Los cuatro grandes momentos del campe¨®n

Espa?a comienza el viernes la defensa del t¨ªtulo de la Copa Davis contra Serbia y sobre la tierra batida de Benidorm. La eliminatoria enfrenta a un pu?ado de tenistas en un gran momento. Ausente Fernando Verdasco por lesi¨®n, con Espa?a est¨¢n Rafael Nadal, el n¨²mero uno del mundo, ganador del Abierto de Australia y con su lesi¨®n en la pierna derecha superada; adem¨¢s de David Ferrer, finalista la semana pasada en Dubai; y de Tommy Robredo, imponente en la gira sudamericana de tierra, donde se impuso en Buenos Aires y Costa do Sauipe. El peligro de Serbia tiene dos nombres: Novak Djokovic, n¨²mero tres del mundo y vencedor de Ferrer en Dubai, intentar¨¢ con la ayuda de Nenad Zimonjic, el cuarto mejor doblista del planeta, que Espa?a no reviva ninguno de los momentos clave que le llevaron hasta el t¨ªtulo en 2008.

1.H¨¦roe de ¨²ltima hora

Es el h¨¦roe doblemente negado. Espa?a arranca la Copa Davis 2008 en Per¨². Es febrero, el calor aprieta, y Feliciano L¨®pez grita en el vestuario "?humildad! ?humildad!". Le hacen coro sus compa?eros de equipo, que acaban de ver c¨®mo lidera el dobles que forma con Fernando Verdasco para darle a Espa?a el triunfo definitivo sobre Per¨² (0-5). Extra?o caso el de Feliciano, en ese momento uno de los tenistas con menos peso en el Brasil del tenis, como le dicen a Espa?a en Lima. El toledano tuvo que subirse al avi¨®n sin maletas, aupado hasta el equipo a ¨²ltima hora por una catarata de ausencias que incluy¨® a Rafael Nadal, Juan Carlos Ferrero y David Ferrer, este lesionado. Diez meses despu¨¦s, vivir¨¢ la misma experiencia. Llega casi an¨®nimamente al aeropuerto de Barajas con direcci¨®n a Argentina, donde Espa?a juega la final de la Copa Davis, y dice: "Ojal¨¢ yo pudiera ser el h¨¦roe de Espa?a". Contra la l¨®gica del r¨¢nking, Emilio S¨¢nchez Vicario, el seleccionador, decide que juegue un partido individual y el de dobles. Fue el doble triunfo del h¨¦roe doblemente negado.

2.Sabina divide a Espa?a

Espa?a vence en cuartos en su visita a Alemania (1-4). La actuaci¨®n del equipo, liderado por Nadal, es implacable. Diego, futbolista del Werder Bremen, la observa desde la grada y no puede evitar el impulso de acercarse al vestuario para fotografiarse con el mallorqu¨ªn. La presencia del brasile?o en la caseta a?ade color a un momento tenso. Ya ha sido plantada la semilla de la guerra abierta entre Pedro Mu?oz, por entonces presidente de la Federaci¨®n de tenis, y los jugadores. Mu?oz celebra la victoria en un restaurante italiano, donde se arranca cantando coplas de Sabina con gran acierto. Desde entonces hasta la elecci¨®n de su sucesor, los versos del cantautor ser¨¢n moneda frecuente en sus discursos y argumentaciones. Mu?oz promete a los jugadores que dejar¨¢ la elecci¨®n de la sede de las semifinales en sus manos. Luego, la Federaci¨®n designa a Madrid. Estalla el enfrentamiento. Y Mu?oz, muchos meses despu¨¦s, extendida una convivencia dificil¨ªsima a trav¨¦s de los Juegos Ol¨ªmpicos de Pek¨ªn; las semifinales en Madrid; y la final de Mar del Plata, se despide: "Dense prisa si me quieren enterrar pues tengo la costumbre de resucitar". Palabra de Sabina.

3.McEnroe se rinde a los toreros

La selecci¨®n se deshace de Estados Unidos (4-1) en la madrile?a plaza de toros de Las Ventas tras una eliminatoria tens¨ªsima, de las que marcan ojeras. Patrick McEnroe, el herman¨ªsimo y capit¨¢n estadounidense, no abandona el templo madrile?o hasta que se asegura de que todos los miembros del equipo espa?ol han firmado un cartel que anuncia la eliminatoria como si fuera una reuni¨®n de toreros a la b¨²squeda de la gloria. Los apodos son f¨¢cilmente identificables. Manda El morenito de Manacor, que juega el domingo dolorido y tras asumir el riesgo en una reuni¨®n previa al partido. Le siguen Davidete, Ferrer, que vence a Andy Roddick en un partido larg¨ªsimo el viernes. El Farru, Verdasco, y El torpedo de Toledo, Feliciano, pierden el dobles. Desde fuera les apoyan El ni?o de la Huerta, que es el murciano Almagro, y Emilio S¨¢nchez Vicario, el Vicario.

4.La farola del puerto

Espa?a llega a Mar del Plata, en Argentina, con todas las alarmas encendidas. El equipo, hu¨¦rfano de Nadal, lesionado, no cuenta para nadie. Los jugadores difieren y se arman en torno al seleccionador y a una convivencia impecable. Es el cumplea?os de Verdasco. El hombre decide llevarse a todo el equipo de cena a La Farola del Puerto. En el trayecto hasta el restaurante, los jugadores costean una base militar y, al llegar, se les hace ver que la cocinera es espa?ola; el patr¨®n bizco, italiano; y los barcos de guerra que se ven desde la ventana, argentinos. El tono de la conversaci¨®n sube cuando llega la tarta. El resto de la clientela no se aguanta y marca el tono vibrante de la final. "?Ar-gen-ti-na! ?Ar-gen-ti-na!", dicen con las servilletas al aire. El ambiente es amistoso, y sirve para activar las emociones del grupo. Casi tanto como el apoyo de Barack Obama: los espa?oles se encuentran en su vestuario un gran cartel que dice, "Yes we can!". Lo leen, y a lomos de las victorias de Feliciano y Verdasco, ganan la tercera Ensaladera de la historia de Espa?a (3-1).