La pol¨¦mica sobre apropiaci¨®n cultural enciende a la Mostra de Venecia y compara a Pen¨¦lope Cruz con un ¡°exorcista¡±
El debate desatado por el actor italiano Pierfrancesco Favino, tras lamentar que el filme de Michael Mann eligiera a Adam Driver para encarnar a Enzo Ferrari en lugar de alguien local, salpica a la estrella espa?ola
En la pantalla, aparece Modena. Las bicicletas bajo sus p¨®rticos, un plato de fettuccine en una trattoria. Y, por supuesto, el b¨®lido rojo m¨¢s famoso del mundo. Va, al final, en el propio t¨ªtulo del filme. Hasta se habla del club de f¨²tbol local, ¡°orgullo¡± de la regi¨®n. Todo, pues, m¨¢s que italian¨ªsimo. Entonces, ?por qu¨¦ demonios Enzo Ferrari habla ingl¨¦s? Por la libertad creativa que cada director y filme puede y debe tomarse, responder¨¢n algunos. As¨ª lo han decidido Michael Mann y la producci¨®n porque les pareci¨® lo mejor para Ferrari, punto. Pero Pierfrancesco Favino, probablemente el actor m¨¢s celebrado de Italia en los ¨²ltimos a?os, tiene otra explicaci¨®n: ¡°Apropiaci¨®n cultural¡±. ¡°No entiendo por qu¨¦ este tipo de pel¨ªculas se f¨ªan a int¨¦rpretes extranjeros, lejanos respecto a los protagonistas reales de las historias, empezando por el acento ex¨®tico. [...] En otras ¨¦pocas lo habr¨ªa hecho Gassman. Hoy lo hace Adam Driver y nadie dice nada¡±, asegur¨® este s¨¢bado, durante la rueda de prensa de otro filme en concurso, Adagio. Y puso en marcha, de paso, la pol¨¦mica m¨¢s inesperada de la Mostra.
Ayer lunes, de hecho, las sacudidas llegaron a golpear a la otra protagonista de Ferrari. ¡°Pen¨¦lope Cruz habla con acento espa?ol intentado ser romagnola [de la Emilia Roma?a], tipo exorcista con varias voces dentro de s¨ª¡±, declar¨® el director y actor Luca Barbareschi, en la presentaci¨®n de su ¨²ltimo filme, The Penitent. El creador, que ha trabajado como int¨¦rprete y productor en los ¨²ltimos largos de Roman Polanski, es conocido en Italia tambi¨¦n por su carrera pol¨ªtica como diputado de derechas, en el partido de Silvio Berlusconi, y por cierta disposici¨®n a la pol¨¦mica.
El festival sab¨ªa que la huelga de actores y guionistas contra los grandes estudios y plataformas de Hollywood ser¨ªa un tema controvertido de su 80? edici¨®n. Era consciente, tambi¨¦n, de que invitar a Luc Besson, Woody Allen o Roman Polanski, vinculados en distintas medidas con casos de presuntas o demostradas violencias sexuales, encender¨ªa las cr¨ªticas. Seguramente nadie, en cambio, vio venir la batalla verbal que lleva dos d¨ªas ocupando titulares y preguntas de la prensa italiana en el certamen. Porque Favino solo encendi¨® la mecha. Desde entonces, el debate, a favor y en contra, est¨¢ que arde.
¡°No se entiende por qu¨¦ no yo, sino actores de este nivel [le rodeaban Toni Servillo, Adriano Giannini o Valerio Mastandrea] no sean involucrados en estos filmes. [¡] Si un cubano no puede hacer de mexicano, por qu¨¦ un americano puede hacer de italiano. Solo aqu¨ª. Me parece una actitud de desprecio hacia el sistema italiano, si las leyes comunes son estas, entonces participemos nosotros tambi¨¦n¡±, complet¨® su declaraci¨®n el int¨¦rprete. Record¨®, de paso, que Driver tambi¨¦n encarn¨® a Maurizio Gucci, en el filme de Ridley Scott donde otros divos de Hollywood daban vida, y voz, al resto de la c¨¦lebre familia. Y ha llegado a calificar su movimiento de ¡°peque?a batalla¡±. Porque el gran cine de EE UU, que ya domina la taquilla, no fagocite incluso las historias europeas. Porque el dinero, que presiona hacia el habla inglesa para facilitar la distribuci¨®n en m¨¢s mercados, haga m¨¢s concesiones al realismo y la autenticidad. Aunque, de paso, el actor tambi¨¦n insin¨²a que un divo y una s¨²per producci¨®n extranjeras tambi¨¦n aumentan el riesgo de un retrato m¨¢s estereotipado.
