Luis Miguel Domingu¨ªn, el torero m¨¢s inteligente, seductor y envidiado, visto por sus bi¨®grafos
Los escritores Andr¨¦s Amor¨®s y Carlos Abella analizan la personalidad del padre de un desencantado Miguel Bos¨¦
¡°No sabe Miguel Bos¨¦ lo mucho que se parece a su padre. Recuerdo una frase que me dijo Luis Miguel: ¡®Quien m¨¢s me va a echar de menos el d¨ªa que yo muera ser¨¢ Miguel¡¯. Por todo ello, me da mucha pena que el hijo hable p¨²blicamente tan mal de su padre y que le reproche tantas cosas. Yo tambi¨¦n tengo traumas y no todos son por culpa de mi padre. Y es m¨¢s: Luis Miguel Domingu¨ªn nunca me habl¨® mal de su hijo¡±.
Lo dice Carlos Abella, escritor y autor de una biograf¨ªa del torero (Luis Miguel Domingu¨ªn, a coraz¨®n abierto), con el que mantuvo una intensa relaci¨®n personal poco antes de que falleciera en mayo de 1996.
El catedr¨¢tico de Literatura y cr¨ªtico taurino Andr¨¦s Amor¨®s, que public¨® en 2008 Luis Miguel Domingu¨ªn, el n¨²mero uno, confirma a su vez que ¡°Luis Miguel estaba orgullos¨ªsimo del triunfo de su hijo y de que fuera famoso¡±. ¡°Una vez, un taxista lo reconoci¨®¡±, contin¨²a, ¡°y le coment¨®: ¡®As¨ª que usted es el padre de Miguel Bos¨¦¡¡¯, y ¨¦l me dec¨ªa: ¡®Haber matado tantos toros para ser conocido como el padre de Miguel¡¯, y lo expresaba con una gran satisfacci¨®n¡±.
Abella y Amor¨®s conocieron muy bien al famoso diestro madrile?o y se sienten sorprendidos con los hirientes comentarios del cantante Miguel Bos¨¦ hacia su padre en las miniseries de Movistar y Telecinco, en las que pone de manifiesto la tensa relaci¨®n entre ambos a ra¨ªz de que el torero comprendiera que su hijo no seguir¨ªa sus pasos.
Luis Miguel Domingu¨ªn (Madrid, 1926) fue una reconocida figura del toreo de los a?os 40 y 50, cercano al r¨¦gimen de Franco, admirado por su poder¨ªo en el ruedo, y envidiado por su intensa vida social que le llev¨® a codearse con numerosas estrellas del arte y el espect¨¢culo. Due?o de una arrolladora personalidad, fue un gran seductor y mantuvo romances con un amplio ramillete de conocidas mujeres de la ¨¦poca. Se cas¨® en 1955 con la actriz italiana Luc¨ªa Bos¨¦, de quien se separ¨® doce a?os m¨¢s tarde, y tuvieron tres hijos: Miguel, Luc¨ªa y Paola.
¡°Luis Miguel fue la persona con la inteligencia natural m¨¢s extraordinaria que yo haya conocido¡±, Andr¨¦s Amor¨®s.
¡°Luis Miguel fue la persona con la inteligencia natural m¨¢s extraordinaria que yo haya conocido¡±, a?ade Amor¨®s. ¡°Y, a veces, me han preguntado que si era muy culto¡±, prosigue. ¡°No, por Dios, ni ten¨ªa formaci¨®n ni le¨ªa, pero pose¨ªa una innata capacidad para relacionarse con pol¨ªticos, intelectuales, artistas, actores y actrices¡ Como era tan listo fuera de los ruedos, se hizo amigo de la gente m¨¢s importante del mundo. En aquella ¨¦poca, no creo que hubiera ning¨²n espa?ol con esas relaciones internacionales; era un hombre fascinante¡±.
Abella coincide con esta apreciaci¨®n, y se?ala que ¡°Luis Miguel ha sido el hombre m¨¢s inteligente que he conocido, un gran seductor de hombres y mujeres, con una proyecci¨®n p¨²blica ilimitada, y la amistad con Picasso, por ejemplo, solo se entiende porque el artista malague?o, uno de los monstruos creadores del siglo XX, qued¨® seducido por el torero¡±.
