San Sebasti¨¢n proyecta una pol¨¦mica pel¨ªcula sobre pedofilia que Toronto cancel¨®

El cine del austriaco Ulrich Seidl (Viena, 69 a?os) siempre ha sido turbio, amante de mostrar las caras m¨¢s emponzo?adas de la Europa del bienestar. Gracias a ello, es un habitual de los festivales de cine y en Espa?a, donde todas sus pel¨ªculas se han estrenado comercialmente, cuenta con un grupo fiel de seguidores. Por ello, la presentaci¨®n a concurso en San Sebasti¨¢n de Sparta, su ¨²ltimo trabajo, devino en acontecieminto. La pel¨ªcula, que conforma un d¨ªptico con Rimini, fue rodada en 2019 y estrenada en la pasada Berlinale. Pero el pasado 2 de septiembre el semanario alem¨¢n Der Spiegel public¨® un reportaje que asegura que Seidl ocult¨® deliberadamente a los padres y a los propios menores que trabajaron con ¨¦l ¡ªactores no profesionales que en el momento del rodaje contaban entre 9 y 16 a?os¡ª que la pel¨ªcula trataba sobre pedofilia. Seg¨²n la investigaci¨®n del medio germano, tampoco les prepar¨® adecuadamente para encarar una filmaci¨®n en la que iban a ver violencia y alcoholismo. El festival de Toronto anul¨® este mes la proyecci¨®n de la pel¨ªcula, y el certamen de Hamburgo decidi¨® mantener sus sesiones, pero ha retirado la concesi¨®n de un galard¨®n honor¨ªfico a Seidl.

En San Sebasti¨¢n, el director del certamen, Jos¨¦ Luis Rebordinos, cuenta a EL PA?S que ellos no han tenido ninguna duda: ¡°Aqu¨ª creemos en la presunci¨®n de inocencia. Hemos le¨ªdo con atenci¨®n ese reportaje, hemos confirmado que no existe ni una sola denuncia en sede judicial ni en Austria ni en Rumania, y todo el equipo seleccionador del Zinemaldia ha visto la pel¨ªcula para cotejar lo mostrado. Solo una orden judicial que lo establezca nos llevar¨ªa a suspender una proyecci¨®n programada¡±.

Este s¨¢bado Seidl anul¨® su viaje a San Sebasti¨¢n y envi¨® un comunicado: ¡°Estoy muy agradecido a Jos¨¦ Luis Rebordinos por apoyar Sparta desde el principio, a pesar de la presi¨®n medi¨¢tica y de la repentina e inesperada pol¨¦mica que ha suscitado. Significa mucho para m¨ª. Mi impulso inicial fue ir a San Sebasti¨¢n y no dejar sola la pel¨ªcula en la que mi equipo y yo hemos trabajado durante tantos a?os. Sin embargo, me he dado cuenta de que mi presencia en la premi¨¨re podr¨ªa ensombrecer la recepci¨®n de la pel¨ªcula. Ahora es el momento de que la pel¨ªcula hable por s¨ª sola¡±. El director del certamen apunta: ¡°Es un momento triste. Quer¨ªamos que Seidl viniera y defendiera su trabajo¡±. Este domingo no ha habido ni entrevistas, ni rueda de prensa, ni ning¨²n miembro del equipo acompa?ar¨¢ a Sparta en su sesi¨®n de gala a las 19.00. En Espa?a Filmin distribuir¨¢ la pel¨ªcula en salas y en streaming.

A pesar de las palabras de Seidl, la pol¨¦mica no es inesperada. M¨¢s all¨¢ del art¨ªculo de Der Spiegel, medio que asegura que sus periodistas han investigado sobre el terreno medio a?o y que han entrevistado no solo a los ni?os y a sus tutores, sino tambi¨¦n a miembros del equipo de filmaci¨®n rumano, las primeras quejas vienen de antes. Ya antes de la pandemia, diversos medios rumanos se hicieron eco de las quejas de los padres, que finalmente no presentaron ninguna denuncia judicial. Las autoridades locales rumanas de Satu Mare y la agencia DIICOT que informa al fiscal general han abierto una investigaci¨®n, as¨ª como la agencia de protecci¨®n de menores. El ministro de Cultura de Rumania, Lucian Roma?canu ha declarado a los medios: ¡°Este es un asunto serio. Si dejas que tu hijo act¨²e en una pel¨ªcula, obviamente debes ver el guion, firmar un contrato y tener toda la informaci¨®n necesaria para tomar una decisi¨®n¡±. Tambi¨¦n aconsejaba a los padres a que tomaran acciones legales contra Seidl.