Las opiniones, m¨¢s o menos c¨¦lebres, siguen cayendo en ambos bandos. Sofia Coppola, que presentaba hoy lunes en el festival su Priscilla, afirm¨®: ¡°Un director debe ser libre de elegir c¨®mo y con qui¨¦n contar su historia¡±. Y Mads Mikkelsen, protagonista de la pel¨ªcula en concurso Bastarden, dijo en una entrevista a La Repubblica que entend¨ªa a Favino, pero sac¨® otro problema: la apuesta tan habitual por el doblaje ya coloca en desventaja a pa¨ªses como Italia, Francia o Espa?a. Y resta valor e importancia a la defensa del idioma original. Que el cuestionamiento empiece por ah¨ª, vino a decir el dan¨¦s. ¡°Nunca entend¨ª por qu¨¦ hac¨¦is eso. Es una locura¡±, apunt¨®. Actores y cineastas italianos como Pupi Avati o Monica Guerritore, en cambio, han apoyado la tesis de su conocido compa?ero de profesi¨®n. Esta ¨²ltima defendi¨®, seg¨²n La Repubblica: ¡°Me dijeron que si le entregaba el rol de Anna Magnani a una diva estadounidense habr¨ªa conquistado el mercado global, pero no puede interpretarla nadie m¨¢s que una actriz italiana¡±.
Al menos en un aspecto Favino s¨ª se equivoca: el asunto no es exclusiva italiana. Sucedi¨® en La casa Gucci, cierto. E incluso en Luca, animaci¨®n de Pixar con director y ambientaci¨®n italiana, pero habla inglesa. Pero el debate ya se produjo antes en Colombia. Dos actores c¨¦lebres han interpretado en los ¨²ltimos a?os a Pablo Escobar. Ninguno, sin embargo, hab¨ªa nacido con acento paisa, ni siquiera en el pa¨ªs. Muchos no le perdonaron al brasile?o Wagner Moura su extra?a cadencia en la serie Narcos. Y la elecci¨®n ling¨¹¨ªstica de Loving Pablo, de Fernando Le¨®n de Aranoa, result¨® a¨²n m¨¢s cuestionable: Javier Bardem, en la piel del narcotraficante, y Pen¨¦lope Cruz alternaban castellano e ingl¨¦s en el metraje. La celebrada serie Chernobil luc¨ªa muchos m¨¦ritos, pero la fidelidad a los idiomas originales no era uno de ellos: no hab¨ªa trazas de ruso y ucranio. Ni siquiera la conversaci¨®n se cierne solo al cine: a Rosal¨ªa la han acusado una y otra vez de apropiaci¨®n cultural del flamenco.
A medida que crece, el debate tambi¨¦n investiga sus l¨ªmites. A nadie se le ocurre, por ejemplo, cuestionar El padrino. Y el actor Edoardo Pesce contaba a La Repubblica que un int¨¦rprete de Palermo se enfad¨® porque ¨¦l hab¨ªa encarnado al mafioso Giovanni Brusca sin ser siciliano. ¡°El dialecto y el lenguaje se aprenden¡±, insisti¨®. Lo que lleva de vuelta, curiosamente, a Favino. En su otro filme en el concurso, Comandante, interpreta al oficial de la marina Salvatore Todaro. Nacido en Sicilia, vivi¨® en la Toscana. Pero el actor es roman¨ªsimo. Y, adem¨¢s, junto con el director, Edoardo de Angelis, decidieron cambiarle el acento a otra regi¨®n: el Veneto. Chocaban, una vez m¨¢s, dos derechos. La libertad creativa. Y la de enfadarse.
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