El cansancio traiciona a Espa?a y cae ante Israel (77-85)
La selecci¨®n, primera del grupo tras la victoria de los serbios frente a los letones
Espa?a ha pagado la factura de los dos maratones de fuerza que necesit¨® para tumbar a Serbia y Montenegro y luego derrotar a Letonia en la pr¨®rroga con una derrota esta tarde frente a Israel (77-85), una peque?a mancha en el curr¨ªculo espa?ol de enorme peligro, aunque finalmente la selecci¨®n espa?ola pasa al segundo puesto tras el choque entre serbios y letones.
El equipo israel¨ª no ganaba a Espa?a desde hace 11 a?os pero, como siempre ¨²ltimamente, complic¨® mucho la vida a la selecci¨®n nacional, que lleg¨® a temer por la primera posici¨®n del Grupo D en los minutos finales. El combinado espa?ol s¨®lo domin¨® el marcador durante los primeros compases del choque (7-3 m.5). Gur Shelef y Tal Burstein, el primero por dentro y el segundo desde el per¨ªmetro, fueron la principal arma israel¨ª hasta el minuto veinte dentro de un encuentro de muy baja producci¨®n ofensiva (29-33). El equipo de Mario Pesquera cuaj¨® los dos cortes menos ofensivos de todo el campeonato en esa fase.
Adem¨¢s, tampoco defendi¨® con la intensidad que suele imprimir a la hora de destruir. Los israel¨ªes navegaban por las aguas que m¨¢s pod¨ªan beneficiarles: escasa aplicaci¨®n por parte espa?ola y un ritmo anotador muy bajo. Israel cape¨® incluso la madrugadora segunda falta personal de Yaniv Green, uno de sus escasos elementos interiores. La verdad es que Espa?a de salida tampoco carg¨® el juego dentro de la zona, donde ten¨ªa la oportunidad de desgastar much¨ªsimo a la selecci¨®n de Zvi Sherf, indignado en el segundo cuarto por las faltas que le estaban se?alando a los suyos. Corr¨ªa el minuto 15 y el marcador reflejaba 14 faltas en el casillero israel¨ª. Siete en el espa?ol.
Impedir una brecha mayor de 17 puntos
Pero fue empezar a protestar y la presi¨®n de las personales sobre el equipo israel¨ª decreci¨® como por arte de magia. Muy poco a poco Israel fabric¨® una peque?a ventaja para cerrar la primera mitad por delante (29-33 m.20). Sin embargo, la alarma no son¨® en Espa?a hasta el 45-52 (m.26). En ese momento ya empezaba a notarse la erosi¨®n interior de la selecci¨®n de Sherf. El bando espa?ol estaba m¨¢s intenso en defensa y, aunque atravesaba por el peor parcial de la noche -luego lleg¨® a perder por 10 puntos (60-70 m.31)-, tambi¨¦n buscaba mejores opciones de ataque, iba m¨¢s directo a por los pivots israel¨ªes.
Green, Gur Shelef y Erez Marckovitz tocaron la cuarta personal antes de que acabara el tercer corte. Israel empezaba a verse en apuros, pero su motivaci¨®n estaba por las nubes. Tanto que Christopher Watson convirti¨® una t¨¦cnica en un est¨ªmulo moral. El nacionalizado se encar¨® con Shelef, quien desde el banquillo le recrimin¨® por cometer una falta. Lleg¨® a la banda, dio una patada a una silla, dijo de todo a su compa?ero y recibi¨® una t¨¦cnica. Pues en vez de acusarlo, Israel lo transform¨® en una nueva raci¨®n de Brios. Brios era lo que m¨¢s falta le hac¨ªa a Espa?a. El equipo nacional evidenciaba s¨ªntomas de cansancio por el tremendo esfuerzo del primer partido contra Serbia y Montenegro y, adem¨¢s, por el derroche contra Letonia, que incluy¨® pr¨®rroga.
A falta de cuatro minutos Espa?a perd¨ªa por 14 (63-77) y la barrera para caer sin ceder directamente el primer puesto del grupo estaba muy cerca, a s¨®lo tres puntos, porque el l¨ªmite era de 17. Desde ah¨ª hasta 22, el destino apuntaba a la segunda plaza. A partir de 22, a la tercera. El banco espa?ol par¨® el juego para recordar a la gente el peligro que se cern¨ªa sobre ellos. En el israel¨ª, justo delante de la tribuna de prensa, Sherf habl¨® a sus jugadores de buscar los dieciocho de ventaja. El peligro, por tanto, era real. El aviso, necesario. La reacci¨®n imprescindible. Y Espa?a reaccion¨®. Descont¨® unos cuantos puntos de la bolsa israel¨ª y pareci¨® que pon¨ªa el partido a tiro, aunque eso fuera lo de menos. Lo importante, impedir que la brecha superase los 17 puntos, fue lo que pudo hacer, pero la intranquilidad por saber de una vez por todas lo que iba a ocurrir con la clasificaci¨®n qued¨® en el ambiente.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.