Espa?a comienza su aventura
Eslovenia es, de las rep¨²blicas de la antigua Yugoslavia, la menos prendida por el f¨²tbol - Los espa?oles no ganan en su primer partido desde 1950
El Mundial ha comenzado a toda m¨¢quina -Alemania se solt¨® el pelo ayer ante Arabia Saud¨ª con ocho goles- y m¨¢s vale no cometer errores que resulten complicados de remediar. A ese objetivo debe dedicarse hoy Espa?a frente a Eslovenia, primer partido de la selecci¨®n, con lo que eso significa de aprensi¨®n en un pa¨ªs que no gana en su presentaci¨®n desde el Mundial de 1950.
De esa fatalidad se ha hecho una leyenda que conviene quebrar ante Eslovenia. O eso, o los grandes sufrimientos de costumbre. Tantas veces criticada por su bajo rendimiento en la Copa del Mundo, la selecci¨®n tiene una oportunidad estupenda para arrancar con el viento de cola y sentirse por fin c¨®moda en un torneo que se le resiste demasiado.
No se trata de un desaf¨ªo especialmente complicado. Eslovenia es bastante m¨¢s conocida por la calidad de sus esquiadores que por la clase de sus jugadores. De entre todas las antiguas rep¨²blicas de Yugoslavia es la menos prendida por el f¨²tbol. Sin embargo, la selecci¨®n ha aglutinado el orgullo nacional de un joven pa¨ªs que se siente en primer plano en ocasiones como la Eurocopa o el Mundial. Ese matiz nacionalista hace de Eslovenia un equipo m¨¢s firme de lo que supone la categor¨ªa de sus jugadores, entre los cuales Zahovic es la estrella.
A diferencia de Eslovenia, Espa?a es un pa¨ªs con una larga tradici¨®n futbol¨ªstica y con una Liga que se ha establecido como la primera referencia en Europa. Cualquier otro resultado que la victoria ser¨ªa decepcionante. Hay demasiada distancia entre el potencial de los dos equipos como para pensar seriamente en una sorpresa. El problema de Espa?a puede ser su atormentada manera de enfrentarse a la Copa del Mundo, donde no se siente con el derecho a ejercer de favorito. La raz¨®n de este desencuentro es un misterio. Se han buscado razones puramente futbol¨ªsticas y otras de car¨¢cter psicol¨®gico o pol¨ªtico. En el fondo la gente no se explica el escaso impacto de Espa?a en una competici¨®n donde deber¨ªa ser protagonista.
Algunos datos de los ¨²ltimos d¨ªas han refrendado la idea de un cierto nerviosismo alrededor del equipo y principalmente en Camacho y sus ayudantes. Es normal la tensi¨®n ante una competici¨®n de estas caracter¨ªsticas, siempre y cuando no sea aniquiladora, como sucedi¨® hace cuatro a?os en el Mundial de Francia. Mientras tanto, los aficionados aguardan con un cierto escepticismo el papel del equipo. Es la simple consecuencia de las expectativas no cumplidas en los ¨²ltimos a?os. Esta vez s¨®lo los optimistas recalcitrantes catalogan a la selecci¨®n como favorita: hay demasiados precedentes como para pensar lo contrario. Sin embargo, esta situaci¨®n puede favorecer el impulso de un equipo que no siente el peso de la p¨²rpura. Ese papel corresponde definitivamente a Brasil, Italia, Argentina o Francia. Veremos si liberado de grandes presiones el equipo se lanza por derecho a una feliz aventura en el Mundial. Si es as¨ª, hoy es un buen d¨ªa para empezar.
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