Robert Peckham, historiador: ¡°La libertad da miedo¡±
El ensayista brit¨¢nico afirma que la gente prefiere que otros decidan por ellos. Sostiene que los temores que asociamos a la pandemia hoy se han diluido en otros nuevos
![Robert Peckham, historiador](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/ECMFFFICPNELZNMJRLSCTCZNBI.jpg?auth=cacf9470fe58b580e62d259678540256e3b7c9d4f374606374d2ebb740e3f2db&width=414)
Puede haber esperanza all¨ª donde hay miedo?, escribi¨® Cervantes en El Quijote. Para averiguarlo nos desplazamos hasta Bronxville, uno de los pueblos m¨¢s exclusivos de Nueva York ¡ªconocido por sus mansiones de arquitectura Tudor y colonial, as¨ª como por la educaci¨®n de ¨¦lite que ofrece¡ª, situado a unos 25 kil¨®metros de Manhattan. All¨ª vive desde hace unos a?os el historiador brit¨¢nico Robert Peckham (Londres, 1965), autor del ensayo Miedo. Una historia alternativa del mundo (Paid¨®s, 2024), traducido a cinco idiomas, que asistir¨¢ al VIII Foro de la Cultura, que se celebra en Valladolid del 20 al 23 de febrero bajo el lema ?Qui¨¦n dijo miedo? Antes, Peckham ha escrito sobre el uso del p¨¢nico en los distintos imperios, sobre las diversas epidemias que han azotado Asia en la etapa moderna y sobre la identificaci¨®n (o su ausencia) con la herencia cultural europea.
En 2021, despu¨¦s de 15 a?os trabajando como profesor de historia en Asia, Peckham renunci¨® a su c¨¢tedra en la Universidad de Hong Kong, se mud¨® a EE UU con su familia y decidi¨® dedicarse por completo a su libro. El historiador, que en la actualidad dirige Open Cube ¡ªuna organizaci¨®n que promueve el di¨¢logo entre las artes, la ciencia y la tecnolog¨ªa¡ª, nos invita a repensar el miedo no solo como herramienta de poder, sino tambi¨¦n como catalizador del cambio. En su lujosa casa, rodeado de su colecci¨®n de arte ¡ªdonde destaca un m¨®vil de Alexander Calder y las cautivadoras pinturas abstractas de su padre, que fue onc¨®logo y artista¡ª, sus libros, un chelo y un majestuoso piano de cola, pasamos horas conversando. Mientras tanto, en las calles de EE UU comienzan a ejecutarse las primeras redadas y deportaciones contra inmigrantes indocumentados tras la llegada de Donald Trump al poder.
Pregunta. Cuando pienso en el miedo en el contexto sociopol¨ªtico actual, pienso en figuras como Trump, Putin y Kim Jong-un.
Respuesta. La pol¨ªtica actual est¨¢ centrada en el miedo. Era algo patente en la primera legislatura de Trump; con un discurso donde predominaban los miedos conspirativos. Y el discurso dem¨®crata giraba en torno al miedo a Trump, al cambio clim¨¢tico¡ Ning¨²n partido era capaz de ofrecer alg¨²n valor social o una agenda aspiracional. El debate consist¨ªa en deslegitimar los miedos de los dem¨¢s y priorizar los propios.
P. ?C¨®mo hemos llegado a este punto?
R. A lo largo de la historia, y originalmente, el miedo ha sido un mecanismo para proteger los valores liberales, pero con el tiempo ha terminado opacando esos mismos valores que intentaba preservar. Hoy hay m¨¢s miedos que valores. Y, m¨¢s que interesado en el miedo, lo que me intriga es c¨®mo vamos a salir de esta situaci¨®n. Es muy dif¨ªcil dar con alg¨²n movimiento progresista en el sentido de que mire hacia el futuro en lugar de priorizar c¨®mo protegerse. El miedo est¨¢ vinculado a valores liberales muy apreciados, como la libertad. La gente prefiere ceder su libertad a otra persona para que tome las decisiones. La libertad da miedo.
P. Usted defiende que tambi¨¦n hay algo esperanzador y positivo en el miedo.
R. El miedo tambi¨¦n da claridad. Nos recuerda que si no solucionamos algo que hay que solucionar, se va a convertir en un problema. Permite ver el mundo desde una perspectiva distinta y hay algunas experiencias que asustan, como la enfermedad, que ayudan a que prioricemos lo que de verdad importa. Lo que ocurre es que cuando la experiencia pasa, con frecuencia olvidamos lo que hemos aprendido. Por eso valoro tanto el arte y el cine: nos ayudan a recordarlas.
