Metan en su vida a estos tres polic¨ªas de novela
Cumplen con parte de los requisitos del g¨¦nero, a veces son un poco t¨®picos, pero estos tres agentes de la ley que protagonizan historias que est¨¢n en las librer¨ªas merecen la pena de verdad
Una buena noticia para los amantes del mejor policial: vuelve Michael Connelly con Fuego nocturno (ADN) y con Ren¨¦e Ballard al frente y Harry Bosch en retaguardia. La aparici¨®n de una nueva entrega del universo que Connelly est¨¢ construyendo con su obra y que nunca nos cansaremos de recomendar, me lleva a fijarme en otros polic¨ªas que merecen la pena, agentes de la ley que igual no conocen o que han pasado desapercibidos en la monta?a de novedades.
Son dos mujeres y un hombre, son muy distintos, evitan tan bien como pueden los t¨®picos del g¨¦nero, aunque en alguno caen, y son absolutamente recomendables. Pasen y lean.
?Mickey Fitzpatrick en la Filadelfia de los opi¨¢ceos
La protagonista de la excelente El largo r¨ªo de las almas, Liz Moore (ADN, traducci¨®n de Javier Calvo) sufre en el coche patrulla cada vez que dan una alerta de un nuevo muerto por sobredosis en una Filadelfia abrumada por la crisis de los opi¨¢ceos porque nunca sabe si va a ser su hermana Kacey.
¡°?Soy d¨¦bil? Seguramente para algunas cosas: testaruda, quiz¨¢s, obstinada, cabezota, reacia a aceptar ayuda incluso cuando me servir¨ªa. Tambi¨¦n soy f¨ªsicamente cobarde: nunca ser¨¦ la primera agente que se ponga delante de una bala para salvar a un amigo (...). Pobre: s¨ª. D¨¦bil: tambi¨¦n. Tonta: no. No soy tonta¡±. As¨ª se define esta polic¨ªa en la treintena, que lleva 13 a?os de servicio, adora las calles por las que patrulla y el trabajo que hace y lucha por criar sola a un hijo y combinarlo con sus turnos. Su opini¨®n sobre la zona en la que trabaja no tiene el desprecio de otros polic¨ªas, tampoco la bondad ingenua de algunos agentes sociales. Sabe lo que hay y quiere luchar para mejorarlo. Tiene un pasado complicado, y la relaci¨®n con su hermana yonqui va por mal camino, pero sigue adelante. Su mirada, enriquecida por cap¨ªtulos en los que cuenta su vida adolescente y que ayudan a entender todo, tiene la complejidad de los grandes personajes. Ah, y de regalo, El largo r¨ªo de las almas es un excelente procedimental en el que la protagonista investiga una serie de muertes extra?as. Bienvenidos al mundo de Mickey.
P. T. Marsh, un nuevo modelo sure?o
Bluebird bluebird de Attica Jones (Texas blues en su edici¨®n en espa?ol por AdN) es una de las mejores novelas negras de los ¨²ltimos a?os. El camino blanco est¨¢ en mi top 3 de novelas de Charlie Parker. Creado por James Lee Burke, Dave Rovicheaux,? es uno de mis personajes favoritos. James Sallis es un maestro absoluto y las novelas de El tejedor uno de los mejores ejemplos. Todas son policiales, todas tienen la cuesti¨®n racial como contexto o tema principal, todas est¨¢n ambientadas en el sur de Estados Unidos. Con estos mimbres, tengo un poco de miedo cada vez que me acerco a una novela similar, pero Un polic¨ªa del sur de John McMahon, (RBA, traducci¨®n de Eduardo Iriarte) me ha sorprendido.
P.T. Marsh es un polic¨ªa de Mason Falls, Georgia, quemado y alcoholizado. ?Lo hemos visto ya? Claro, pero MchMahon lo borda. ¡°Es perfecta¡±, dec¨ªa la cr¨ªtica de The New York Times. P.T. Marsh es un agente del que no te puedes fiar, porque ¨¦l mismo no lo hace. No sabe si ha matado a un chulo, camello y maltratador, no lo recuerda bien por culpa del alcohol en el que se ba?a cada noche desde que su familia muri¨® en un accidente.
?l sabe lo que es el racismo en el sur de EE UU, sabe lo que es entrar en una tienda y que te miren mal porque vas de la mano de tu hijo negro, abrazado a tu mujer negra. No es el mejor investigador, no es un h¨¦roe, no es un buen polic¨ªa siquiera. Pero sabe d¨®nde mirar, c¨®mo mirar, qu¨¦ buscar. Y quiere que los culpables paguen y poder irse luego a casa a hablar con su bulldog, la voz de su conciencia, su compa?ero. El caso se complica y el personaje no responde a la manera habitual. No les cuento m¨¢s. Habr¨¢ segunda parte y veremos ah¨ª si el personaje aguanta.
Vanessa Frank y las miserias n¨®rdicas
Vanessa Frank tiene 42 a?os y se est¨¢ divorciando. Est¨¢ suspendida por conducir borracha y a la espera de saber si podr¨¢ seguir en la polic¨ªa, donde es subdirectora de la unidad especial del crimen organizado, Nova. ¡°Yo no lloro¡±, le dice a la psic¨®loga nada m¨¢s empezar, antes de re¨ªrse de sus convencionalismos. As¨ª es la protagonista de Tierra de fuego, de Pascal Engman (Rocaeditorial, traducci¨®n de Pontus S¨¢nchez), un thriller con una trama que cruza el oc¨¦ano, secuestros de millonarios, mafias dirigidas por los antiguos soldados de elite del ej¨¦rcito sueco¡ todo un despliegue de acci¨®n bien contada en el que sobresale Vanessa Frank.
Ella ayuda a ni?as refugiadas sin recursos, pero no crean que se van a encontrar con alg¨²n rastro de buenismo. Ella liga en Tinder, pero no para de aburrirse y bebe para combatirlo. Ella investiga a pesar de que est¨¢ suspendida, pacta con algunos malos, pega palizas a maltratadores. Es atractiva y millonaria, y no le importa que se le note. ?Hay t¨®picos? Pues no. ?Y los hombres? Pues malos de pel¨ªcula, exsoldados de buen coraz¨®n que delinquen para huir de su vida desoladora, malvados chilenos de origen aleman que trafican con los ¨®rganos de los ni?os que secuestran, jefes condescendientes, ¡ todos palidecen ante Vanessa, verdadero atractivo de la novela.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.