Hansson hace otra de las suyas
El ¨¢rbitro que dio por v¨¢lida la mano de Henry contribuye a un tanto surrealista del Oporto
Fue lo m¨¢s parecido a una asistencia, pero quien la dio fue el ¨¢rbitro, el sueco Martin Hansson, el mismo que consider¨® v¨¢lida la mano de Henry que precedi¨® al gol que meti¨® a Francia en la Copa del Mundo de Sur¨¢frica a costa de la Rep¨²blica de Irlanda. Anoche, Hansson consigui¨® encrespar al siempre calmado Ars¨¨ne Wenger con una acci¨®n que podr¨ªa decantar en contra de su equipo una eliminatoria en la que hasta ahora el Arsenal ha demostrado en conjunto m¨¢s argumentos que el Oporto.
Fue en una jugada aislada, un bal¨®n largo sin aparente destino en el que Fabianski y Campbell se trastabillaron. Toc¨® el bal¨®n el defensa y el portero lo sujet¨® con las manos en el interior del ¨¢rea. Decret¨® el colegiado la correspondiente infracci¨®n y los dos jugadores del cuadro londinense se quedaron petrificados. Hansson tom¨® la pelota y la puso en el suelo. Sac¨® Varela y marc¨® Falcao mientras Campbell y Fabianski segu¨ªan con el molde. Otros quiz¨¢ habr¨ªan buscado cualquier excusa para no conceder el tanto, pero Hansson entendi¨® que todo hab¨ªa sido normal, incluso el detalle de que fuera ¨¦l quien iniciara la jugada.
El Arsenal qued¨® retratado una vez m¨¢s. Ya puede trazar un futbol virtuoso, combinar sus jugadas con frenes¨ª e imaginaci¨®n, divertir y divertirse, que, mientras no encuentre la tecla del oficio, se ver¨¢ condenado a levantar pesadas losas, a no ser un equipo ganador. Y le sobra categor¨ªa.
Aun con una plaga de ausencias, sin seis jugadores con galones de titularidad como Almunia, Gallas, Song, Van Persie, Arshavin y Eduardo, ayer tuvo arrestos para dejar retazos de su estilo, sobreponerse a un primer error de Fabianski, que concedi¨® un gol gemelo al que encaj¨® Zubizarreta contra Nigeria en el Mundial de Francia 1998; empatar y controlar el partido, caer de nuevo v¨ªctima de su candidez y levantarse para encerrar al rival, el Oporto, un cl¨¢sico que hace bandera de un gen competitivo que le mantiene a?o tras a?o entre los grandes de Europa. Pasan los jugadores, se revalorizan, dejan dinero en las arcas del h¨¢bil presidente Pinto da Costa y el club portugu¨¦s sigue ah¨ª. Incluso ahora que palidece en la competici¨®n nacional por primera vez en mucho tiempo.
Pero, si de f¨²tbol se trata, el Arsenal est¨¢ muy por encima. Ocurre que para el franc¨¦s Wenger ya llueve sobre mojado. Fabianski no es una alternativa a Almunia, que tampoco es Yashin. Siempre deja la impresi¨®n el Arsenal de ser una obra inacabada, de ah¨ª su irregularidad.
Ayer padeci¨® en zonas tan sensibles como las de los mediocentros o con las indecisiones de algunos de sus zagueros, pero mostr¨® la exuberancia de sus mediapuntas. Cesc y Nasri se bastaron para llevar el partido al terreno de su equipo.
Al menos, encontr¨® un gol que les da vida, un tesoro que le regal¨® Campbell. A principios de a?o, el central era casi un ex futbolista. Con 35 a?os, se hab¨ªa embarcado el pasado verano en una lucrativa aventura, un contrato de cinco a?os con el Notts County para tratar, con Sven-Goran Eriksson en el banquillo, de devolver al hist¨®rico club ingl¨¦s a la m¨¢xima categor¨ªa. Le separaban dos escalones de la Premier League y Campbell se lo pens¨® mejor, jug¨® un partido y puso pies en polvorosa.
Sin equipo, Campbell acudi¨® a Wenger para que le hiciera un hueco en los entrenamientos del Arsenal y mantener el tono f¨ªsico a la espera de una oferta. Hace un mes le ofrecieron un contrato, un inesperado revival que ayer le devolvi¨® a la Liga de Campeones y, por a?adidura, a ser protagonista en su porter¨ªa y en la contraria.
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