P. Pero ahora me resulta dif¨ªcil imaginar un movimiento del nivel de Black Lives Matter en defensa de los derechos de los inmigrantes o de las personas trans.
R. La gente est¨¢ muy cansada. Los estragos de la covid-19 han tenido un impacto en el ¨ªmpetu necesario para la movilizaci¨®n social. Tras la primera investidura de Trump hubo una marcha multitudinaria de mujeres en varias ciudades del pa¨ªs, que no se ha celebrado este a?o porque hay escepticismo, impotencia. Pero es importante tener presente que ciertos problemas no ata?en ¨²nicamente a los pol¨ªticos, sino que exigen un cambio de perspectiva por parte de la sociedad, que es la que ha votado. Hay que movilizarse y visibilizar los problemas para concienciar tambi¨¦n a la poblaci¨®n. Y la realidad es que es algo que est¨¢ afectando al mundo entero, tambi¨¦n a Europa, donde la extrema derecha est¨¢ creciendo. La gente deber¨ªa de seguir moviliz¨¢ndose motivada por el miedo. Me impresiona el n¨²mero de vagabundos que veo en las calles de EE UU, ?c¨®mo puede una sociedad seguir siendo funcional si no se prioriza que la gente tenga casa?
P. Afirma que ser consciente del papel del miedo en la historia es ¨²til, ?por qu¨¦?
R. Hay distintos tipos de miedo, los biol¨®gicos y los heredados, los que nos han inculcado a lo largo de nuestra educaci¨®n. Estos son los miedos culturales, que cambian de pa¨ªs en pa¨ªs, y que van moldeando nuestra forma de ver el mundo. Estoy totalmente convencido de que estos miedos se pueden revertir plante¨¢ndose si son miedos leg¨ªtimos y trabajando luego en formas de mitigarlos.
P. En 2016, antes de la pandemia de covid-19, escribi¨® un ensayo llamado Epidemias en la Asia moderna y durante seis a?os imparti¨® un curso sobre la historia de las pandemias en la Universidad de Hong Kong.
R. Nosotros sab¨ªamos que la pandemia iba a ocurrir. Durante a?os estudi¨¦ estos temas, que son muy oscuros. Las epidemias son un compendio de crisis econ¨®micas mezcladas con procesos biol¨®gicos, sociales, pol¨ªticos y ansiedades, que propician el cambio. Los miedos asociados a la pandemia se han diluido ahora en otros miedos.
P. ?Cree que vivimos en una ¨¦poca en la que el miedo se debe a problemas de salud mental m¨¢s que a amenazas externas reales?
R. Depende de donde se viva y c¨®mo. Pero en EE UU, y generalizando, creo que probablemente la causa sea mental. Si nos atenemos a est¨¢ndares hist¨®ricos, al nivel adquisitivo y la esperanza de vida, podr¨ªamos decir que estamos en el mejor momento de la historia. Pero no es as¨ª como se siente la gente: tiene miedo y repercute en un mundo m¨¢s virtual, en la ca¨ªda de la socializaci¨®n y la apertura, en el aumento de suicidios.
P. ?C¨®mo ha sido volver a Occidente despu¨¦s de pasar tanto tiempo en Asia?
R. Todav¨ªa me sorprende darme cuenta de que en general no se sabe mucho sobre Asia y que prevalecen ideas estereotipadas. Tambi¨¦n constatar que hay una diferencia en el conocimiento de la historia. En 2008 se cre¨ªa que China se convertir¨ªa en parte de Hong Kong y no al rev¨¦s, como ha sucedido. Me siento desorientado, pero como yo, muchos se preguntan ahora cu¨¢l es su hogar. En este pa¨ªs la gente planta banderas ante sus casas y hay todo un debate entre qui¨¦n es americano y qui¨¦n no. Estoy escribiendo sobre eso.
P. ?Sobre el sentido de pertenencia?
R. Sobre qu¨¦ es un hogar, qu¨¦ significa y d¨®nde est¨¢. ?El hogar est¨¢ en el origen o en el final de la vida? ?Cu¨¢nto tiempo se tiene que habitar un lugar para considerarlo hogar? Yo consideraba Hong Kong mi hogar. All¨ª nacieron mis hijos y me compr¨¦ una casa, y, de la noche a la ma?ana, ya no lo es. Hoy hay una serie de fen¨®menos alterando el concepto, como, por ejemplo, la tecnolog¨ªa.
P. ?A qu¨¦ tiene miedo?
R. Soy humano, me resulta imposible responder de forma concisa ante algo tan existencial. Sobre todo, tengo miedo a perder a las personas que quiero. Pensar que puede ocurrir en cualquier momento me hace ponerlo todo en perspectiva.
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