Robert Peckham, historiador: ¡°Vivimos tiempos cada vez m¨¢s atemorizantes¡±
El VIII Foro de la Cultura re¨²ne al escritor con McKenzie Wark y Heinz Bude, en una charla con el miedo como pieza central

El miedo es una de esas emociones primitivas que ha acompa?ado a las sociedades siempre. Desde los temores m¨¢s tradicionales, como el miedo a lo desconocido o a la muerte, hasta otros m¨¢s contempor¨¢neos, como el miedo a perder el trabajo o a ver reducidos los ingresos. Su car¨¢cter paralizante lo ha convertido en uno de los aliados m¨¢s fieles del poder. Pero, para el historiador cultural Robert Peckham, ¡°los miedos se han reconfigurado hist¨®ricamente y vivimos tiempos cada vez m¨¢s atemorizantes¡±. Sus palabras sirvieron para abrir el encuentro El miedo omnipresente, celebrado este mi¨¦rcoles en el Espacio Fundaci¨®n Telef¨®nica en Madrid, el primero de los di¨¢logos programados en el VIII Foro de la Cultura. Un evento que este a?o, tras abordar temas como el humor o el odio, se adentra en los laberintos de la emoci¨®n m¨¢s paralizante de todas.
El pensador brit¨¢nico, autor del libro Miedo: Una historia alternativa del mundo, estuvo acompa?ado por la ensayista australiana y activista trans McKenzie Wark y Heinz Bude, uno de los soci¨®logos m¨¢s influyentes de nuestro tiempo, en una conversaci¨®n moderada por la polit¨®loga y colaboradora de este diario M¨¢riam Mart¨ªnez-Bascu?an. El debate filos¨®fico se centr¨® en el miedo como herramienta de dominaci¨®n pol¨ªtica y de control social.
¡°Aunque el futuro es progresivo y cada vez nos deshacemos de m¨¢s miedos que antes ten¨ªamos, tambi¨¦n surgen otros nuevos. Con las nuevas tecnolog¨ªas hay muchas m¨¢s ventanas y se han reconfigurado distintos tipos de miedo¡±, dijo Peckham para justificar su declaraci¨®n inicial. Su af¨¢n por hacer preguntas a sus compa?eros de ponencia reflejaba su profundo inter¨¦s por el tema. Wark fue m¨¢s directa y redujo las tecnolog¨ªas a una sola: el tel¨¦fono m¨®vil. ¡°Los usamos todo el tiempo y estructuran nuestra percepci¨®n del mundo. Est¨¢n dise?ados para captar nuestra atenci¨®n y sembrar miedo y p¨¢nico¡±. La relevancia particular que tiene en estos tiempos est¨¢ vinculada al control de las grandes tecnolog¨ªas, que est¨¢n en manos de un grupo muy reducido de multimillonarios. ¡°Una distop¨ªa¡±, explic¨® la moderadora, que nunca pens¨® que se hiciera realidad. ¡°?Por qu¨¦ no lo vimos venir?¡±, lanz¨® la polit¨®loga, la ¨²nica espa?ola en el debate. ¡°En realidad s¨ª lo hicimos¡±, le respondi¨® Wark, ¡°desde hace m¨¢s de 25 a?os, pero perdimos esa guerra. Ahora vemos un auge de una cultura medi¨¢tica compleja que trata de preocupar a la gente para revitalizar una cultura fascista¡±, concluy¨®.

Para Bude, entender el auge de las ultraderechas pasa por diferenciar el miedo del odio. Para el autor de La sociedad del miedo, el temor ¡°paraliza y nos hace indiferentes a lo que pasa en el mundo¡±. Esa creaci¨®n artificial de atm¨®sferas de miedo que proliferan en las redes, promovidas por los movimientos fascistas, obliga a las personas a blindarse frente a los contextos sociales. ¡°Con el miedo tienes una relaci¨®n pasiva con el mundo, no activa¡±, algo que, seg¨²n el soci¨®logo, s¨ª sucede ¡°cuando odias¡±. ¡°Lo que pas¨® con Trump es que dio carta blanca al odio, le dio permiso a todos para odiar. Todos los movimientos populistas en el mundo dan motivos para odiar. Se adhieren al miedo y nos dan razones para odiar¡±, ejemplific¨®.
Sin embargo, como explic¨® Peckham, ¡°hay una l¨ªnea muy delgada entre el miedo y la culpa hacia el grupo¡±. Y el temor ¡°puede convertirse r¨¢pidamente en actos violentos¡±. El estado pasivo del que habl¨® Bude se transforma en uno activo que, gracias a un miedo omnipresente que produce desconfianza en el otro, genera la necesidad de protegerse de ¨¦l. ¡°El problema viene¡±, continu¨® Bude, ¡°cuando alguien te dice ¡®s¨ªgueme y te librar¨¦ de tu miedo¡¯. Eso es muy peligroso¡±. Al respecto, Peckham hizo un ¨²ltimo comentario: ¡°Las sociedades est¨¢n polarizadas en las formas de pensar y sentir el temor¡±. Es decir, el miedo de unos no es el mismo que el de otros, y esa ¡°incapacidad para entender el del otro¡± deriva en violencia.

¡°Es un caos, ?no?¡±, termin¨® por decir Bude al final de la conversaci¨®n, reflejando lo confuso de las ideas tratadas. El debate termin¨® como suelen terminar las conversaciones filos¨®ficas: apurado por el reloj y con m¨¢s preguntas que respuestas. Al encuentro de los tres pensadores le seguir¨¢n otras conversaciones desde hoy y hasta el domingo, en un foro con sede en Valladolid, pero que tambi¨¦n ofrecer¨¢ un par de eventos m¨¢s en la capital. Por sus espacios pasar¨¢n personajes como la astronauta Sara Garc¨ªa Alonso, el escritor Mart¨ªn Caparr¨®s, el soci¨®logo David Le Breton o el humorista Joaqu¨ªn Reyes.
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