Lluvia y caos
El agua y los intereses de MotoGP, que al final no se disput¨®, dejan la carrera de 125cc en cuatro vueltas, la m¨¢s corta de la historia. - Barber¨¢ vence en 250cc, reducida a 13 giros
Para Dorna, la empresa que organiza el campeonato del mundo de motociclismo, solo existe MotoGP. Hasta aqu¨ª, nada nuevo. Es una evidencia que se ha reafirmado durante los ¨²ltimos a?os. En parte, es normal que sea as¨ª, porque la categor¨ªa de las motos pesadas es la que concentra a los patrocinadores m¨¢s potentes, y el reclamo para recaudar el dineral que pagan las televisiones por hacerse con los derechos. Lo que ocurre es que, en ocasiones, ese partidismo a favor del fuerte y en contra del d¨¦bil (125cc y 250cc) resulta exagerado. Ayer fue un d¨ªa de esos en el circuito de Losail. Para m¨¢s inri, los deseos de la organizaci¨®n naufragaron cuando a la hora prevista para el inicio de la carrera de MotoGP (11 de la noche hora local), la lluvia volvi¨® a caer con toda su fuerza, por lo que la prueba qued¨® suspendida. La organizaci¨®n espera que pueda disputarse hoy.
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Las posibilidades de que caiga una tormenta en medio del desierto no son muy elevadas. Pues ocurri¨®. Y lo hizo mientras los pilotos del octavo de litro completaban la tercera vuelta. En la quinta, con el italiano Andrea Ianone en cabeza y el espa?ol Juli¨¢n Sim¨®n segundo, el cielo se rompi¨® y los comisarios se vieron obligados a parar la carrera. Eran las ocho y diez de la tarde, ya hab¨ªa oscurecido y la pista qued¨® empapada. En este caso, el principal problema no era la adherencia al asfalto, sino que la luz de los focos cegaba a los pilotos al reflejarse en el cemento mojado. Los motoristas regresaron a sus talleres y, de entrada, la organizaci¨®n propuso realizar una segunda manga de ocho vueltas, al espr¨ªn.
Poco despu¨¦s y con los boxes hirviendo de correteos, Rossi y Capirossi, dos de los miembros de la comisi¨®n de seguridad, se subieron al Safety Car para dar una vuelta a la pista y comprobar su estado. Al completarla, de forma inmediata, la direcci¨®n dio por terminada la carrera, la m¨¢s corta de la historia con s¨®lo cuatro giros terminados. Al igual que ocurri¨® la semana pasada en el GP de Malasia de F-1, los motoristas solo se repartieron la mitad de los puntos, debido a que no se llegaron a completar dos terceras partes de la distancia total. Con la pista ba?ada y dos carreras por disputarse, la organizaci¨®n volvi¨® a tomar cartas en el asunto. Se anunci¨® que el dos y medio comenzar¨ªa a las diez menos cinco, y se fij¨® su distancia total en 13 vueltas en vez de 20. Y todo ello para poder mantener el horario de inicio de la prueba de MotoGP.
Y a las puertas de una de las carreras m¨¢s extra?as de la historia emergi¨® H¨¦ctor Barber¨¢. El valenciano ha sido uno de los m¨¢s r¨¢pidos en los ensayos invernales, y las 13 vueltas que complet¨® sirvieron para demostrar que el trabajo de mentalizaci¨®n que realiza desde hace tiempo es lo que precisaba. Siempre hab¨ªa exhibido unas manos prodigiosas, pero su cerebro se iba de la pista en los momentos calientes. En este sentido, la experiencia de alguien como Sito Pons (el patr¨®n del equipo) le ha venido de perlas a Barber¨¢. Por fin rod¨® sin meterse en l¨ªos, hasta que apret¨® los dientes a final de recta (d¨¦cima vuelta), super¨® al franc¨¦s Cluzel y se situ¨® al frente. Por aquel entonces ambos ya rodaban solos, y estaba claro que la victoria se la iban a disputar entre ellos. Al final no hubo trifulca porque Barbi no lo permiti¨®. Siempre en cabeza, sin forzar porque la pista no estaba para muchas fiestas, el motorista de Aprilia, de 22 a?os, se apunt¨® su segunda victoria en 250cc.
Por lo que se vio al final, todos terminaron satisfechos. Barber¨¢ por la victoria, Pons por su equipo, y la organizaci¨®n por haber conseguido mantener el horario de MotoGP, un empe?o que la lluvia mand¨® al garete.
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