Bostezos en el Calder¨®n
Atl¨¦tico y Racing empatan en un partido rudo y con escaso f¨²tbol
Iguales. As¨ª son todos los partidos del Atl¨¦tico en el Calder¨®n. Primeras partes, insulsas. Segundas partes, con m¨¢s ritmo y nervios. Ver f¨²tbol en el Calder¨®n se est¨¢ convirtiendo en una misi¨®n casi imposible. Y se repite una jornada, y otra, y otra La Champions , as¨ª, es imposible.
Si alguien se hizo due?o y se?or del partido ese fue el aburrimiento. Nada nuevo. El Racing se asent¨® muy bien sobre el Calder¨®n. Quer¨ªa ganar, s¨®lo lo ha hecho en tres ocasiones en el Calder¨®n, y Portugal orden¨® armar un centro del campo tal que obligase a Luccin y Maniche a retrasar su posici¨®n y mermase su capacidad creadora. Y se cumpli¨® a rajatabla.
El Atl¨¦tico no era capaz de dar ni tres pases acertados sin que alg¨²n jugador del Racing ejerciese tal presi¨®n que le fuese posible sacar el bal¨®n, ni siquiera de su propio campo. Que le llegase un bal¨®n a Fernando Torres o al Kun costaba horrores, y como eso no pasaba, pues a aburrirse. Que el rival comience mejor, es un habitual, como los atascos de la M-30 para llegar al estadio rojiblanco. Pero tampoco hay que encumbrar al Racing, porque ese dominio era m¨¢s por terreno ganado que por juego. Otra escasez habitual en el Calder¨®n.
De hecho, se tuvo que esperar hasta el minuto 27 de partido para ver el primer acercamiento a puerta del Atl¨¦tico. Bueno, del Atl¨¦tico y del Racing, porque hasta ese momento los porteros poco hab¨ªan hecho. La jugada la inici¨® Maniche que encontr¨® a Galletti por la banda izquierda. ?ste centr¨® al ¨¢rea de la porter¨ªa defendida por To?o y, tras peinarla un apagado hoy Kun Ag¨¹ero, el remate de Jurado se fue muy flojito a las manos del cancerbero del Racing. Y ya, hasta el 45, cuando un bal¨®n de Seitaridis se envenen¨® de tal manera que To?o tuvo que despejarla in extremis a corner. Y no hubo m¨¢s. Fin de la primera parte.
Algo de juego
Menos mal que en la segunda parte algo mejor¨® el partido. Y ese es el tercer habitual de las noches rojiblancas en el Calder¨®n, sopor¨ªfera primera parte y mayor ritmo en la segunda. Tanto, que a los 57 segundos Munitis casi da un susto al Calder¨®n con un trallazo que se fue a las manos de Pichu. Comenzaba a verse algo de f¨²tbol, algo. Comenzaba a llegarse con algo de peligro a la porter¨ªa rival, algo. Y comenzaba a dar sus frutos la conexi¨®n Torres-Ag¨¹ero. S¨®lo les faltaba que les llegasen balones buenos, y ah¨ª ganaba la partida el Racing, porque su cierre no dejaba trabajar ni a Luccin ni a Maniche, lo que obligaba a Torres a bajar hasta el centro del campo para recoger balones, y ah¨ª no es peligroso.
Pero el miedo Atl¨¦tico era otro, el 'gigante' Zigic. Desaparecido en la primera parte, Zigic dej¨® su huella en la segunda. Aguirre vio confirmados sus peores temores. Su mayor preocupaci¨®n era frenar la conexi¨®n Zigic-Munitis, que ha dado cuatro victorias en los ¨²ltimos cinco partidos a los c¨¢ntabros, y en la alineaci¨®n opt¨® por Pablo y Z¨¦ Castro en el centro de la zaga. Con el 1,97 del manchego parec¨ªan verse parados los 2,02 metros del serbio, pero para frenar a Munitis, Z¨¦ Castro hubiera preferido tener la rapidez de Perea a su lado.
Cu¨¢nto se acord¨® de ¨¦l el Calder¨®n en el minuto 28 de la segunda parte. La defensa se duerme, el bal¨®n llega a los pies de Munitis que ve s¨®lo, literalmente, a un Zigic que controla y remata sin oposici¨®n Atl¨¦tica alguna. Pero poco les dur¨® la alegr¨ªa a los c¨¢ntabros, porque dos minutos despu¨¦s, en el treinta, el Atl¨¦tico empataba. Justo cuando los pitos asomaban en el Calder¨®n, Pablo pein¨® lo suficiente una falta sacada por Jurado para que el bal¨®n se introdujera en la porter¨ªa de To?o. Eso, y s¨®lo eso, salv¨® al Atl¨¦tico.
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