La colombiana Laura Mora, una Concha de Oro hecha de dolor y poes¨ªa

Una carta puede cambiar una vida. O al menos hacer crecer la esperanza de que exista una existencia mejor. Como la que recibe uno de los cinco protagonistas de Los reyes del mundo, chicos marginados de las calles de la colombiana Medell¨ªn, adolescentes olvidados por la sociedad y a los que se les abre una puerta cuando una misiva anuncia a uno de ellos que se le devuelven los terrenos arrebatados por los paramilitares a su abuela. Es hora del viaje, pero del viaje a ninguna parte que impulsa Los reyes del mundo, de Laura Mora (Medell¨ªn, 41 a?os), la primera colombiana en ganar la Concha de Oro del festival de San Sebasti¨¢n. ¡°Una nunca piensa en los premios¡±, asegura Mora. ¡°Yo solo me embarqu¨¦, como otras veces, en la b¨²squeda exhaustiva de una pel¨ªcula profunda, sincera, y despu¨¦s llega lo otro, el reconocimiento, que permite que la pel¨ªcula se vea¡±, explica nerviosa.

Los reyes del mundo es un viaje hacia la poes¨ªa, sin abandonar la realidad, que Mora empez¨® despu¨¦s de estrenar su anterior pel¨ªcula, Matar a Jes¨²s (2017), que gan¨® en San Sebasti¨¢n una menci¨®n especial en la secci¨®n Nuevos Directores, ¡°y que era una obra m¨¢s narrativa¡±. A la cineasta, por un lado, le hac¨ªa feliz ¡°ese crecimiento art¨ªstico¡±, aunque, por otro, le preocupaba que la gente que le gustar¨ªa que la viera ¡°no la sintiera cercana¡±.

Mora hace cine por una influencia materna. ¡°Iba con mi madre a las salas y me gustar¨ªa reproducir lo que sent¨ªa, la conmoci¨®n, la impresi¨®n. Claro que entonces no sab¨ªa si lo iba a lograr¡±, y eso une Matar a Jes¨²s con Los reyes del mundo: su idea de mostrar el contraplano de lo que cuentan los medios de comunicaci¨®n, hacer protagonistas a quienes no tienen un lugar en el mundo. ¡°Yo no hago ning¨²n proceso hermen¨¦utico ni antropol¨®gico a las historias, sino que me siento fascinada por los personajes que se quedan habitualmente fuera, esos que protagonizan el cine de Pasolini y Angelopoulos. Me siento c¨®moda en los lugares que la Historia no tiene en cuenta¡±.

Estudi¨® Direcci¨®n y Producci¨®n de cine en la Universidad Real Instituto de Tecnolog¨ªa (RMIT) de Melbourne (Australia). Tras varios cortometrajes, en 2012 codirigi¨® la serie de televisi¨®n Escobar, el patr¨®n del mal, y en 2014 el telefilme Antes del fuego, adem¨¢s de haber dirigido cap¨ªtulos para las series de Netflix Frontera verde (2019) y El robo del siglo (2020). Pero fue Matar a Jes¨²s el trabajo con el que dio la campanada y gan¨® 20 premios en festivales de todo el mundo. Su protagonista es una estudiante que presencia el asesinato de su padre, un popular profesor de Ciencias Pol¨ªticas de la universidad p¨²blica de Medell¨ªn. No habr¨¢ respuesta institucional ante el crimen, pero una noche la chica se cruza con el sicario que asesin¨® a su padre. Y la rabia y la venganza le llevan a sumergirse en esas oscuridades. Si en ese filme el punto de partida fue el aut¨¦ntico asesinato del progenitor de Mora, ahora hay otro vuelo, otra poes¨ªa. ¡°En los ¨²ltimos tiempos siento que frente a todo lo horrible que emana el mundo debo enfocar su belleza. Con la primera ya hice mi viaje, esta habla m¨¢s de mi dolor por el mundo. Una de las cosas que m¨¢s me gustan del cine es que puede revivir a los muertos. Y Los reyes del mundo podr¨ªa ser tambi¨¦n una pel¨ªcula de fantasmas¡±.

Su quinteto protagonista reina en la desobediencia, aunque tambi¨¦n emana dignidad en su resistencia. Por eso, el filme tambi¨¦n es ¡°un cuento subversivo protagonizado por clan salvaje y entra?able¡±, que ocurre en ¡°un territorio del que nadie puede ser expulsado¡±. Cuando empez¨® a escribir la pel¨ªcula, Mora pensaba en que la violencia no lo es todo. ¡°Pero en estos a?os han pasado muchas cosas: la pandemia, una guerra... Incluso mi pa¨ªs ha cambiado. Salimos de una para meternos en otra... En mi vida siempre he sido una rom¨¢ntica y he dejado de serlo. Ahora creo que el mundo es una mierda pero que la vida es hermosa. En esa contradicci¨®n he encontrado mucha poes¨ªa y mucho dolor¡±, desgrana. ¡°En la pandemia algo se rompi¨® dentro de m¨ª. Ya no creo que el mundo vaya a ser un lugar mejor, aunque s¨ª en que tenemos que mantenernos vivos¡±.