Maradona se agranda
El seleccionador argentino recupera el esplendor en el torneo que le hizo leyenda y dice que Messi "tiene m¨¢s" que ¨¦l en 1986
La Copa del Mundo ha devuelto a Diego Maradona una parte del esplendor perdido. El hombre que ayer convoc¨® una conferencia de prensa en el vetusto estadio de Loftus Versfeld, en Pretoria, tiene muy poco que ver con la figura jadeante y desorientada que fatig¨® por el mundo durante a?os en busca de un motivo para seguir vivo. El calor de la competici¨®n y la demanda de protagonismo le han refrescado de manera asombrosa y por primera vez se le ve c¨®modo en su papel de seleccionador de Argentina. Insospechadamente sereno a pesar de no haber resuelto ni el esquema t¨¢ctico, ni el estilo de juego, ni los ejecutantes por los que apostar¨¢ finalmente en el partido de hoy contra Nigeria.
"Me vienen muchos recuerdos", revel¨® Maradona, de 49 a?os, a modo de confesi¨®n inicial, "algunos buenos, otros amargos, pero como dice Dalma, mi hija: 'Pap¨¢ disfrut¨¢. Luchaste tanto, te hiciste mal a vos mismo, algunos te quisieron matar...'. Y la verdad es que lo estoy disfrutando mucho. La concentraci¨®n es una delicia. Yo no recuerdo otra concentraci¨®n de Argentina en la que no haya habido ning¨²n jugador con problemas f¨ªsicos. Esta es la primera vez que no hay que esperar a ninguno de los 23. Estar al frente de estos jugadores, de estos monstruos, a m¨ª me da una tranquilidad espiritual que nunca he tenido".
Maradona reapareci¨® luciendo una barba gris de insurgente de la Sierra Madre, dos aros de diamante, y una gran cruz de plata brillando en el pecho entre las bandas de Adidas y el escudo de la AFA. Los abalorios adornaron un cuerpo menos castigado y una mente m¨¢s l¨²cida que en anteriores ocasiones. Poco a poco, el seleccionador parece adue?arse de la escena con la audacia, la capacidad para improvisar, los giros populistas y el carisma que le caracterizaron en sus d¨ªas de gloria. Ayer repiti¨® su estrategia del Mundial de 1990 con los napolitanos para hacer una exhibici¨®n de proselitismo que tuvo como objetivo a la hinchada local. Se fotografi¨® con una camiseta de los Bafana y por el camino ningune¨® a Pel¨¦: "Un morocho que jugaba de diez dijo por ah¨ª que Sud¨¢frica no podr¨ªa organizar una Copa del Mundo. Y yo llegu¨¦ a los dos d¨ªas y le dije a Danny Jordaan, el responsable de la organizaci¨®n, que Sud¨¢frica ten¨ªa que acoger la Copa. Que se pod¨ªan hacer obras excelentes y que se pod¨ªa demostrar que aqu¨ª se puede vivir con dignidad. Es muy f¨¢cil oponerse como hizo el morocho, pero yo con esta persona no comparto muchas cosas".
Maradona apel¨® al car¨¢cter de representantes sociales de sus jugadores, en un gesto populista de dudosa utilidad para su equipo. "Mis jugadores me hacen feliz por lo que saben que siente el pueblo argentino", dijo. "Porque est¨¢n permanentemente en contacto con el pueblo. Estoy contento de estar al frente de 23 hombres que tienen perfectamente metido en la cabeza lo que hay un pa¨ªs que necesita una alegr¨ªa. Y eso lo llevan muy adentro".
Le preguntaron si cre¨ªa que Messi har¨ªa algo parecido a lo que ¨¦l hizo en el Mundial de M¨¦sico. Respondi¨® que ¨¦l en 1986 no estuvo acompa?ado de los atacantes que ahora rodear¨¢n a Messi: "Me encantar¨ªa que Lio tenga el mismo impacto que tuve yo. ?l tiene mucho m¨¢s a favor de lo que yo tuve en el 86. Atr¨¢s de Lio hay un equipo y ¨¦l tiene que ser la frutilla del postre. Si se buscan delanteros en el equipo del 86 no se encuentran: yo no era delantero, Burruchaga no era delantero, Valdano no era delantero... y lleg¨¢bamos con facilidad al ¨¢rea. Ahora es diferente. Ojal¨¢ que Lio tenga un protagonismo b¨¢rbaro y se convierta definitivamente en el mejor de todos los tiempos".
"Del uno al diez, contra Nigeria el equipo estar¨¢ a un 6,5... y despu¨¦s va a despegar", vaticin¨®. Su prudencia tiene fundamento. En los entrenamientos, Maradona ha practicado con unos titulares que nunca han salido juntos a jugar un partido. No confirm¨® que dispondr¨¢ un ataque con T¨¦vez, Messi, Higua¨ªn y De Mar¨ªa pero admiti¨® que solo en los ¨²ltimos d¨ªas ha extra¨ªdo conclusiones definitivas: "La cancha te da el veredicto. Uno ve c¨®mo se mueven, qui¨¦n se sacrifica y qui¨¦n no, qui¨¦n corre, qui¨¦n pasa la l¨ªnea de la pelota, qui¨¦n puede hacer da?o arriba, qui¨¦n puede contrarrestar un contragolpe contrario... Lo que hicimos fue tirarles la pelota encima a los jugadores y nos queda la tranquilidad de tener variantes para hacer un equipo que sea el¨¦ctrico, voluntarioso, que sepa lo que es el equilibrio, que sepa leer los partidos... Nosotros tenemos un m¨ªnimo de cuatro jugadores que leen los partidos incre¨ªblemente bien".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.