¡°Luis Miguel era un buen amigo de sus amigos, un mal enemigo y el peor marido porque no conoc¨ªa la fidelidad¡±, tercia Amor¨®s. ¡°Y sus amigos lo adoraban a pesar de su arrogancia y su mal genio cuando se le calentaba la boca, nadie de su entorno me dijo nunca una palabra fea sobre ¨¦l. Creo que, en el fondo, era una persona muy bondadosa¡±.
Abella, por su parte, lo define como ¡°un ser muy humano, muy entra?able con sus hijos, con cierta amargura fruto del paso del tiempo y muy despegado de todo al final de sus d¨ªas¡±.
Pero este retrato de sus bi¨®grafos no coincide con las vivencias negativas que cuenta su hijo, Miguel Bos¨¦, y que, al parecer, marcaron su infancia.
A este respecto, Abella hace hincapi¨¦ en que no es justo juzgar a una persona de la talla de Luis Miguel con los criterios de hoy.
¡°Luc¨ªa, este ni?o lee y escribe; este ni?o es maric¨®n¡±
“Lucía, este niño nos va a crear problemas. Se mete bajo las sábanas y lee con una linterna. Este niño es raro. Este niño escribe. Este niño es maricón”.
Este comentario de Luis Miguel Dominguín a su esposa, Lucía Bosé, y reproducido literalmente por Miguel Bosé en la miniserie de Movistar sobre su vida, dibuja el ambiente infantil del artista y la antesala de una tirante relación entre padre e hijo.
Pero no es esta la única escena ‘caliente’ que el cantante reproduce en sus memorias televisivas. Son innumerables las ‘perlas’ en las que critica con dureza a sus padres, a los dos, y pone de manifiesto el ‘machismo’ del torero y el fuerte carácter de la actriz italiana.
Cuenta Bosé que “de alguna manera, se me negó la infancia”, y considera a sus progenitores “culpables” de todo lo que le sucederá en la vida. A Luis Miguel torero lo califica como “innovador, elegante y dueño de un carisma bestial”, y lo tilda de “icono del franquismo, hombre macho, conquistador, cazador…, con un atractivo irresistible para hombres y mujeres, y rey en la plaza, en la cama y en la fiesta”. Añade que su madre “es la mujer que mi padre se merecía, y a él le estaba bien empleada mi madre”, y destaca de ella que era “muy pesada, muy coñazo”, aunque no concreta si esa fue la razón de que estuvieran diez años sin hablarse.
El padre se empeñó en que el niño fuera cazador, afición que nunca ilusionó a Bosé, y la gota que colmó el vaso fue un safari a Mozambique cuando tenía once años de edad, en el que el chaval contrajo la malaria, enfermedad que hizo temer por su vida. El comentario del padre, siempre según el hijo, fue: “No seas nenaza, levántate y anda…”. “A mi padre”, añade Bosé, “nada le importaba nada”.
En 1967, un año después de aquella experiencia africana el matrimonio se rompió, “y la relación con mi padre desapareció, y no nos vimos durante mucho tiempo”.
“Me desviví por gustarle a mi padre y jamás lo conseguí”, “Es duro que te repitan que no eres digno de llevar sus apellidos”, “Me decían que era un fraude”…
Después, en una entrevista de la periodista Mercedes Milá a padre e hijo, Luis Miguel dice: “Estoy encantado de que mi hijo haya triunfado porque, entre otras cosas, si no me da, al menos no me pide, y eso, en un hijo, es ideal”. Y Bosé comenta: “Tiene un morro que se lo pisa”.
¡°Luis Miguel quiso que su hijo hubiera seguido sus pasos, imagino que como muchos padres,¡±, prosigue, ¡°pero la influencia de su madre, Luc¨ªa Bos¨¦, que era muy fuerte, y la personalidad de Miguel lo desviaron por otro camino¡±.
¡°Cuando se produjo la separaci¨®n del matrimonio¡±, a?ade Amor¨®s, ¡°los ni?os se quedaron con la madre, que era la que realmente mandaba en la casa, y al padre casi no lo conoc¨ªan; cuando present¨¦ mi libro se me acerc¨® Paola y me dijo: ¡®Gracias a personas como t¨² estoy conociendo a mi padre¡±.
