La vida a trav¨¦s de un visor
Treinta y cuatro a?os enrolado en el circuito avalan la experiencia de Angelo Tonelli, fot¨®grafo oficial del Masters Series de Madrid
"Antes, el tenis era un familia. Ahora, todo es dinero". Treinta y cuatro a?os retratando a las grandes figuras del tenis convierten a Angelo Tonelli, fot¨®grafo oficial del Masters Series de Madrid, en uno de los personajes m¨¢s carism¨¢ticos de los centros de prensa del circuito. C¨¢mara en mano, Angelo ha recorrido medio planeta para captar las mejores instant¨¢neas del mundo del tenis. Un intenso periplo, cargado de horas de aeropuerto e infinidad de partidos, que le ha conducido a ciudades como Par¨ªs, Nueva York, Hamburgo o Toronto. Miles de kil¨®metros a sus espaldas "en busca del instante, de lo ef¨ªmero", porque para ¨¦l, el ojo cl¨ªnico de los Masters Series, "una buena imagen depende de una decisi¨®n que se toma en mil¨¦simas de segundo. Se trata de ver lo que otros no pueden ver".
Por fortuna, la fotograf¨ªa ha evolucionado mucho desde que Angelo iniciase su carrera en 1959 en una agencia de Bolonia, su ciudad natal. El revelado, las tiras de pel¨ªcula y las c¨¢maras anal¨®gicas han dado paso a la era digital, en la que "todo es mucho m¨¢s sencillo. Quiz¨¢, ha perdido algo de esencia, pero ahora se trabaja mucho m¨¢s r¨¢pido". En los albores de su dilatada carrera, Angelo experiment¨® la versi¨®n m¨¢s cruda de su profesi¨®n. A trav¨¦s de su objetivo fue testigo de grandes cat¨¢strofes y desastres naturales que le hicieron replantearse algunas cosas. "Un d¨ªa, me ofrecieron dedicarme a la fotograf¨ªa deportiva. Comenc¨¦ con algunos partidos de baloncesto y algunas competiciones de invierno, pero me dije: Angelo, ?se te van a congelar los dedos!".
As¨ª desembarc¨® en el escenario del tenis. Roma, Wimbledon y Roland Garros fueron las primeras experiencias de una etapa en la que ha convivido con los personajes m¨¢s legendarios de este deporte. "Hace veinte a?os, todo era muy distinto. Te sentabas a comer con Wilander y el tenis era una gran familia". Pese a que los tiempos han cambiado, Angelo no. Todav¨ªa conserva la simpat¨ªa y la austeridad que le han permitido entablar muchas amistades dentro del circuito. Por ejemplo, la de Federer. "Roger es un buen amigo, un tipo muy cercano. Al fin y al cabo, pasamos muchas horas juntos". Precisamente, el que est¨¢ considerado como uno de los mejores tenistas de todos los tiempos es tambi¨¦n el m¨¢s fotog¨¦nico seg¨²n Angelo. "Tiene una elegancia ¨²nica. Nadal y Djokovic son muy expresivos, dan muchos saltos, pero ¨¦l es el m¨¢s est¨¦tico. Es muy presumido y bromea mucho conmigo para que le saque buenas fotos".
Wimbledon, un momento m¨¢gico
Despu¨¦s de tantos a?os alrededor de las pistas, Angelo conserva dos momentos especiales grabados en sus retinas. Como buen italiano, "la eliminatoria que nos enfrent¨® a Chile en 1976. Jug¨¢bamos all¨ª y el ambiente era muy hostil". El otro, m¨¢s reciente, alude a la final de Wimbledon de este a?o, disputada el pasado 6 de julio. "Fue un partido vibrante, m¨¢gico. En esta ocasi¨®n venci¨® Nadal, pero la atm¨®sfera que se cre¨® en Londres fue incre¨ªble. Los aficionados sab¨ªan que estaban asistiendo a una cita especial. Yo estaba trabajando, pero al final, la pasi¨®n que transmiten termina por absorberte". Al igual que su profesi¨®n, a la que le ha dedicado media vida y que a veces pasa factura. "Es dif¨ªcil si tienes familia. Estas constantemente viajando, siete u ocho meses alejado de casa durante el a?o. Mi mujer me pregunta: ?Cu¨¢ndo lo vas a dejar? Pero en el fondo, sabe como soy".
Como todo maestro, Angelo tiene sus secretos a la hora de trabajar. Para ¨¦l, la fotograf¨ªa es "una mezcla de t¨¦cnica y estar en el sitio adecuado, pero ante todo, un ejercicio de intuici¨®n. Durante los partidos estoy pr¨¢cticamente todo el tiempo parado. Mis colegas me vacilan: ?Angelo, por qu¨¦ no trabajas un poco? Pero en realidad, saben que tarde o temprano llegar¨¢ mi momento. Desenfundo la c¨¢mara y obtengo la foto". Hoy finaliza el Masters de Madrid. Como cada d¨ªa, Angelo aterriza en el Pabell¨®n de cristal con su c¨¢mara y el port¨¢til en el que descarga y edita sus instant¨¢neas. "Buon giorno. ?Come estai campione?", le saluda uno de los periodistas de la zona de prensa. Angelo se instala en su mesa y prepara su c¨¢mara. La vida sigue. Una vida en im¨¢genes.
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