Los millones de Al Fayed, el milagro de Bobby Zamora y el eterno Hodgson
El Fulham ha pasado de jugar en Cuarta a tener aires de nuevo rico y ahora aspirar a su primer t¨ªtulo europeo
El Fulham es el club m¨¢s antiguo de Londres. Fundado en 1879, tiene como alma y sede el estadio de Craven Cottage que se levanta a orillas del T¨¢mesis y recoge la esencia del f¨²tbol ingl¨¦s concebido desde los s¨ªmbolos y la tradici¨®n. Tan vetusto como carism¨¢tico, su fachada, declarada bien de inter¨¦s cultural, y sus gradas han sido testigo con fidelidad y angustia de la irregular historia de un club entra?able en Inglaterra. A finales de los a?os 90 el Fulham toc¨® fondo: el conjunto londinense se encontraba pen¨²ltimo de la Cuarta Divisi¨®n inglesa, a punto de certificar un descenso que desembocar¨ªa en la desaparici¨®n del club. Pero la llegada del magnate egipcio Mohamed Al Fayed supuso pr¨¢cticamente la refundaci¨®n del club. Su inversi¨®n econ¨®mica impidi¨® el descenso de categor¨ªa. El multimillonario quer¨ªa convertirlo en el Manchester United del sur de Inglaterra. Una temporada m¨¢s tarde, las libras del lujoso due?o comenzaron a notarse sobre el c¨¦sped y el Fulham jug¨® su primera promoci¨®n en m¨¢s de 15 a?os.
A partir de entonces, el ascenso de categor¨ªas del conjunto de Craven Cottage fue imparable. En 2001 lleg¨® el momento cumbre, el ascenso a la Premier League. El club se profesionaliz¨® y el autob¨²s del Fulham dej¨® de parar en las ¨¢reas de servicio de cualquier carretera comarcal para que sus jugadores comieran s¨¢ndwichs y patatas fritas. Sin embargo, Al Fayed descubri¨® entonces que para culminar su fara¨®nico proyecto deb¨ªa de multiplicar su inversi¨®n si quer¨ªa acercarse a todopoderosos como el Manchester United de Malcolm Glazer o el Chelsea de Roman Abram¨®vich. El sue?o de convertirse en unos nuevos ricos con proyecci¨®n para la conquista de t¨ªtulos se convirti¨® en algo irreal. Al Fayed cerr¨® el grifo y el Fulham pas¨® a ser un equipo de media tabla que cada a?o peleaba su permanencia en la Premier hasta las ¨²ltimas jornadas.
As¨ª fue hasta que en la temporada 2007-08 el equipo de Craven Cottage vivi¨® un drama que acab¨® por convertirse en un verdadero milagro. A falta de tres jornadas para que concluyera la Premier, el Fulham se encontraba a cinco puntos de la salvaci¨®n, y la permanencia era una utop¨ªa. Pero tres victorias en las tres ¨²ltimas jornadas lograron mantener con vida al conjunto.
Un a?o m¨¢s tarde, el Fulham termin¨® s¨¦ptimo en la Premier y consigui¨® la clasificaci¨®n para la reci¨¦n creada Liga Europa, un ¨¦xito sin precedentes para el modesto conjunto londinense. Esta ha sido la temporada que ha redimido el sufrimiento de una hinchada acostumbrada a los sinsabores y que se recreaba en la dignidad de su modestia. Un equipo de barrio que disfruta de su carroza antes de que vuelva a convertirse en calabaza. Tras eliminar al Juventus, el Wolfsburgo y el Hamburgo, el Fulham ha llegado hasta la final de la segunda m¨¢xima competici¨®n continental. Un equipo acostumbrado a los padecimientos y cimentado en la tradici¨®n y la esencia m¨¢s primigenia del f¨²tbol brit¨¢nico que, tras 131 a?os de historia, puede conquistar su primer t¨ªtulo europeo.
El delantero Bobby Zamora es la estrella del Fulham. Su trayectoria es la met¨¢fora perfecta del cuento de hadas que vive el club londinense embarcado en la mejor temporada de su historia. Zamora era un bigardo delantero de perfil tosco y bajo promedio goleador. Tras una modesta andadura en el Brighton, fue fichado por el West Ham United en 2003. Esa misma temporada prob¨® fortuna en el Tottenham pero su debut en la Premier fue desalentador con un gol en siete partidos y pronto regres¨® al West Ham, donde permaneci¨® durante cuatro temporadas alternando modestas estad¨ªsticas goleadoras en la Premier y la First Division.
