Bettini se resarce
El italiano revalida su t¨ªtulo mundial en una carrera donde Samuel S¨¢nchez, s¨¦ptimo, fue el primer espa?ol
El ciclista italiano Paolo Bettini revalid¨® la medalla de oro en el campeonato del mundo de fondo en carretera y los representantes espa?oles por primera vez en cinco a?os no estuvieron en el podio cuando part¨ªan como favoritos. Los acompa?antes de Bettini, que invirti¨® en los 267,4 kil¨®metros 6 horas, 44 minutos y 43 segundos, en el podio del mundial fueron el ruso Alexandr Kolobnev y el alem¨¢n Stefan Schumacher que, respectivamente, fueron plata y bronce.
El triunfo de Bettini no fue ninguna sorpresa, ya que junto al espa?ol Oscar Freire, que no tuvo su mejor d¨ªa, eran los principales candidatos al podio. Bettini fue el m¨¢s astuto en la parte final y en uno de los pocos descuidos que tuvo el espa?ol se fue en busca del oro y con ello puso fin al sue?o de Freire de convertirse en el primer corredor con cuatro t¨ªtulos mundiales. En esta ocasi¨®n fueron los italianos los que marcaron el ritmo en los momentos claves del campeonato y al mismo tiempo hacer un exhaustivo marcaje al espa?ol Freire que, aunque estuvo bien arropado por sus compa?eros, nada pudo hacer cuando Bettini y los suyos tensaron la carrera a falta de un par de vueltas, unos 40 kil¨®metros para el final.
Un final muy duro por los continuos cambios de ritmo y un buen recital de estrategias y t¨¢cticas de los italianos con muchas bazas que jugar, pues tanto Rebellin, como Pozzato y Ballan durante algunos momentos cobraron varios metros de ventaja y con ello obligaron a trabajar a sus rivales m¨¢s directos, especialmente los espa?oles, t¨¢ctica que termin¨® por mermar las fuerzas de Freire y compa?¨ªa. Si el final fue explosivo, el comienzo fue, como casi siempre, mon¨®tono y tedioso, especialmente por parte de los favoritos, pues el pasar una y otra vez por el mismo escenario, en catorce ocasiones, se hace aburrido. Como si fuera un calco de otras ediciones fueron los modestos, los representantes de selecciones consideradas de segunda fila los que acapararon el protagonismo al pedalear con algunos metros, kil¨®metros en el mejor de los casos, sobre los candidatos al podio.
Primeros movimientos
El letargo y aburrimiento de los Freire, Valverde, Bettini, Ballan, Schumacher o Schlek llegaba a su fin en el tercer tercio de la carrera a falta de unos 70 kil¨®metros para el final. Los escuderos de los favoritos al podio comenzaron a tomar posiciones y con ello a endurecer el ritmo para ir eliminando a corredores que, sin contar mucho en los pron¨®sticos iniciales, pod¨ªan ser peligrosos. Una t¨¢ctica que no daba resultado a pesar de los continuos cambios de ritmo que impusieron los italianos, sin duda los m¨¢s activo, pues en varias ocasiones en cabeza de carrera hab¨ªa hasta cinco compa?eros de Bettini, como Bertolini, Rebellin, Cunego, Tossato y Ballan, que pusieron a prueba a los espa?oles subiendo la cota de Kragerwald, la m¨¢s dura de las tres que ten¨ªa el circuito.
Los tirones de Ballan encontraban pronto respuesta en los escuderos de Freire y tanto el campe¨®n nacional espa?ol Joaqu¨ªn Rodr¨ªguez como el debutante en la selecci¨®n Carlos Barredo salieron a por ¨¦l, recuperando la tranquilidad y sirviendo de rampa de lanzamiento para otros corredores caso del franc¨¦s Turpin que por algunos momentos viaj¨® con varios metros de ventaja sobre el pelot¨®n principal compuesto por una cuarentena de ciclistas. A la hora de la verdad italianos y espa?oles, principalmente, con los alemanes como invitados de honor por aquello de estar en casa, empezaron a descubrir sus bazas para que sus l¨ªderes llegar¨¢n colocados lo mejor posible para el presumible esprint.
Estrategias
Rebellin se qued¨® en cabeza y poco despu¨¦s se le uni¨® el ruso Kolobnev, mientras que Joaqu¨ªn Rodr¨ªguez no pudo seguir el ritmo de estos e hizo de puente durante muchos segundos entre el d¨²o puntero y el grupo de Freire y Bettini que segu¨ªan sin inmutarse y vigil¨¢ndose estrechamente. El comienzo de la ¨²ltima ascensi¨®n fue el detonante, pues Rebellin segu¨ªa con algunos segundos y poco despu¨¦s salieron del grupo ocho corredores m¨¢s, entre ellos sus compatriotas Pozzato y Bettini, sin que los espa?oles acertaran a reaccionar a pesar de los intentos de S¨¢nchez por unir el grupo de Freire.
La selecci¨®n definitiva estaba hecha y Samuel S¨¢nchez al ver que Freire quedaba descolgado, intent¨® dar de rueda a los italianos, especialmente a Bettini. Lanz¨® un par de tirones que no fueron a ninguna parte y lejos de dejar a Bettini, fue ¨¦l quien se qued¨®. Bettini apret¨® los dientes para aumentar la ventaja sobre un equipo nacional espa?ol que no acertaba a reaccionar acusando cierto nerviosismo y cansancio. El italiano manej¨® a su antojo la escapada, imponiendo un fuerte ritmo cada vez que miraba hac¨ªa atr¨¢s y por el rabillo del ojo ve¨ªa al grupo de Freire y tras lograr perderlo nuevamente se iba atr¨¢s del grupo donde estaban tambi¨¦n el ruso Kolobnev, el alem¨¢n Schumacher, el australiano Evans y el luxemburgu¨¦s Schleck invit¨¢ndoles a colaborar moviendo continuamente su mano. En los metros finales Bettini no quiso iniciar el esprint y se dej¨® llevar, aunque esa confianza a punto estuvo de costarle el t¨ªtulo, pues el ruso Kolobnev le hab¨ªa ganado la posici¨®n y con ello oblig¨® a Bettini a hacer un esfuerzo extra para llevarse su segundo t¨ªtulo consecutivo.
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