La Espa?a que recorrieron Gertrude Stein o Edith Wharton
Una investigaci¨®n recoge textos de 10 escritoras estadounidenses que visitaron el pa¨ªs entre 1880 y 1936 atra¨ªdas por el patrimonio cultural o los derechos sociales de la mujer
La irrupci¨®n de Fanny Bullock Workman en cada pueblo que pis¨® en la Espa?a de 1895 debi¨® de ser un fen¨®meno extraordinario. No por la elegancia de su vestido hasta los tobillos y su sombrero blanco, ni por las mochilas que cargaba como ¨²nico equipaje. Ni siquiera por la pistola que bland¨ªa como defensa. Fue por la bicicleta en la que esta ge¨®grafa, monta?ista y literata estadounidense recorri¨® junto a su marido, William Hunter Workman, buena parte del mapa de la Pen¨ªnsula, desde Portbou a Algeciras por la costa, con obligatorio desv¨ªo hacia Granada, y desde Sevilla hasta Ir¨²n. Bullock cont¨® sus impresiones en el libro Espa?a en bicicleta (publicado por Ediciones Casiopea, 2019) y es una de las 10 escritoras de Estados Unidos, entre las que se encuentran Gertrude Stein o Edith Wharton, reunidas en la investigaci¨®n multidisciplinar Viajeras estadounidenses explorando Espa?a (1880-1936), que ya est¨¢ disponible en abierto en el portal de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes de la Universidad de Alicante (UA).
Las autoras seleccionadas son todas ¡°mujeres pudientes con un marcado perfil literario¡±, explica Sara Prieto, profesora de Literatura Norteamericana en la UA e investigadora principal de este proyecto. La mayor¨ªa ten¨ªan una fuerte conciencia social, ¡°sobre todo en el ¨¢mbito de los derechos de la mujer y el acceso de las ni?as a la educaci¨®n¡±. ¡°Estaban interesadas en el patrimonio cultural o en la situaci¨®n pol¨ªtica del pa¨ªs, en el que buscan indicios de modernidad¡±, contin¨²a Prieto. Y su elecci¨®n de Espa?a refleja cierto esp¨ªritu libre y contestatario. En el marco temporal elegido, el pa¨ªs est¨¢ sumido ¡°en un periodo de cambio en el panorama pol¨ªtico¡±, con ¡°las negociaciones entre Espa?a y EE UU¡± que culminaron con la p¨¦rdida de las colonias y el estallido de la Guerra Civil. ¡°Espa?a no estaba incluida en el Grand Tour¡±, los viajes por Europa de j¨®venes de clases altas, que se centraban principalmente en Italia. Tampoco ¡°est¨¢ desarrollada, ni forma parte de la visi¨®n orientalista¡± de la ¨¦poca y es ¡°mucho m¨¢s dif¨ªcil de visitar que Francia o Inglaterra¡±.
Acercarse por la Pen¨ªnsula en el periodo entre los siglos XIX y XX es escapar de los convencionalismos. Aunque no todas las escritoras ten¨ªan los mismos motivos. ¡°Stein viene porque es amiga de Picasso y Juan Gris¡±, explica Prieto. Emprende un viaje con su hermano en 1901 en el que cuenta por carta a su compa?era Alice B. Toklas su visi¨®n de Granada: ¡°Es precioso. Esas gloriosas colinas marrones y esas espl¨¦ndidas villas efervescentes que no se parecen nada a los libros ilustrados¡±. M¨¢s de un lustro despu¨¦s de que la retrate Picasso, la autora y mecenas vuelve varias veces, entre 1911 y 1915, cuando se afinca una temporada en Mallorca junto a Toklas, para evadirse de la I Guerra Mundial. ¡°Para ella, Espa?a es el lugar donde nace la abstracci¨®n¡±, indica la investigadora, y salpica varios de sus textos y poemas con sus experiencias.
