El Roma gana la liga italiana en la ¨²ltima jornada

La victoria del Roma, con goles de Totti, Montella y Gabriel Omar Batistuta, ha hecho que el triunfo de la Juventus de Tur¨ªn, su m¨¢s directo perseguidor, sobre el Atalanta haya sido est¨¦ril.

La emoci¨®n en la ¨²ltima jornada liguera en Italia se desbord¨® en los dos encuentros donde se dirim¨ªa el campeonato. El Roma-Parma y el Juventus-Atalanta tuvieron que ser suspendidos temporalmente a causa de sendas invasiones del campo por parte de centenares de espectadores.

El Roma ha conseguido su tercera liga tras marchar casi siempre l¨ªder del campeonato y cerr¨¢ndolo con 75 puntos, fruto de 22 triunfos (10 fuera de casa), 9 empates y 3 derrotas (ninguna en casa). Ha anotado 68 tantos (35 fuera) y ha encajado 33 (19 a domicilio).

Esta campa?a 2000-2001, en la primera liga del Tercer Milenio, ha sido sin duda la del Roma. La de un equipo que, por vez primera en muchos a?os, fue planificado con l¨®gica para conquistar un t¨ªtulo que se espera sea el de su relanzamiento internacional, el que d¨¦ paso a una nueva era de triunfos.

Una planificaci¨®n que fue dejada en manos de un t¨¦cnico ganador como es Fabio Capello, que une este t¨ªtulo liguero a los ya conseguidos antes con el Mil¨¢n y con el Real Madrid, y que ha sabido inculcar a la plantilla su fuerza y car¨¢cter, cualidades que ha salvado al equipo en varias delicadas situaciones.

Capello, en su segunda campa?a romanista y con su peculiar l¨¢tigo, ha hecho un grupo dominador, ha convencido a los jugadores de su fuerza y calidad y siempre les ha mantenido con la justa tensi¨®n.

La prueba es la transformaci¨®n que hizo del delantero Marco Delvecchio, que abandon¨® su otrora tarea goleadora para aportar una mayor lucha y equilibrio en un equipo netamente ofensivo.

Pero tambi¨¦n ha tenido mucha importancia el golpe de talonario del accionista mayoritario y presidente Franco Sensi. Gracias a ello llegaron Batistuta, el defensa tambi¨¦n argentino Walter Samuel, el centrocampista brasile?o Emerson y el uruguayo Gianni Guigou.

El delantero argentino, tras nueve a?os de estancia en el Fiorentina, lleg¨® a Roma para "ganar algo" y, por fin, lo ha conseguido. Ha dado al equipo tanto su instinto goleador como su esp¨ªritu luchador. Ello pese a haber estado el primer tercio de la temporada arrastrando su ya habitual molestia de rodilla, que le oblig¨® a alg¨²n que otro reposo y a faltar en partido con su selecci¨®n nacional.

La llegada de Samuel ha dado a la defensa la justa consistencia, contundencia y seguridad. Emerson, pese a perderse el primer tercio por lesi¨®n, supo luego dar fuerza e inteligencia al centro del campo; mientras que Guigou, desde su suplencia, supo cumplir cuando se le requiri¨®.

Pero tambi¨¦n ha sido el estreno en t¨ªtulo de otro ilustre veterano, el defensa brasile?o Aldair, que se prometi¨® no abandonar el Roma hasta lograr el scudetto, el primero de su trayectoria.

Ahora, lo ha conseguido. En el scudetto de Roma han tenido gran importancia los laterales brasile?o Caf¨² y franc¨¦s Vincent Candela. El juego ofensivo romanista pasa por ellos y con su fuerza han roto a las defensas rivales.

Pero, sin duda, la gran revelaci¨®n de este a?o en el Roma, el mejor, ha sido el centrocampista Damiano Tommasi, que a sus 27 a?os ha explotado, ha sido el alma y la creaci¨®n del equipo, hasta el punto que le ha relanzado a la titularidad en la selecci¨®n italiana.

Fue igualmente valioso en la recta final el japon¨¦s Nakata que, por ejemplo, salv¨® los muebles del equipo en el importante empate en el terreno del Juventus Tur¨ªn.

La 'lupa', club preferido en Roma

La lupa, como es conocido el Roma por sus seguidores ya que en su escudo figura la c¨¦lebre loba que amamant¨® a R¨®mulo y Remo, los fundadores de la ciudad eterna, toma el relevo en el t¨ªtulo del Lazio, el otro club de la capital, fundado antes (1900) y que, por contra, en su emblema figura el ¨¢guila caracter¨ªstico de las legiones romanas.

El Roma, nacido el 22 de julio de 1927 con la fusi¨®n de tres clubes romanos, est¨¢ m¨¢s dentro del coraz¨®n del pueblo romano ya que adquiri¨® desde el primer d¨ªa como colores sociales el amarillo y el rojo, que son los de la capital.

Unos colores que, en cambio, el Lazio no acogi¨® a principios de siglo por admiraci¨®n al mito griego de Ol¨ªmpia. Esto hizo a los primeros dirigentes laciales decantarse por el azul y el blanco presentes en la bandera de Grecia, algo que luego pes¨® en su contra tras el nacimiento del Roma, que r¨¢pidamente cal¨® hondo en la clase popular.