La huelga en Hollywood resta glamur al festival de Venecia y pone el foco en los directores y las historias

Cuando una estrella aterriza en el festival de cine de Venecia, su brillo ilumina todo el d¨ªa. Por la ma?ana, se acumulan las colas tempraneras ante la alfombra roja. Por la noche, los gritos y las peticiones de aut¨®grafos ensordecen el Lido. E incluso entre medias, en las ruedas de prensa, se repite una y otra vez la misma escena: ante el alud de preguntas al divo de turno, los moderadores se ven obligados a intervenir para redistribuir las cuestiones hacia el resto del equipo. Incluidos, a menudo, director y escritores. Es decir, los int¨¦rpretes de un filme roban focos hasta a sus ideadores. As¨ª sucede cada a?o, en un certamen que se ha vuelto casi una segunda casa para los grandes actores de Hollywood. Hasta ahora.

Porque la huelga que mantienen int¨¦rpretes (desde el 14 de julio) y guionistas (desde el 2 de mayo) en EE UU ¡ªreclaman derechos y un mayor trozo del pastel frente a los grandes estudios y plataformas, as¨ª como la regulaci¨®n de la inteligencia artificial en la industria¡ª ha cambiado el foco en la 80? edici¨®n de la Mostra, que arranca este mi¨¦rcoles: normalmente, por estas fechas, los seguidores fantasear¨ªan sobre c¨®mo le quedar¨¢ el esmoquin a Michael Fassbender o qu¨¦ dir¨¢ Emma Stone sobre la arrolladora aventura que vive su pr¨®ximo personaje. El par¨®n convocado, sin embargo, proh¨ªbe la actividad promocional. De ah¨ª que la expectaci¨®n se concentre justo en el lado opuesto. Y m¨¢s teniendo en cuenta que la Mostra suele poner en marcha la temporada oto?al de festivales y el camino hacia los Oscar. ?C¨®mo afectar¨¢ al certamen de cine m¨¢s antiguo del mundo la ausencia de sus caras m¨¢s deseadas? ?Por qu¨¦ el s¨¦ptimo arte es el que m¨¢s aplaude a los int¨¦rpretes por encima de los creadores? ?Ser¨¢ la ocasi¨®n para escuchar m¨¢s a los cineastas?

Al fin y al cabo, en el concurso competir¨¢n directores como Sofia Coppola, David Fincher, Michael Mann, Pablo Larra¨ªn, Yorgos Lanthimos, Matteo Garrone o Ava DuVernay. Cada uno, adem¨¢s, con un sujeto m¨¢s que digno de atenci¨®n. En orden: la vida de Priscilla Beaulieu, la esposa de Elvis Presley; un asesino a sangre fr¨ªa en crisis de conciencia; el a?o m¨¢s turbulento de Enzo Ferrari; el regreso del dictador Pinochet como vampiro; una criatura tan sedienta de placer como de empoderamiento, la odisea de dos migrantes o el origen de la desigualdad en EE UU. Y, al margen de la carrera por el Le¨®n de Oro, habr¨¢ visita de Wes Anderson, Richard Linklater, Woody Allen, C¨¦line Sciamma o J. A. Bayona, que cierra la Mostra con La sociedad de la nieve.

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Adelanto de 'La sociedad de la nieve'

El Bradley Cooper director, que filma en Maestro el amor entre el compositor Leonard Bernstein y su esposa, Felicia Montealegre, parece haberle hecho caso al actor: como tambi¨¦n interpreta la obra, respetar¨¢ la huelga. Su pel¨ªcula est¨¢ producida por Netflix, una plataforma integrada en la AMPTP, la Alianza de Productores de Cine y Televisi¨®n, que se ha convertido en la bestia negra del sindicato de actores. Bajo sus siglas se agrupan 350 productoras, entre ellas las m¨¢s grandes: Sony, Warner, Disney, Paramount, Universal, HBO, Netflix... y, por tanto, los 160.000 int¨¦rpretes del sindicato SAG-AFTRA no pueden trabajar ¡ªla promoci¨®n es trabajo¡ª en ninguna de sus obras. De ah¨ª que el festival italiano f¨ªe el ¨¦xito de su 80? edici¨®n especialmente a los directores. Aunque el cielo gris del Lido, junto con la amenaza de lluvia casi todos los d¨ªas, augura m¨¢s incertidumbres.

¡°Hoy en d¨ªa los cineastas m¨¢s famosos tambi¨¦n se han convertido en divos de alguna manera. Tal vez haya algo menos de glamur en la alfombra roja. Pero desde el punto de vista de la organizaci¨®n no cambia nada. Son los estudios los que gestionan a las estrellas. No vendr¨¢n las de grandes producciones y pel¨ªculas de plataformas como Netflix; s¨ª las de obras independientes¡±, afirma Alberto Barbera, director art¨ªstico del certamen. Se ha confirmado la presencia de Adam Driver, por Ferrari (de Mann), Jessica Chastain (por Memory, de Michel Franco) o Caleb Landry Jones (por Dogman, de Luc Besson). No estar¨¢, en cambio, Pen¨¦lope Cruz, coprotagonista de Ferrari, aunque al parecer se debe a otros compromisos. Tanto que Barbera hab¨ªa quedado en hablar con la actriz espa?ola para entender sus razones.

