La historia de un encuentro

Nadie lo ha querido confirmar todav¨ªa, pero todo el mundo lo da por hecho. La entrada del Banco Santander en Ferrari coincidir¨¢ en 2010 con la llegada del doble campe¨®n mundial Fernando Alonso. S¨®lo los protagonistas lo callan y m¨¢s por las implicaciones que el fichaje del asturiano conlleva para terceros -Renault, especialmente- que por deseo propio. El conglomerado de Ferrari-Santander-Alonso fue desde el principio la m¨¢xima aspiraci¨®n de los dirigentes del banco c¨¢ntabro. "Si eso ocurre", ha se?alado muchas veces el propio Emilio Bot¨ªn, presidente de la entidad bancaria, "habremos reunido a las dos mejores marcas mundiales con el mejor piloto".

Sin embargo, para que eso pueda ocurrir ha hecho falta un recorrido previo. La llegada del Santander a la F-1 se produjo en 2007, despu¨¦s de que quedaran estupefactos cuando un dirigente del Sovereing Bank pregunt¨® si el Santander era un banco de Puerto Rico, en una reuni¨®n que mantuvieron dirigentes de ambas entidades en Estados Unidos. "Entonces nos dimos cuenta de que ¨¦ramos uno de los 10 primeros bancos del mundo en beneficios, pero est¨¢bamos alrededor del 30? en valor de marca", explica Juan Manuel Cendoya, director general de comunicaci¨®n, marketing corporativo y estudios y vicepresidente del Santander. "Vimos que deb¨ªamos potenciar nuestra imagen internacional y la F-1 nos ofrec¨ªa una palanca de lanzamiento mundial que no encontramos en ning¨²n otro deporte".

Entraron con la fuerza propia de una primera entidad mundial y lo hicieron de la mano de una escuder¨ªa tan m¨ªtica y legendaria como McLaren. Pero sabedores ya de que all¨ª iban a coincidir con Fernando Alonso, el mejor piloto espa?ol de la historia. Firmaron por tres a?os, el mismo tiempo de compromiso que ten¨ªa el asturiano con la escuder¨ªa brit¨¢nica. Y no fue una coincidencia. Al contrario. Desde que decidieron penetrar en este mundo tuvieron muy claro que quer¨ªan estar al lado del doble campe¨®n mundial, un valor en alza como su propia entidad. Su primer a?o en la F-1 fue una experiencia alucinante. Pisaron fuerte en los mercados brit¨¢nico, alem¨¢n, espa?ol y brasile?o, su gran aspiraci¨®n, porque la batalla campal que se estableci¨® en el seno de McLaren Mercedes entre Alonso, Lewis Hamilton y Ron Dennis, y el caso de espionaje de los brit¨¢nicos a Ferrari se convirtieron en la novela negra m¨¢s seguida del a?o. "El retorno fue de seis euros por cada uno invertido", indica Cendoya.

Pero al final de aquel 2007 todo se torci¨®. Alonso decidi¨® que no pod¨ªa seguir en McLaren por sus divergencias personales con Dennis y regres¨® a Renault. Y el Santander se qued¨® compuesto y sin novia, con un contrato de dos a?os -renovable por otros dos- por delante, en un equipo que iba a convertirse en rival de Alonso. No fueron dos a?os desperdiciados, ni mucho menos. Su valor de marca en Gran Breta?a subi¨® como la espuma, con la imagen de un Hamilton ganador, que conquist¨® el t¨ªtulo mundial en 2008. Y nadie pudo reprocharles nada, porque siguieron apoyando a Alonso, a trav¨¦s de vincular su marca Universia a Renault. Pero en el banco se recibieron mensajes de personas vinculadas a la entidad que no entend¨ªan por qu¨¦ segu¨ªan apoyando a McLaren si, de alguna forma, era uno de los rivales del equipo de Alonso.

La situaci¨®n se discuti¨® en un consejo de la entidad, al que acudieron Emilio Bot¨ªn, Alfredo S¨¢ez, Consejero Delegado del Santander, Cendoya, Mar¨ªa S¨¢nchez del Corral, directora de marketing corporativo y de marca, y Aurelio Medel, Director de Comunicaci¨®n corporativa, entre otros. All¨ª, al menos cinco consejeros se pronunciaron abiertamente. "Est¨¢ bien la opci¨®n McLaren. ?Pero por qu¨¦ no Ferrari? Somos el primer banco mundial y deber¨ªamos unirnos a la primera marca", argumentaron. Bot¨ªn y S¨¢ez tomaron nota, porque tambi¨¦n ellos cre¨ªan lo mismo. Y el propio Bot¨ªn tom¨® las riendas de la negociaci¨®n. Contact¨® con Luca Cordero de Montezemolo, presidente de Ferrari, establecieron una relaci¨®n de simpat¨ªa m¨²tua y les cost¨® poco llegar a un acuerdo para 2010.

Cada cual deb¨ªa hacer su propio recorrido. Pero el Santander dej¨® muy claro a Montezemolo que le encantar¨ªa poder tener en el equipo a Fernando Alonso. No fue un problema, porque Montezemolo, gran admirador del asturiano, ya le ten¨ªa en su agenda. Al Santander no le cost¨® la decisi¨®n de marcharse de McLaren. "Les hab¨ªamos insistido para que Alonso se quedara en 2008; les propusimos que ficharan a De la Rosa cuando Alonso se fue. Y no nos hicieron caso", argumentan. La relaci¨®n sigue manteni¨¦ndose, pero las sensaciones que tienen con Ferrari nunca las tuvieron en McLaren. "Nos hemos asociado a la mejor marca mundial, un equipo que no tiene enemigos en el mundo, que llega a todos los rincones y que dar¨¢ prestigio a nuestra propia entidad", agrega Cendoya. La explosi¨®n ser¨¢ ya total el d¨ªa en que se anuncie la llegada de Fernando Alonso. "Todos la queremos, pero la decide Montezemolo", esgrimi¨® Bot¨ªn. Sin embargo, tambi¨¦n en eso hay acuerdo. En 2010, todos ir¨¢n de rojo.