Juan Diego Botto y Pen¨¦lope Cruz llevan a la alfombra roja de Venecia a los desahuciados y los excluidos
El actor presenta en la secci¨®n paralela Horizontes su ¨®pera prima tras la c¨¢mara, ¡®En los m¨¢rgenes¡¯, m¨¢s aplaudida por su causa que por su realizaci¨®n
![Tommaso Koch](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F68f039d0-7e15-4275-b68c-0f5747bd8547.jpg?auth=ab477fa72e4d40980cc54ff252de262685cd61f4b72ce8c852dce82548a7134e&width=100&height=100&smart=true)
![Juan Diego Botto, este martes en la alfombra roja del festival de Venecia.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/HQSGTFESY4T6KP6AISHXYFUGMU.jpg?auth=f5e5c01b14aa3ac632116c053b1ce9a6e431f299b89a8b16dca12795238fc742&width=414)
Se suele imaginar que la vida de un actor famoso est¨¢ bastante resuelta. El p¨²blico fantasea con sus ingresos s¨®lidos, papeles estupendos, invitaciones a las mejores fiestas, amistades envidiadas. Solo Juan Diego Botto y su entorno ¨ªntimo conocen la realidad privada del int¨¦rprete. S¨ª resultan indudables, sin embargo, su celebridad y un talento ratificado por el reciente Premio Nacional de Teatro. Cuando decidi¨® debutar tras la c¨¢mara, pues, su prestigio le daba pie a contar lo que quisiera. ?Acci¨®n? ?Un relato personal? Alguien, tarde o temprano, lo hubiera financiado. Y m¨¢s si el cineasta es capaz de fichar a divos del calibre de Pen¨¦lope Cruz y Luis Tosar. Pero, por encima de todo, la estrella ha querido aprovechar su luz para iluminar a los que siempre andan en la sombra. En los m¨¢rgenes, en concreto, como el t¨ªtulo de su ¨®pera prima, que estren¨® ayer lunes en el festival de Venecia, en la secci¨®n Horizontes, y llegar¨¢ el 7 de octubre a las salas. En la Mostra recibi¨® una acogida discreta. Y los aplausos se centraron m¨¢s en la causa, el esp¨ªritu del filme, que en su realizaci¨®n.
El largo junta tres historias de las miles que discurren en la Espa?a que nadie ve. Por eso mismo, Botto coloca ah¨ª su foco. Ya no es la lucha por llegar a fin de mes, sino la de mantenerse a flote cada ma?ana. Y afrontar el v¨¦rtigo de encrucijadas siempre decisivas. Una reponedora de supermercado trata de conservar el trabajo, evitar su desahucio y mantener unida a su familia; un abogado busca salvar su relaci¨®n de pareja y, al mismo tiempo, la fr¨¢gil custodia que una madre tiene sobre su hija; y un hombre se hunde bajo el peso de sus errores, que le han costado todo y le han dejado solo con sus demonios. Tareas tit¨¢nicas a los ojos del espectador. He aqu¨ª, sin embargo, el d¨ªa a d¨ªa de muchos. En la periferia de la ciudad. Y del sistema.
El cineasta lo conoce de cerca. Porque pisar alfombras rojas no est¨¢ re?ido con a?os de compromiso pol¨ªtico en defensa de los m¨¢s castigados. Y porque visit¨® numerosas asambleas de afectados por la hipoteca, bajo la gu¨ªa de la periodista Olga Rodr¨ªguez, su pareja y coguionista de En los m¨¢rgenes, ¨²nica pel¨ªcula espa?ola en el festival de Venecia. Est¨¢ claro que Botto sabe de lo que habla. Y as¨ª lo refleja una de las mayores virtudes del filme: la humanidad. La c¨¢mara muestra gentes desesperadas, casi quebradas, al borde del colapso. Pero siempre dignas. Mucho m¨¢s que los bancos o los Gobiernos que les traicionaron.
![Juan Diego Botto (izquierda), Pen¨¦lope Cruz y Luis Tosar, hoy en el festival de Venecia.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/N53RGWNHMRCNN7GIUWL5CLZ3WY.jpg?auth=433dbfe36c1fd31f8592895109553f911cd8061aa5ef96398192ec1f2d20db31&width=414)
Una causa importante, sin duda. Tanto, sin embargo, que el director se esfuerza en contagiarla a toda costa al espectador. Cine y activismo se rozan, se mezclan, se confunden. Algunas secuencias emocionan, indignan, remueven conciencias. Pero demasiadas carecen de sutileza, como si la misi¨®n principal fuera asegurarse de que el p¨²blico entienda el mensaje solidario. Y act¨²e. Uno de los personajes, un joven que pasa de la indiferencia a la implicaci¨®n, parece marcar el camino a seguir en las butacas.
Hace 10 a?os desde que Cruz le pidi¨® a su amigo que ideara algo para interpretar los dos sobre celos. Botto lo intent¨®, pero sali¨® otra cosa. ¡°Cuando escribo, solo pienso en lo que me interesa y lo que me conmueve, nada m¨¢s. Y a posteriori me doy cuenta de que siempre me salen historias desde abajo, de gente sin cargos, ni corbatas ni poder¡±, contaba hace pocas semanas a El Pa¨ªs Semanal. A ella le gust¨® igualmente. O m¨¢s. Tanto que no solo act¨²a en la pel¨ªcula, sino que tambi¨¦n la produce. Y ambos protagonizan una de las mejores secuencias del largo, esa que se deb¨ªan desde hac¨ªa una d¨¦cada. Al final, no hay celos en esa furibunda pelea. Solo una pareja de trabajadores que el sistema ha empujado al l¨ªmite. Sucede cada d¨ªa en miles de hogares, ante la indiferencia del resto. Ahora, dos estrellas han decidido mostrar esos m¨¢rgenes en la gran pantalla. Quiz¨¢s, as¨ª, al fin alguien los vea.
Babelia
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