Ni Abella ni Amor¨®s entran en los detalles ¨ªntimos de las relaciones del torero con la familia, pero ambos coinciden en que la gran preocupaci¨®n del torero en los ¨²ltimos a?os de su vida, y a lo que m¨¢s dinero, tiempo y esfuerzo dedic¨®, fue a sus hijos. Por un lado, destacan el orgullo que sent¨ªa Luis Miguel ante el ¨¦xito de su hijo como actor y cantante, y, prueba de ello, aseguran, es la cara de felicidad del padre cuando acudi¨® a la sala de fiestas Florida Park al debut de Bos¨¦ como cantante. Y ambos valoran la inestimable ayuda que prest¨® a su hija Luc¨ªa cuando perdi¨® temporalmente a sus hijos a manos de su marido italiano. ¡°Luis Miguel movi¨® los hilos de medio mundo para rescatarlos¡±, afirma Carlos Abella, y a?ade: ¡°Quiz¨¢, no fue un buen padre en el d¨ªa a d¨ªa, pero ejerci¨® el cari?o en la distancia y nunca renunci¨® a sus compromisos¡±.
Sobre la adscripci¨®n pol¨ªtica de Luis Miguel Dom¨ªngu¨ªn, su hijo llega a decir que fue ¡®la ni?a bonita del franquismo¡±, afirmaci¨®n con la que no est¨¢ de acuerdo Abella: ¡°No es verdad. A Franco le pod¨ªa hacer gracia un chiste de Luis Miguel al final de una cacer¨ªa, pero ese atrevimiento era fruto de la personalidad del torero y no de su afinidad pol¨ªtica; hay que tener en cuenta que ¨¦l deb¨ªa proteger a su hermano mayor, militante activo del PCE¡±. ¡°Era un hombre de orden en el sentido pol¨ªtico¡±, a?ade, ¡°porque la situaci¨®n de la dictadura era la que era¡±.
¡°Luis Miguel quiso que su hijo hubiera seguido sus pasos, pero la influencia de su madre, Luc¨ªa Bos¨¦, que era muy fuerte, y la personalidad de Miguel lo desviaron por otro camino¡±, Carlos Abella.
No se conjuga, a juicio del bi¨®grafo, su etiqueta de ¡®franquista¡¯ y su amistad con Picasso, un comunista declarado. Y cuenta, adem¨¢s, que Fernando Herrero Tejedor, fiscal del Tribunal Supremo, lo denunci¨® por esc¨¢ndalo p¨²blico a ra¨ªz de la portada de una revista en la que aparec¨ªa Luis Miguel con su sobrina Mariv¨ª, ambos en ba?ador, y recuerda que su abogada defensora fue Cristina Almeida.
?Y Luc¨ªa Bos¨¦? ?Qui¨¦n fue la esposa de Luis Miguel Domingu¨ªn, la actriz italiana seducida por el torero?
¡°Cuando llega a Espa?a era la mujer m¨¢s guapa del mundo, era como un dibujo de Boticelli, y compet¨ªa en belleza con Ava Gadner¡±, afirma Andr¨¦s Amor¨®s. ¡°Hab¨ªa ganado el concurso de Miss Italia, un grupo de intelectuales la convirtieron en musa, y ella crey¨® ingenuamente que era uno de ellos. No le gustaba Espa?a y despreciaba el mundo de los toros. Vamos, que el matrimonio no pod¨ªa acabar bien. Luis Miguel ven¨ªa entonces de una larga relaci¨®n con Ava Gadner, a la que hab¨ªa propuesto matrimonio y ella le dio calabazas¡±.
¡°Luc¨ªa Bos¨¦ era una mujer muy atractiva que renunci¨® a su carrera por amor¡±, opina Abella, ¡°pero no se sinti¨® integrada en la Espa?a de entonces, y ese cierto rechazo condicion¨® la vida de la familia; pero me consta la pasi¨®n maravillosa que vivieron hasta que el amor se rompi¨®¡±.
Al final, queda en el aire si Luis Miguel Domingu¨ªn fue un buen padre o un caballero ego¨ªsta y machista que ¡®maltrat¨®¡¯ a su hijo mayor, y apenas lleg¨® a conocer a Luc¨ªa y Paola.
Lo cierto es que le cost¨® admitir que Miguel Bos¨¦ no fuera como ¨¦l, que le gustara leer e hiciera gala desde muy peque?o de una sensibilidad art¨ªstica muy diferente a la suya. ¡°Yo siempre he cre¨ªdo que Miguel era el ni?o mimado de su madre, que era quien mandaba en casa¡±, mantiene Amor¨®s.
Lo que ha sorprendido a ambos bi¨®grafos es que madre e hijo hayan estado diez a?os sin hablarse, lo que les hace concluir lo que el propio Bos¨¦ mantiene en el repaso televisivo de su vida: que no mantuvo una buena relaci¨®n ni con su padre ni con su madre.
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