Edith Wharton pis¨® Espa?a por primera vez en 1866, con solo cuatro a?os de edad. En ese viaje, seg¨²n escribi¨® en su autobiograf¨ªa, Una mirada atr¨¢s, desarroll¨® su ¡°incurable pasi¨®n por la carretera¡±. La autora de La edad de la inocencia regres¨® en varias ocasiones, atra¨ªda por el patrimonio cultural, con visitas a la Alhambra, las cuevas de Altamira, parte del Camino de Santiago o ¡°la ruta rom¨¢nica y g¨®tica del norte¡±, entre Catalu?a y Asturias, cuenta Prieto. Seg¨²n recoge la investigaci¨®n, Wharton escribi¨®: ¡°Estaba ansiosa por regresar a Espa?a con acompa?antes m¨¢s aventureros y por explorar sitios m¨¢s remotos [¡], estando acompa?ada por alguien que no le teme a lo desconocido y que quer¨ªa ver lo mismo que yo, consegu¨ª extender mi mapa considerablemente¡±.
Tambi¨¦n qued¨® atrapada por el legado art¨ªstico espa?ol Maud Howe Elliot, amiga personal de Jos¨¦ Villegas, entonces director del Museo del Prado, quien lleg¨® a retratarla ¡°y a quien, como marchante de arte, le interesa el mercado norteamericano¡±. Sus dos itinerarios por Espa?a quedaron fijados en su libro Sol y sombra en Espa?a, de 1908.
El resto de autoras escogidas ¡°no son tan conocidas¡±, a?de la profesora de la UA. ¡°Tuvieron bastante influencia en su momento¡±, especialmente como escritoras de literatura de viaje. ¡°Las ediciones de sus textos no son de bolsillo, sino de tapa dura y buen papel, para lectores informados y de un contexto socioecon¨®mico elevado¡±. Pero acabaron ocultas por un canon masculino que encumbr¨® a ¡°Washington Irving, John Dos Passos o Ernest Hemingway¡±. De hecho, una de ellas, Caroline Earle White, pionera del animalismo, reflej¨® en su libro A holiday in Spain and Norway, de 1894, una visi¨®n de la tauromaquia ¡°muy diferente a la de autores como Hemingway¡±, se?ala Prieto. ¡°M¨¢s que fascinaci¨®n por las corridas de toros, las consider¨® una tortura cruel¡±.
El proyecto Awesome (por sus siglas en ingl¨¦s), en el que han participado especialistas de la UA, la Universidad Pablo de Olavide, de Sevilla; la Pompeu Fabra, de Barcelona, y la Complutense, en Madrid, incorpora tambi¨¦n menciones epistolares, cr¨®nicas o narrativa de viajes de Katharine Lee Bates, periodista del The New York Times, interesada en la evoluci¨®n de las f¨¢bricas del norte, desde Le¨®n y A Coru?a al Pa¨ªs Vasco; Alice Gordon Gulick, figura fundamental del acceso de las espa?olas a la educaci¨®n, que fund¨® en San Sebasti¨¢n el International Institute for Girls que luego traslad¨® a Biarritz; y las escritoras viajeras Susan Hale o Louise Chandler Moulton o la sufragista Inez Haynes Irwin, de la que, entre otras menciones, el proyecto rescata un fragmento de su diario con las compras realizadas para su declaraci¨®n en la aduana. La lista incluye un ¡°chal (360 pesetas), 2 peines (15 pesetas cada uno), mantilla negra (40 pesetas), mantilla blanca (70 pesetas), abanico (10 pesetas) y pendientes (4 pesetas)¡±. ¡°La investigaci¨®n¡±, manifiesta Prieto, ¡°analiza y recupera todo tipo de textos para dar una visi¨®n de la Espa?a de la ¨¦poca y de su patrimonio cultural y art¨ªstico, del papel de la mujer en plena reivindicaci¨®n de sus derechos e incluso de la evoluci¨®n del turismo¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.