Roland Garros despide a Gaudio
Victorias de Verdasco, Ferrer, Almagro y derrota de Nuria Llagostera en la primera ronda del 'grande' franc¨¦s
Par¨ªs despidi¨® al ¨²ltimo campe¨®n de Roland Garros antes de la abrumadora aparici¨®n de Rafael Nadal. Su nombre: Gast¨®n Gaudio. El argentino, coronado en 2004, jug¨® el torneo invitado por la organizaci¨®n, lastrado por una larga ¨¦poca lejos de las pistas y agitado por las sensaciones de volver a pisar el torneo que le destruy¨® a ¨¦l y a su pareja en aquella final maldita: Guillermo Coria. El Gato perdi¨® en primera ronda, ante el checo Radek Stepanek (6-3, 6-4 y 6-1), y reforz¨® as¨ª su imagen de tenista atormentado, brillante en la ejecutoria, fino y elegante, siempre con la vida rodeada de negros nubarrones.
"Hubo veces que gan¨¦ y me sent¨ª peor que hoy", dijo Gaudio con la melena recogida en rastas, la cara azotada por el sol y la felicidad de la vuelta a las pistas en las palabras. "No me voy contento, porque no es lindo perder, es una mierda, y m¨¢s ac¨¢, en este torneo, que me encanta, pero la verdad es que ¨¦l jug¨® mejor que yo, y a¨²n me falta mejorar", continu¨®. "Me voy con esperanza. Supuestamente, este es el principio. Hay que darle para adelante. Estamos en el camino de tratar de volver. Es la ¨²ltima oportunidad. Ahora o nunca".
Gaudio, n¨²mero 359 del mundo, un tenista genial desterrado a los torneos de categor¨ªa challenger, vuelve ahora a la Argentina. A sus 30 a?os, tuvo tiempo de recordar su momento m¨¢s grande -"Aquella final, de m¨¢s de cuatro horas, fue como una pel¨ªcula. Lo que m¨¢s recuerdo es la victoria y a todo el personal de mi hotel esper¨¢ndome, eso me toc¨® dentro"?Tambi¨¦n, de reconocer que ya ni se habla con Coria. ?Mantiene contacto con su rival de aquella final a cinco sets, reci¨¦n retirado? "No", dijo secamente.
Gaudio se marcha de Par¨ªs haciendo mucho menos ruido que a su llegada. El chico, siempre subido a unas chancletas, pas¨® sus primeros d¨ªas en Roland Garros rodeado de periodistas, atosigado por los enviados especiales, gente de su tierra deseosa de saber c¨®mo respiraba y c¨®mo pensaba Gaudio -"Te quiero Gato", le confesaba uno tras la derrota. El tenista los trat¨® siempre con deferencia. Luego, cuando se enter¨® de que debutaba el domingo, el inc¨®modo d¨ªa que evitaron todos los grandes, le cambi¨® la cara. Sigui¨® rodeado de gente, pero ya no era un tenista hablando, sino rumiando los nervios.
Esa misma sensaci¨®n gobierna los d¨ªas de varios espa?oles. Fernando Verdasco, David Ferrer y Nicol¨¢s Almagro, tres jugadores con posibilidades de hacer verdaderamente da?o, han ca¨ªdo, son las cosas del sorteo, encerrados en el mismo lado del cuadro. Es malo para ellos, y malo probablemente para sus futuros resultados. El domingo ganaron los tres. Verdasco, a Florent Serra (6-2, 6-1 y 6-4). Ferrer, a Frederico Gil (6-2, 6-4 y 6-4). Y Almagro, a Calleri (6-4, 6-1 y 6-3). Es buen calentamiento, como el que tuvo ayer Andy Murray ante Chela (6-2, 6-2 y 6-1). En el horizonte, sin embargo, para todos ellos hay antes o despu¨¦s una tormenta: Rafael Nadal, un tenista que en Roland Garros dispone, dicta y siempre se siente al mando.
Un in¨²til bombardeo
Lleyton Hewitt sobrevivi¨® a un bombardeo. Disparaba Ivo Karlovic, un gigante dando tiros: acumul¨® 55 aces, m¨¢s que nunca en un encuentro oficial, al menos desde 1991, a?o en el que se empez¨® a recopilar el dato. Dio igual. Hewitt derrot¨® al croata en un sufrid¨ªsimo partido (6-7 (1), 6-7 (4), 7-6 (4), 6-4 y 6-3).
Karlovic pas¨® as¨ª a reafirmar su liderato en una lista desgraciada. La formaban ya ¨¦l mismo, con 51 aces; Joachim Johansson (51); Richard Krajicek (49) y Gustavo Kuerten (47). Los cuatro tenistas que han conseguido m¨¢s saques directos en un partido perdieron los cinco encuentros en los que los lograron.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.