Camacho vuelve a sus or¨ªgenes

Los datos son los que proceden de los entrenamientos. Camacho no quiso desvelar la alineaci¨®n que se enfrentar¨¢ a Eslovenia, pero no hubo demasiadas especulaciones. Durante toda la semana ha manejado un equipo titular integrado por Casillas, Puyol, Hierro, Nadal, Juanfran, Luis Enrique, Baraja, Valer¨®n, De Pedro, Ra¨²l y Trist¨¢n. La relaci¨®n de nombres obedece a la idea de juntar a Valer¨®n, Ra¨²l y Trist¨¢n, jugadores que en sus equipos han marcado las diferencias. Trasladar esa pujanza a la selecci¨®n parece obligado. Sin embargo, quedaba por resolver la f¨®rmula para reunirles en el equipo. Y es ah¨ª donde Camacho parece regresar a sus or¨ªgenes para desechar, por lo menos en el primer partido, la idea del 4-3-2-1 que reunir¨ªa a Valer¨®n y Ra¨²l cerca del ¨¢rea, en la posici¨®n que ambos han ocupado en el Deportivo y el Real Madrid. De lo que se ha apuntado en la ¨²ltima semana de entrenamientos, el sistema ser¨ªa la alternativa cl¨¢sica del seleccionador, con Luis Enrique por la banda derecha, De Pedro por la izquiera, Baraja por delante de la defensa y Valer¨®n algo m¨¢s retrasado de lo que es habitual en el Deportivo.

El equipo est¨¢ destinado al ataque. Eso no se discute, pues todos los centrocampistas, empezando por Baraja, son de corte ofensivo. Esta premisa lleva a pensar que Eslovenia ver¨¢ acentuado su rasgo defensivo, precisamente donde se siente m¨¢s c¨®moda. Los papeles parecen repartidos con una claridad meridiana. A la vista de la alineaci¨®n que se maneja en todos los corrillos, la selecci¨®n ofrece algunos datos interesantes. Para empezar, el centro del campo es in¨¦dito. Nunca han actuado juntos Luis Enrique, Baraja, Valer¨®n y De Pedro. Que eso suceda en el primer partido del Mundial presupone alg¨²n riesgo.

Otro aspecto a interpretar es el rasgo que define a los cuatro jugadores. Todos ellos son centrocampistas de ataque. O colaboran con firmeza en el cap¨ªtulo defensivo, a pesar de sus querencias naturales, o Espa?a puede sufrir m¨¢s de lo previsto ante los contragolpes de Eslovenia. Probablemente Baraja adopte un papel m¨¢s contenido de lo habitual, como primer garante defensivo en el medio campo. Su posici¨®n ser¨¢ muy delicada si el equipo se parte en dos por la naturaleza de Valer¨®n y De Pedro principalmente: ninguno de ellos est¨¢ habituado a grandes sacrificios defensivos. Si Baraja se queda aislado significar¨¢ que habr¨¢ problemas frente a Eslovenia.

La ubicaci¨®n de Valer¨®n es la que genera m¨¢s inter¨¦s. El impacto de Valer¨®n es mayor cuanto m¨¢s cerca est¨¦ del ¨¢rea y menos sean sus obligaciones defensivas. En el presunto dibujo de Camacho, a Valer¨®n le toca jugar m¨¢s lejos del ¨¢rea de lo que es costumbre y estar atento a ayudar a Baraja. Para un jugador que funciona como un esp¨ªritu libre, la acumulaci¨®n de obligaciones t¨¢cticas suele ir en contra de su rendimiento, como le sucedi¨® en la Eurocopa.

Otra consideraci¨®n est¨¢ relacionada con la velocidad. Esta selecci¨®n tiene que llevar el peso de los partidos porque no est¨¢ demasiado preparada para el contragolpe. Aunque abunda la creatividad de medio campo hacia delante, no sobra rapidez ni potencia para imponerse en los espacios libres. A Espa?a le toca masticar el juego, aprovecharse de la astucia de Valer¨®n, Ra¨²l y Baraja y esperar las llegadas por sorpresa de Baraja y Luis Enrique. Los dos, sin embargo, tienen un problema en este dibujo: a Baraja le corresponde cuidar del centro del campo y mantener el equilibrio, cosa que muchas veces desaconseja abandonar la posici¨®n y llegar al ¨¢rea contraria; a Luis Enrique, espl¨¦ndido en los ¨²ltimos partidos de la temporada, le gusta menos jugar por las alas que aparecer como un tiro por el medio.

La otra gran cuesti¨®n es la respuesta de la defensa, que tampoco se distingue por su velocidad, con la excepci¨®n de Puyol. Espa?a no puede dejar grandes espacios entre la l¨ªnea defensiva y el centro del campo, o de lo contrario Hierro y Nadal se ver¨¢n envueltos en el partido que menos les conviene. De nuevo ser¨¢ fundamental la contribuci¨®n de Baraja, obligado a vigilar las operaciones de ataque y defensa con cien ojos. De la solvencia del centrocampista del Valencia depender¨¢ en gran medida lo que suceda con Espa?a en su primer partido del Mundial.