La temporada pasada fich¨® por el Fulham y sus n¨²meros no pudieron ser m¨¢s calamitosos. Marc¨® cuatro goles en 36 partidos y estuvo a punto de ser vendido al Hull el pasado verano por cuatro millones de libras ante el asombro de una hinchada que cre¨ªa que su club estaba cometiendo un delito al 'colocar' a ese precio a un jugador que por entonces era considerado una nulidad. Ahora, a los 29 a?os, despu¨¦s de 17 goles en una temporada gloriosa en lo particular y en lo colectivo, su nombre est¨¢ en las quinielas para acudir al Mundial con Inglaterra. La afici¨®n le demuestra tanto cari?o como incredulidad ante su transformaci¨®n. A Fabio Capello se le ha visto en varias ocasiones en las gradas de Craven Cottage y si su duda est¨¢ entre Bobby Zamora y Emile Heskey, los n¨²meros avalan al delantero del Fulham.
Zamora ha interpretado a la perfecci¨®n la mezcla de juego que ha encumbrado al Fulham esta temporada en la Premier y sobre todo en la Liga Europa. Los de Hodgson utilizan su meritorio juego de espaldas a la porter¨ªa para trenzar combinaciones en la frontal y aprovechan su envergadura y potencial por alto para recurrir al juego directo.
Tuvo una destacada actuaci¨®n ante el Wolfsburgo en los cuartos de la competici¨®n europea y apur¨® sus opciones en las semifinales ante el Hamburgo a pesar de estar lesionado. Jug¨® infiltrado los dos partidos ante los alemanes por problemas en el tend¨®n de Aquiles y llegar¨¢ con problemas a la final.
Su entrenador, Roy Hodgson, es considerado el aut¨¦ntico art¨ªfice del milagro que vive el Fulham. Tiene el perfil de veterano entra?able tan celebrado en Inglaterra desde que Alex Ferguson se convirtiera en una instituci¨®n al frente del United.
Londinense de 63 a?os, tuvo una an¨®nima carrera como jugador y se convirti¨® en un trotamundos de los banquillos. En 1976 inici¨® una peculiar andadura que le ha llevado a entrenar en Suecia, Suiza, Dinamarca e Italia. Tambi¨¦n fue seleccionador de Emiratos ?rabes (2002-04), y Finlandia (2006-07) en sus aventuras m¨¢s ex¨®ticas. En el Mundial de Estados Unidos 94 obtuvo su primer gran logro en los banquillos al llevar a la modesta selecci¨®n de Suiza de Chapuisat y Sforza a los octavos de final del campeonato.
El buen papel al frente del combinado helv¨¦tico le abri¨® las puertas de su mayor aventura profesional: el Inter de Mil¨¢n. Massimo Moratti apost¨® por su m¨¦todo y a punto estuvo de conquistar la Copa de la UEFA de 1997 en su primera temporada en Italia. Aunque se le recuerda por permitir la salida de Roberto Carlos al Madrid y abrir la puerta en el lateral izquierdo al eslovaco Gresko.
Hodgson lleg¨® al Fulham en diciembre de 2007 y tras un final de temporada ag¨®nico, logr¨® salvar al equipo con tres victorias en las tres ¨²ltimas jornadas. Superado el precipicio, la temporada pasada logr¨® la mejor clasificaci¨®n en la historia del club. Este a?o, aseguraron m¨¢s pronto que de costumbre su permanencia en la Premier, donde finalmente han terminado duod¨¦cimos, y depositaron todas sus ilusiones en Europa con el objetivo de conquistar el primer gran t¨ªtulo de su historia.
Venerado por la afici¨®n, su nombre ha sonado para el galard¨®n de Entrenador del A?o y hay quien reivindica su curr¨ªculo para que el banquillo de la selecci¨®n vuelva a manos de un brit¨¢nico tras la era Capello. Hodgson suma 34 a?os de experiencia en los banquillos, pero apenas ocho en Inglaterra, tras haber dirigido a 12 equipos y tres selecciones, y haber ganado 10 t¨ªtulos, la mayor¨ªa de ellos en su periplo sueco. Perfeccionista en el d¨ªa a d¨ªa y conservador en los planteamientos ha confiado su suerte a un once muy definido y cohesionado pero sin apenas alternativas.
Para el club, para la afici¨®n y para Hodgson, el camino ya ha sido una victoria, el ¨¦xito ser¨ªa materializar una utop¨ªa.
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