El Steaua se derrota
Un gol absurdo en propia puerta de Nicolita dio la victoria y la clasificaci¨®n para octavos a un Real Madrid sin f¨²tbol. Van Nistelrooy fall¨® un penalti y Ronaldo jug¨® los ¨²ltimos 20 minutos
El Real Madrid se clasifici¨® para octavos y se jugar¨¢ el liderato del grupo con el Lyon gracias a la generosidad del Steaua, que con un gol en propia puerta solucion¨® los problemas para los que el equipo de Capello nunca encontr¨® respuesta.
En los malos d¨ªas, cuando la falta de f¨²tbol deja en evidencia al Real Madrid, las estrellas, los futbolistas con m¨¢s talento acostumbran a acudir al rescate. Pero esta vez el que salv¨® al Madrid fue el rumano Nicolita, que marc¨® en propia puerta uno de los goles m¨¢s absurdos y rid¨ªculos que uno recuerda. Recibi¨® el bal¨®n en la esquina superior izquierda de su ¨¢rea y sin mirar cedi¨® la pelota a su portero Cernea, pero ¨¦ste no se encontraba donde pensaba Nicolita y el bal¨®n entr¨® con tranquilidad en la porter¨ªa. Un gol impropio de una competici¨®n como la Liga de Campeones y que rescat¨® al Madrid de las tinieblas en las que hab¨ªa ca¨ªdo por su alarmante falta de f¨²tbol.
El primer tiempo del Madrid fue desalentador, impropio de lo que debe ofrecer este equipo en el Santiago Bernab¨¦u, pero fiel a la filosof¨ªa que impera desde que Fabio Capello est¨¢ al mando. Para el italiano, primero es defender y despu¨¦s atacar. Pero contra el Steaua ni transmiti¨® seguridad ni se mostr¨® eficaz en ataque. No decimos ya brillante, que ser¨ªa lo deseable. El Atl¨¦tico ense?¨® a muchos el camino y el Steaua lo ejecut¨® a la perfecci¨®n en los primeros 45 minutos. Neutraliz¨® a Guti, al que maltrat¨® a patadas, y con ello dej¨® sin el poco f¨²tbol que tiene al Madrid. Si no lo hace Guti, nadie m¨¢s es capaz de crear juego en este equipo, que depende en exceso, y casi en exclusiva, de la inspiraci¨®n del 14.
Para inventar s¨®lo qued¨® Robinho, el mejor del Madrid, el ¨²nico que se atrevi¨® a encarar y arriesg¨® cuando recibi¨® la pelota. El problema fue que quien deb¨ªa hacerle llegar los balones era Guti y la conexi¨®n la cortaron los rumanos, que adem¨¢s de defender con seriedad tuvieron tiempo de crear el mejor f¨²tbol que se vio en toda la noche. Reniegan de los pelotazos y nunca maltratan el bal¨®n. Bien situados t¨¢cticamente, con dos hombres en las bandas y Dica como enlace con Badea, disfrutaron de una clara ocasi¨®n a los diez minutos. Nicolita centr¨® desde la derecha y tres compa?eros fueron incapaces de marcar cuando estaban solos al borde del ¨¢rea peque?a.
A este primer aviso le lleg¨® otro pasado el cuarto de hora, cuando reclamaron un posible penalti de Cannavaro al propio Nicolita. Fue falta, pero fuera del ¨¢rea. El ¨¢rbitro, Conrad Plautz, no se?al¨® nada y en la continuaci¨®n de la jugada Dica cometi¨® un clar¨ªsimo penalti a Sergio Ramos, al que volte¨® ante la indeferencia de Plautz. No existi¨® m¨¢s el Madrid en ataque, salvo un cabezazo que malgast¨® Helguera en una posici¨®n inmejorable, hasta el minuto 43. Ah¨ª, cuando los espectadores aguardaban el descanso entre bostezos y nerviosismo, se produjo el primer tiro entre los tres palos del Madrid. Fue un doble remate de Van Nistelrooy que entre el portero Cernea, con una intervenci¨®n espectacular, y el central Goian impidieron que se convirtiera en gol.
El paso por los vestuarios sirvi¨® para que el Madrid saliera con otro esp¨ªritu y buscara con algo m¨¢s de inter¨¦s la porter¨ªa rumana. Le segu¨ªa faltando f¨²tbol, pero pese a todo pudo ponerse por delante si Helguera no hubiera enviado el bal¨®n por encima del larguero cuando estaba solo, a un metro de la l¨ªnea de gol. Incre¨ªble.
Reorganizaci¨®n
El Steaua comenz¨® a acusar el desgaste f¨ªsico del primer tiempo y el Madrid, con el ¨²nico argumento de Robinho, tuvo m¨¢s presencia en ataque y sufri¨® menos en defensa. Pero nada de ello alcanzaba para que se moviera el marcador. Hasta Capello se inquiet¨® y retir¨® a Diarra para que entrara Beckham y el equipo se reorganizara. Guti acompa?¨® a Emerson en el mediocentro, el ingl¨¦s se situ¨® en la derecha y Ra¨²l escolt¨® a Van Nistelrooy en ataque. Un dibujo m¨¢s l¨®gico para intentar encontrar el camino del gol.
No sabemos si las variaciones dise?adas por Capello hubieran dado su fruto, porque Nicolita se encarg¨® de solucionar los problemas del Madrid. El rumano, uno de los mejores de su equipo, busc¨® un agujero para esconderse despu¨¦s de su terrible error. No lo encontr¨® y no tuvo m¨¢s remedio que seguir jugando, pero desde ese instante nada fue igual. Ni para ¨¦l, ni para el Steaua ni para el Madrid, que hall¨® la tranquilidad donde menos lo esperaba.
La sentencia definitiva pudo llegar s¨®lo unos minutos despu¨¦s, pero Van Nistelrooy, que complet¨® otro partido mediocre, no acert¨® a transformar un penalti cometido sobre ¨¦l mismo por Cernea. Tanto quiso ajustar al palo que envi¨® el bal¨®n fuera. Capello no le dej¨® tiempo para lamentarse y le sustituy¨® por Ronaldo, recibido con una gran ovaci¨®n, pero que apenas aport¨® nada.
Con ese penalti fallado se acabaron las acciones surrealistas de un partido jugado de mala manera por el Real Madrid y que el Steaua s¨®lo perdi¨® por la torpeza de Nicolita y Cernea.
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