El abogado de Seidl niega los hechos en Der Spiegel: ¡°Se les inform¨® de que la pel¨ªcula era sobre un adulto que siente atracci¨®n por los chicos y que asume un cierto rol de figura paterna sobre ellos¡±. El rodaje se desarroll¨® desde el invierno de 2019 hasta el verano de 2020. En un comunicado posterior, Seidl ahond¨®: ¡°Si los padres hubieran tenido objeciones sobre el rodaje o sobre c¨®mo tratamos a sus hijos, o si los ni?os se hubieran sentido inc¨®modos con nosotros, no habr¨ªan seguido colaborando tanto tiempo. Ni falta hace decir que nunca obligu¨¦ a ning¨²n ni?o (o a cualquiera de los actores) a hacer algo ante la c¨¢mara que no quisieran. Los actores m¨¢s j¨®venes estuvieron bajo constante supervisi¨®n. Al lado del plat¨® construimos habitaciones en las que pod¨ªan descansar o jugar, tal y como hab¨ªamos hecho en otras de mis pel¨ªculas. Cuando no estaban rodando, pod¨ªan pasar tiempo all¨ª, acompa?ados de profesionales¡±.

Der Spiegel alega que no se atuvieron a las regulaciones laborales de rodajes con menores, es decir, con psic¨®logos en el rodaje que dieron apoyo a los ni?os. ¡°A diferencia de lo que menciona el semanario, tambi¨¦n expliqu¨¦ a los padres, uno a uno (con la ayuda de int¨¦rpretes), todos los elementos esenciales de la pel¨ªcula antes del rodaje. Incluida la ambig¨¹edad del personaje de Ewald, el protagonista, y su relaci¨®n con los ni?os. Los periodistas de Der Speigel no nos pidieron ninguna copia del guion que escribimos Veronika Franz y yo ¡ªque evolucion¨® durante el rodaje en colaboraci¨®n con los actores¡ª y que sirvi¨® como punto de partida de la conversaci¨®n. Los periodistas ni siquiera pidieron ver la pel¨ªcula¡±.

No ha habido declaraciones del actor protagonista, Georg Friedrich, de largu¨ªsima carrera y presente en t¨ªtulos como Great Freedom (Gran libertad), Wilde Maus y que rechaz¨® una oferta de Tarantino para trabajar en Malditos bastardos.

Meticulosamente medida

En pantalla, Sparta est¨¢ meticulosamente medida. En ning¨²n momento se muestra que los deseos ped¨®filos del protagonista devengan en pederastia. Ning¨²n ni?o aparece desnudo, aunque s¨ª en calzoncillos. Seidl, maestro de la manipulaci¨®n y de lo oscuro, apunta una reflexi¨®n: el maestro de judo, austriaco, con tendencias ped¨®filas es mejor padre que los aut¨¦nticos, borrachos y poco preocupados por los menores en una Transilvania de escuelas abandonadas y pobreza imperante.

El profesor les hace fotos en kimono, o en pantalones pidiendo que le ¡°ense?en m¨²sculo¡±. Luego ve las im¨¢genes en su habitaci¨®n, aunque en ning¨²n momento se asocia su visionado con actos sexuales. Solo hay una secuencia en la que Seidl llega lejos: en la inmensa ducha comunitaria, los ni?os se ba?an en calzoncillos con el profesor haciendo lo mismo, aunque desnudo, al lado. Tampoco se asegura que haya una intenci¨®n sexual.

Ewald, el protagonista, es un hombre atormentado por la consciencia de ese deseo, y un amoroso hijo que viaja constantemente desde su casa en Transilvania hasta el asilo austriaco de ancianos en el que Vater, su padre, va hundi¨¦ndose en una demencia que saca a la luz su pasado como adolescente nazi. En su anterior pel¨ªcula, Rimini, Ewald y Vater eran personajes secundarios en un drama centrado en Richi, el hermano mayor de Ewald, un cantante que d¨¦cadas atr¨¢s conoci¨® el ¨¦xito en el mundo germanohablante y que ahora malvive actuando en la localidad italiana que da nombre al filme en hoteles de mala muerte y salas de fiestas ancladas en los a?os sesenta. Sus exiguos emolumentos los mejora con lo que le pagan las fans por acostarse con ¨¦l.

Seidl ha transitado entre el documental y la ficci¨®n en su cine. Del primer formato, en el que empez¨® su carrera destacan En el s¨®tano (2014), que indaga en los secretos turbios que esconden esas habitaciones habituales en las casas austriacas, o Safari (2016), sobre los crueles viajes cineg¨¦ticos de ricos austriacos a ?frica. En la ficci¨®n, su poderosa trilog¨ªa Para¨ªso (Fe, Esperanza y Amor) (2013) e Import / Export (2007) plantea al espectador cuestiones de manera tan g¨¦lida como agresiva sobre temas como el turismo sexual o el trato que da Europa occidental a la inmigraci¨®n.