Cruz, igual que s¨ª lo har¨¢ Driver, podr¨ªa haber participado en la promoci¨®n de Ferrari pese a ser miembro del sindicato de actores. A finales de julio, el SAG cre¨® un acuerdo provisional por el que permite a sus miembros que act¨²en y promocionen t¨ªtulos que no pertenezcan a los gigantes de Hollywood, es decir, a los miembros de la AMPTP, siempre que esas productoras suscriban el acuerdo temporal. El proyecto de Mann, pese a contar con un presupuesto que ronda los 100 millones de euros, naci¨® de manera independiente. De ah¨ª que no solo se puedan rodar e impulsar esas pel¨ªculas, sino que el SAG anima a hacerlo. Primero, porque permite a muchos actores pagar facturas, fundamental tras casi 50 d¨ªas de huelga, cuyo fin sigue sin verse. Y, segundo, porque participando en esos proyectos demuestran que hay empresas que quieren y pueden hacer cine con las, seg¨²n su discurso, condiciones justas que las majors se niegan a aceptar.

Estos d¨ªas previos, en otras ediciones, Alberto Barbera se sol¨ªa desvivir contestando en redes sociales a quienes suplicaban informaci¨®n sobre la visita de los nombres m¨¢s sonados. He aqu¨ª otro indicio: este a?o apenas ha publicado un mensaje afirmando que ni ¨¦l lo sab¨ªa todav¨ªa. Al tel¨¦fono, eso s¨ª, subraya que la compra de entradas y las acreditaciones en absoluto han disminuido: ¡°Ninguna pel¨ªcula ha renunciado a venir, salvo Challengers, de Luca Guadagnino¡±. Era la producci¨®n que iba a inaugurar la Mostra.

Tras la baja del filme de apertura anunciado, cuyo estreno se ha retrasado ya hasta abril, la inauguraci¨®n correr¨¢ este mi¨¦rcoles a cargo de Comandante, de Edoardo de Angelis. Aunque la sustituci¨®n resume, al menos en parte, lo que afronta todo el festival: de una potencial aspirante a los Oscar, protagonizada por Zendaya, a una pel¨ªcula italiana sobre el heroico oficial al frente de un submarino en la II Guerra Mundial. A falta de constatar el valor f¨ªlmico de ambas, un abismo separa su poder¨ªo de atracci¨®n para los espectadores globales.

¡°Hace ya 25 a?os que la alfombra roja de los grandes eventos se ha vuelto importante para la promoci¨®n, sobre todo de los grandes productos. Y est¨¢ claro que parte del p¨²blico, especialmente los m¨¢s j¨®venes, se apasiona con ello. Forma parte del ritual. El momento central de la Mostra es la proyecci¨®n. Pero, alrededor, hay actividades clave como la llegada de los protagonistas en vaporetto, el photocall, las entrevistas¡­ Para los principales estudios es prioritario desembarcar en el Lido con los divos y tiene un coste alt¨ªsimo, de medio mill¨®n de d¨®lares o m¨¢s. Por eso tambi¨¦n temimos que consideraran arriesgado venir. No ha sucedido¡±, insiste Barbera. As¨ª, los que s¨ª vayan disfrutar¨¢n de un meg¨¢fono in¨¦dito.

Los grandes cineastas, en realidad, siempre lo tuvieron. Pero, por una vez, no deber¨¢n compartirlo. Puede que logren despertar m¨¢s inter¨¦s otros directores prestigiosos, pero menos conocidos, como Ry¨±suke Hamaguchi, oscarizado por Drive My Car; o las jornadas dedicadas a Ucrania o a las protestas en Ir¨¢n; o historias en los m¨¢rgenes, como la de los migrantes rebotados entre Bielorrusia y Polonia que cuenta Green Border, de Agniezska Holland; o la discriminaci¨®n de los jenish, la tercera poblaci¨®n n¨®mada de Europa, tras los rom y los sinti, que relata Lubo, de Giorgio Diritti.

Es posible incluso que logre hablar quien apenas tiene voz: las agencias que bombardean a los periodistas con propuestas de entrevistas en los d¨ªas previos nunca hab¨ªan ofrecido a tantos productores, directores de fotograf¨ªa u otros t¨¦cnicos. As¨ª que la gran charla sobre cine continuar¨¢, incluso sin muchos int¨¦rpretes. En realidad, andan ocupados con una conversaci¨®n clave para todo el sector: la de su futuro.