en vilo a su p¨²blico, sus amigos y amigas, sus directores, compa?eras, admiradores. Y a su cercana y maravillosa familia: Mar¨ªa, Chema, la peque?a...

Desde la primera vez que la vi en el a?o 1968 o 1969, en el programa de TVE Estudio1: los f¨ªsicos, de D¨¹rrenmatt, con un sorprendente, fresco e intenso modo de interpretar, hasta el pasado s¨¢bado 30 de noviembre, leyendo un manifiesto por la paz en Palestina, en la Puerta del Sol, esta generosa mujer ha ido sembrando en su largo camino profesional, el compromiso ¨¦tico y est¨¦tico, el buen hacer actoral y el valor c¨ªvico para defender diversas causas con coraje y con la verdad por delante.

Memorable su paso por la Academia de Cine, los Goyas en los que se dio altavoz a la oposici¨®n a la guerra por parte de la profesi¨®n, alejando el momento de actitudes puramente formales y haciendo vibrar el sentido de todo un colectivo.

Magn¨ªficas sus interpretaciones en cine, en las pel¨ªculas con su querido y admirado Almod¨®var y en otras tantas. Y singulares y personal¨ªsimas sus actuaciones en escena, adonde iba a regresar en breve, en un proyecto dirigido por Llu¨ªs Pasqual.

Entra?able su amistad, tard¨ªa en mi caso, despu¨¦s de haber coincidido en algunas especiales e intensas ocasiones art¨ªsticas o c¨ªvicas. Siempre era gozoso recibir sus inesperados y variopintos mensajes de wassap que alegraban d¨ªas y noches con pol¨¦micas cuestiones. Una de las ¨²ltimas fotos que me mand¨® (8 de diciembre, 18:24) lleva la leyenda ¡°Los huecos de los ¨¢rboles talados en la Plaza del ?ngel. Para poner terrazas¡±. Entremedias, estos d¨ªas, comentarios sobre un art¨ªculo de Cun¨ª sobre Miguel ?ngel Rodr¨ªguez, un ¡°Matadero no se toca¡±¡­ Es inolvidable su compromiso, su actitud atenta a la justicia social, su voz alzada contra los enemigos de la verdad y los atropellos de los codiciosos.

Su memoria permanecer¨¢ en la m¨ªa, subida a un banco de su querida Plaza de Santa Ana, donde naci¨®, oponi¨¦ndose con indignaci¨®n y valent¨ªa a la tala de los pocos ¨¢rboles que en ella han dejado los intereses de los destructores del bien com¨²n.

Se re¨ªa, entre p¨ªcara y orgullosa, hace unos pocos meses en el vest¨ªbulo del Teatro Infanta Isabel, donde fue al reestreno del espect¨¢culo de ?ngel Ruiz sobre Miguel de Molina: ¡°?Ay Vicky, que me dicen que soy un ¡®referente¡¯!¡±. Pues s¨ª, Marisa. Lo eres.

Buen viaje, querida compa?era, hermosa mujer. Por dentro y por fuera.